Fruto del destino

Capítulo 22: ¿Volverlo a ver?

Olivia

Abril...

Mi vida estaba paralizada, no estaba preparada para cumplir 18, no tan pronto, el día de mi cumpleaños se acercaba y yo simplemente no pensaba en ello.

Era primavera, mi estación favorita del año sin duda, era 10 de abril, todo a mi alrededor era maravilloso, el calor, la gente, todo.

La ciudad en primavera es simplemente preciosa.

Becca y Lily quieren que haga algo especial, al fin y al cabo, no se cumplen 18 años todos los días, yo estoy empeñada en que será un día normal como otro cualquiera, pero aun así pasármelo genial.

El otro día estuvieron hablando de planear un viaje por alguna parte del mundo para el verano, disfrutar de un viaje todas juntas y pasárnoslo bien. No me parece una mala idea, puede que este viaje por corto que sea y donde quiera que vayamos, será un viaje que marcará mi vida, sería la primera vez que viaje sin mis padres, nunca había estado separada de ellos y eso es lo que más miedo me da de emprender una nueva experiencia, esta nueva etapa de mi vida como una adulta responsable.

Pero todo lo nuevo me daba miedo porque siempre había vivido en una monotonía constante hasta que llegó Connor y me hizo ver la vida de otra manera.

Connor...decir su nombre me dolía, sentía como mi garganta ardía cuando el sonido pasaba por las cuerdas vocales intentando soltar el sonido de su nombre.

Lo echaba de menos por alguna razón, durante estos últimos meses me he limitado a llorarle, sentía que sin él mi vida no tenía sentido, antes de la última vez que nos vimos, vivíamos de una manera intensa que me encantaba, pero me di cuenta tarde de que realmente me estaba enamorando de él.

Aún no sé por qué nos peleamos, más bien el por qué me echó de la habitación, yo necesitaba respuestas, pero no estaba dispuesta a arrastrarme después de cómo me trató la última vez, me odiaba a mí misma, ¿acaso no le comprendía lo suficiente? ¿acaso le ocurría algo? ¿acaso se cansó de mí sin más?

Yo desde aquel día no he vuelto a ser la misma persona que llegó a la ciudad con una sonrisa y con esas ganas de comerme el mundo. Poco a poco estaba apagándome, consumiéndome a mí misma, apagando mi luz...

No sabía de qué manera podía arreglarlo, porque cuando me rompía Connor estaba ahí para arreglarme, ahora estaba sola, no podía contarles nada a Becca ni a Lily, el simple hecho de pensarlo me aturdía y me martirizaba.

En cualquier momento sentía que explotaría, llevaba meses acumulando sentimientos, sensaciones y ni siquiera podía hablar con mi madre. Esto estaba resultando ser mucho más difícil de lo que parecía.

No podía sacarlo de mi mente, tenía demasiados recuerdos bonitos como para hacerlos desaparecer como si nunca hubiesen existido.

Porque todo lo que sentí por él era real, es real.

Connor me evitaba, yo solo quería y necesitaba hablar con él, que me explicara qué le pasaba para poder ayudarlo, para poder entenderlo de alguna manera, pero era completamente imposible, ni siquiera lo veía en el instituto, cuando iba a casa de Lily desaparecía, cuando quedábamos con los chicos nunca aparecía.

Sentía que se estaba encerrando en lo más profundo de su ser.

Mierda, ¿por qué era así? Lo odiaba por lo borde y frío que era, pero lo amaba por lo cálido y cariñoso que podía ser conmigo. Dos sensaciones completamente opuestas y diferentes que me hacían sentir la misma persona.

Comencé el día un poco apenada, simplemente sentía que no había razones por las que seguir viviendo, me odiaba a mí misma y a mis sentimientos, solo me complicaban aún más mi vida.

Me vestí y bajé a desayunar, agarré unas tostadas y por el camino a clases me las comí. Llegué y me limité a sentarme a esperar a los chicos. Noté como llegaba Becca, al rato Hugo, luego Lily, Trent, Adrien, estábamos todos, todos menos Connor, ni siquiera sabía a dónde se metía para conseguir evitarme por tanto tiempo, tanto tiempo sin mirar sus ojos, su rostro, su pelo, sin sentir seguridad, compañía, amor, tanto tiempo sin sentir...

—¿Quieres venir esta noche a cenar? — preguntó Lily.

—¿A tu casa?

—Claro, ¿por qué no?

Básicamente tuve relaciones con su hermano, luego su madre nos pilló y parece ser que está enfadada conmigo por alguna extraña razón que desconozco.

—No sé...

—Venga… Será divertido, mis padres no estarán, van a salir a cenar a un restaurante. Será noche de chicas, Becca vendrá.

—¿Y tu hermano? —pregunté confusa y sin ni siquiera pensarlo.

—Mi hermano ni siquiera molestará, últimamente cena y se pasa los días en su cuarto, incluso hay días que ni come, no sé es muy raro en él. Lo noto diferente.

Yo también me sentía diferente, como si la conexión que teníamos estuviese esperando a un nuevo reencuentro, como si esa conexión se parase en seco porque no estar con él y ni siquiera verle me estaba destrozando.

Me sentía mal porque sabía que me estaba evitando, todavía no sé por qué razón, ¿había hecho algo mal? Yo me intentaba culpar o intentaba buscar algo por lo que pudiese estar evitándome, algo que hubiese dicho o hecho...Pero no encontraba ninguna explicación lógica.

—¡Claro! Iré—dije pasando un mechón de pelo por detrás de mí oreja mientras levantaba la cabeza.

—¿Te quedarás a dormir? Hoy puede ser el día perfecto para hacer una pijamada— preguntó.

—Yo...no lo sé— agaché de nuevo mi cabeza.

En realidad, sí lo sabía, lo sabía perfectamente. No quería dormir allí sabiendo que Connor estaba en la habitación de al lado, sabiendo que la persona por la que estaba sintiendo cosas estaba evitándome y el simple hecho de tenerlo al otro lado de la pared me frustraba, me mataba por dentro porque sabía a dónde podía llegar y no quería acabar lastimada.

—Venga, no seas aburrida—dijo mientras me daba un leve golpe haciendo que mi mirada fuese hacia la suya—Nos lo pasaremos bien, te lo aseguro.




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