Prólogo
Los que conozcan mi historia saben que escribir es algo complicado para mí, hay una y miles de distracciones en la vida, pero encontré una razón para hacerlo. La idea de que mis palabras cobren vida en la mente de los demás es algo que me llena de ilusión. Mis pensamientos se convertirán en sus pensamientos por unos segundos y por unos segundos yo existiré. Sito a René Descartes “pienso luego existo”.
En el principio una especie basada en energía surgía, esta estaba lejos de ser perfecta. Con el paso del tiempo se fue perfeccionando cada vez más hasta llegar a algo parecido a la perfección, se volvieron inmortales y prescindieron de la reproducción. Estos se dieron cuenta de que eran la única especie del universo. Eso los hizo sentir solos, y en un principio tomaron el rol de plantadores de vida. Solo conocían especies parecidas a ellos, seres basados en energía.
Con el paso del tiempo estas criaturas tenían un destino parecido a los de sus creadores, de ser seres imperfectos a ser seres casi perfectos. Cuando llegaban a este punto eran iguales a sus creadores. Al notar esto desistieron en plantar vida, ya que, era un sinsentido llenar el universo de ellos.
Todas las especies que plantaron dieron el mismo resultado y se fundieron en una sola especie. Se autonombraron los Zasada.
Pasaron treinta generaciones de soles amarillos, y estos se dedicaron a ser observadores de las maravillas del universo, pero seguían sintiendo el vacío de ser los únicos. Este sentimiento de soledad se incrementaba, ya que no veían el sentido de estar con los de su misma especie, porque ellos sabían sus conversaciones y eran escasas, monótonas y protocolarias.
De este sentimiento uno de ellos hizo algo que hace mucho tiempo no realizaban, creó vida en un planeta. Se hace llamar Lisian. Pero no era basada en energía como las anteriores, lo hacía en materia, algo que solo constituía el cinco por ciento del universo. Era consiente que esta era inestable y no sabía si podía sustentar vida como la conocían.
El hecho de desconocer el resultado lo llenaba de emoción e intriga, pero esto no era compartido por todos los Zasada, muchos pensaron que era una aberración que tenía que ser destruida. Lisian alegó que el sentimiento de lo desconocido los abrumaba y despertó en ellos algo que hace mucho tiempo nuestra especie no sentía, el miedo. Esto lo tomaron mal los opositores. Comenzaron a cuestionar duramente su acción, en muchos eones no se había visto una disputa por ningún motivo, así que el gran moderador, una especie de mente colectiva creada para evitar conflictos entre los Zasada, fue consultada. Dio la orden de que las nuevas criaturas vivieran, pero estas no podrían ser intervenidas por ningún Zasada, solo serían vigiladas por dos mil ciclos estelares hasta que demostrasen que son dignas de tener vida al demostrar inteligencia, si lo hicieran se permitiría la intervención de un Zasada para guiarlos, solo utilizando los conocimientos de dichos seres. La intervención quedaba a criterio del Zasada. Por el contrario, sino demostrasen inteligencia esta sería destruida y si al ser intervenida no demostrase desarrollo sería destruida. Esto se cumpliría apenas se acabase el ciclo estelar en turno.
Lisian aprovechó el poco tiempo y creó un catalizador que al ser consumido estimularía el cambio, lo creó deprisa y sin saber que funcionaría. Él creía en sus creaciones, pero no quería que fuesen destruidas. Unos Zasada al notar esto lo confrontaron y le exigieron que retirase lo que había hecho. Él se negó, pero ni Lisian ni los Zasada que lo descubrieron querían volver a consultar con el moderador, así que llegaron a un acuerdo, dicho catalizador solo se encontraría en lugares casi inaccesibles y en pocas cantidades. Los Zasada se conformaron con el acuerdo.
Un ciclo estelar era la rotación completa de la estrella del sistema planetario en turno. El planeta ya tenía once millones de ciclos estelares con vida.
El ciclo solar culminó y comenzó la observación de dichos seres.
Los Zasada miraron y se quedaron impresionados con la diversidad de criaturas que existían. El hecho de desconocer cómo sucedió tal cosa los intrigaba.
Lisian se vio abrumado por la cantidad de preguntas que le hacían. Hasta sus detractores se interesaron. Sin duda era fascinante como el único milagro que tenían era la vida y aun así se basaban en ella para poder seguir existiendo. Les fascinaba el hecho de que una criatura para seguir con vida tenía que robarle la vida a otra. Claro, con algunas excepciones, estas no tenían ninguna posibilidad de surgir como especie inteligente. Estos se dieron cuenta de un patrón en la conducta de esas especies, que en pocas palabras sería la supervivencia del más apto, esta regla no tenía excepción, un ejemplo sería la desaparición de una especie, que era la más fuerte de todas, no tenía ninguna especie que le hiciera frente. Cazaba en manada y era un fuerte candidato para ser la especie que diera el paso a una civilización, pero un cambio climático arrasó con todas sus presas y murieron de hambre. En cambio, un simple animal que era la comida de todos, se pudo adaptar al cambio climático y gracias a que sus depredadores murieron logró surgir.