Lunes 10 de Enero.
Gran reino de Arendelle.
10:00 de la mañana.
Oficina de la reina.
Una ligera llovizna se podía visualizar actualmente apoderada en su totalidad de las nevadas e inigualables tierras de aquél majestuoso reino nombrado Arendelle, tratándose de un acontecimiento climático que a su vez parecía haber provocado que las buenas personas del pueblo decidieran permanecer en sus respectivos hogares, siendo sólamente unos cuántos individuos los únicos que en ese preciso momento se encontraban recorriendo las numerosas calles de aquélla zona llena de comercios.
Por otra parte, en las instalaciones del imponente castillo construido de piedra, los dos flamantes monarcas del reino de Arendelle se podían visualizar en ese instante ubicados en su gran oficina real, mismos que simplemente se apreciaban revisando algunos documentos mientras eran acompañados por su amado hijo, el cuál únicamente se distinguía jugueteando de una manera sumamente divertida a lo largo de aquélla mediana habitación.
Elsa: Todo está volviendo a la normalidad, el reino de Arendelle se está recuperando totalmente del terrible golpe recibido por la invasión de los malignos demonios.
Comentó la hermosa pelirubia platinada con una notable alegría en sus palabras al estar revisando los documentos pertenecientes al gran reino de Arendelle, misma fémina portadora de aquélla devastadora magia elemental que además se apreciaba sentada de una manera cómoda en la silla de su escritorio real.
Sasuke: La gente de Arendelle es muy determinada, jamás permitirían qué su hogar quedará destruido, creo que esa determinación la adquirieron de su reina.
Dijo el sexto espíritu guardián con una notable seguridad en su tono de voz al decidir posar una de sus manos sobre uno de los hombros de su amada esposa, hombre de intimidantes ojos negros ónix que a su vez se visualizaba ubicado de pié justo a un costado de la fémina portadora de aquél impresionante elemento hielo.
Elsa: Ya basta, haces que me sonroje.
Habló la bellísima ojiazul con una radiante sonrisa en su mirada mientras trataba de ocultar con sus manos el notorio sonrojo en sus blancas mejillas como la nieve, siendo un simple hecho que únicamente ocasionó qué el actual rey de Arendelle soltara una ligera risa burlona debido a la vergüenza por parte de su querida pareja.
Owen: Mamá se ve muy tierna cuándo se sonroja...aunque parece un tómate.
Decía el pequeño príncipe de Arendelle con una ligera diversión en sus palabras al estar observando desde el balcón de la oficina como las mejillas de su madre se encontraban totalmente de color rojo, mismas palabras que a su vez habían hecho sonreír un poco más al joven de cabello negro como la profunda oscuridad de la noche y actual poseedor del elemento rayo llamado Sasuke Fitzherbert.
Elsa: No se burlen de mí, no es gracioso.
Exclamó la quinta espíritu guardián de Althohalla con un fingido tono de molestia en su voz al estar observando de una forma cariñosa a su amado hijo pelinegro, mismo infante de inigualables ojos azules que simplemente procedió a regalarle una cálida sonrisa a su amada progenitora de largo y bellísimo cabello rubio platinado.
A continuación, aquél flamante infante de intensos ojos azules simplemente se había dedicado a observar el hermoso paisaje repleto de abundante nieve desde el mediano balcón en el que se ubicaba, mismo paisaje qué a su vez se podía visualizar siendo órbitado por un enorme número de nubes ligeramente grises y por una pequeña cantidad de fría llovizna.
Tratándose de un ambiente climático que al parecer el actual príncipe de Arendelle se encontraba disfrutando demasiado, el cuál además podía sentir como en ese preciso instante el viento remolineaba su cabello negro con una notable suavidad.
Elsa: Aún me cuesta creer...que ese pequeño niño sea portador de dos magias elementales, eso es algo sorprendente.
Pronunció la reina de Arendelle con una enorme impresión en su mirada al estar enfocando sus ojos azules hacia donde se ubicaba actualmente su pequeño hijo, infante poseedor del devastador elemento hielo y rayo qué todavía continuaba apreciando el escenario lluvioso de la majestuosa región repleta de montañas.
Sasuke: Fue algo que a mi también me sorprendió demasiado, al parecer la energía de hielo era la única que tenía activa, pero después de lo vivido, Owen despertó su segunda habilidad...el rayo.
Mencionó el joven pelinegro con un inmenso orgullo reflejado en sus palabras al estar observando al pequeño príncipe de aquélla nevada región de Arendelle, mismo orgullo que rápidamente había sido notado por su amada esposa quién a su vez decidió regalarle una sonrisa divertida al hombre de intimidantes orbes negros.
Elsa: Por cierto, los dos barcos ya están siendo preparados?.
Preguntó la gran quinta espíritu guardián con una expresión sumamente dudosa en su mirada antes de proceder a enfocar sus orbes azules sobre su amado esposo, el cuál a su vez únicamente continuaba observando de una forma orgullosa a su pequeño hijo de cabello negro y portador de aquélla impresionante magia elemental.
Sasuke: Si, todo está siendo preparado para la partida de nuestros compañeros.
Respondió el joven de cabello negro con una notable seguridad en sus palabras al momento de decidir apreciar fijamente a los ojos a su querida pareja sentimental, misma fémina de inigualables ojos azules como el gélido mar del norte que a su vez no pudo evitar poner un semblante ligeramente triste en su hermosa mirada.
Elsa: Naruto, Sakura, Yukino y sus dos compañeros, todos se marcharán del reino de Arendelle...los voy a extrañar mucho.
Comentó la actual reina de Arendelle con una ligera tristeza reflejada en su voz antes de decidir volver a enfocar su mirada hacia los importantes informes, flamante fémina portadora del elemento hielo que a los pocos segundos logró sentir como aquél joven pelinegro posaba una de sus manos sobre su cabello rubio, mismo hombre que simplemente procedió a acariciar la larga cabellera platinada de la bellísima mujer que más amaba en todo el increíble e inigualable planeta humano.