Fruto del destino

Capítulo 10: ¿Sueños o realidad?

Olivia

¿Qué hora era? El sol estaba pegando en mi ventana hasta dar en mi cara, mis ojos se achinaron de la molestia del sol en ellos. Rápidamente me levanté de la cama y agarré el móvil, eran las 7:20 de la mañana, tenía tiempo suficiente para prepararme e irme al instituto. Bajé a desayunar, era temprano todavía y no había nadie despierto así que traté de no hacer ruido. Fui directamente hacia la cocina y preparé un bol de cereales.

Todo estaba en completo silencio, y mi cabeza no podía dejar de recordar ese sueño. Se repetía una y otra vez en mi cabeza. Se veía todo tan real que ni siquiera se diferenciar si estoy despierta o dormida. De repente me di un pellizco en el brazo para asegurarme.

—Auch— murmuré. Definitivamente esto era real.

Cuando terminé fui hacia mi habitación para vestirme. Abrí el armario y estaba indecisa por qué ponerme ese día. No tenía muchos ánimos y opté por un pantalón de chándal y un simple top ajustado. Quería ir cómoda, pero a la vez un poco arreglada, porque sí, últimamente me arreglaba un poco más, creo que Becca me lo estaba pegando.

Una vez vestida, vi en el suelo la bolsa con la ropa que me trajo Connor así que decidí sacarla para guardarla en el armario. Al abrirla me di cuenta que había una nota dentro así que la cogí y comencé a leerla.

<<La próxima vez ten más cuidado. No siempre estaré ahí para ayudarte pequeña>>

Una sonrisa salió de mi rostro al leerla, ¿porque era tan bipolar? Me estresaba no saber que sentía porque mis cambios de humor eran muy variables e inestables.

Después de esto guardé la ropa y me dirigí a ponerme algo decente. Me senté en mi escritorio y comencé con el maquillaje. Me tapé las ojeras con corrector y también me puse un poco de blush porque estaba un poco pálida. No quería tener una cara que fuese la de un fantasma, porque mi pálida piel era igual de blanca que un folio.

Cogí las cosas y fui directamente hacia el instituto. Hoy iba en coche, mi madre se había ofrecido a llevarme y lo prefería. Llegué antes de tiempo y me senté en el banco que siempre solía sentarme. A lo lejos vi a Hugo acercándose hacia mí.

—¿Cómo estás monada? — me dijo mientras me daba un abrazo.

—Mejor— le di una sonrisa mientras se sentaba a mi lado.

—No te vi cuando te fuiste de la fiesta—dijo confuso.

<<Realmente no me había ido, había dormido allí>>

—Sí, me fui temprano, estaba bastante cansada.

Mis ojos rápidamente se fueron para el chico parado de pie en medio del patio. No podía evitar sentir un cosquilleo recorriendo mi cuerpo. Sea lo que fuese que estaba soñando no me estaba ayudando en nada, solo hacía que sintiera más atracción por él.

Me quedé helada al ver que su mirada divagó hasta la mía, yo ni siquiera me movía.

—¿Olivia? — dijo interrumpiendo el contacto visual y haciéndome volver en mí.

—¿Sí? — dije confusa.

—Te estaba preguntando si te apetecería quedar otro día.

—Claro, ¿por qué no? — dije sin prestar mucha atención porque estaba concentrada en mirarlo a él.

Becca y Lily aparecieron de la nada—Hugo, te robamos a Olivia un momento— dijo Lily agarrándome del brazo y llevándome hasta la puerta del instituto

—¿Ocurre algo? — pregunté confusa.

–Después del instituto directa a mi casa, tenemos que hablar— dijo Becca

¿Había pasado algo? Me asustó en la manera tan directa en la que lo que lo dijo, aunque viniendo de Becca no sé por qué me resultaría extraño.

Yo asentí y tocó el timbre así que fuimos directas a clases. Tocaba mates a primera y era la clase que más odiaba de todas sin dudas, era muy aburrida y siempre me distraía en las clases, me costaba mucho prestar atención porque los números nunca fueron lo mío, yo era más de literatura.

Me senté en mi sitio y dejé caer mi cuerpo encima de la mesa acostándome encima de ella. Sin darme cuenta estaba mirando hacia abajo y el sueño se apoderó de mí en aquel instante.

Alguien abrió la puerta.

—¿Aún no te has cambiado? —dijo exaltado.

—No. Joder Connor que más tengo que hacer para que me hagas caso—miré fijamente hacia sus ojos.

—No tienes que hacer nada porque ya lo hago.

—¿Entonces? ¿Porque pasas de mí? Me estas matando lentamente de la forma más dolorosa que hay.

A veces odiaba mi manera tan dramática de ser.

—No es tan fácil, créeme.

—Sí, sí que lo es. No sabes lo que se siente cuando te sientes utilizada por alguien que te gusta. Necesito que seas claro conmigo, estoy empezando a perder la cabeza.

—Cámbiate— exigió acercándose lentamente hacia mí.

—Tendrás que hacerlo tú— dije con una mirada desafiante —Sé qué quieres, no te hagas el duro.

Connor se acercó a mí lentamente. Yo me puse de pie. Me quedé fijamente mirando a sus preciosos ojos, su mano tocó mi cara y la elevó levemente hacia él—Lo haré, porque estás tan jodidamente borracha que ni siquiera te acordarás, aunque yo sí lo haré y créeme que será algo que nunca olvidaré.

Noté su mano fría descender desde mi rostro hasta mi escote, siguió bajando hasta encontrarse con el final de mi vestido, él lo subió lentamente hasta quitármelo sin perder el contacto visual.

Agarró su camiseta de la cama y me la puso. Sus dedos tocaron nuevamente mi rostro y yo agarré su mano para tocarla.

—Haría lo que fuese por ti que te quede claro— dijo murmurando mientras agarraba mi rostro con sus enormes manos.

—¿Olivia? Despierta— dijo alguien tocándome el brazo.

De repente abrí los ojos y la clase de mates había acabado.

—Creo que alguien aprovechó la clase de mates para descansar un rato— dijo Becca mientras soltaba una risa—Algo me dice que no has dormido muy bien esta noche.

Yo rodé los ojos mientras seguía recostada en la mesa, me recliné hacia atrás y sentía como la cabeza me explotaría en cualquier momento, todo me daba vueltas.




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