Desde que había empezado a ir a la clase de pintura por mi voluntad, mi abuela se había puesto muy feliz, por eso hoy íbamos a mi restaurante favorito ItalyPizza, vendían una suculenta pizza como para lamerse los dedos. El restaurante se encontraba a las afueras de Texas, el ambiente era mas fresco en ese lugar.
-Bienvenidos a ItalyPizza ¿Que desea pedir? -El mesero nos sonrió.
-Yo quiero una pizza vegetariana y un té -Dijo mi abuela.
-Y yo una pizza con champiñones y una malteada de fresa.
Él mesero apuntó nuestro pedido y nos dio la espalda,dejando a la vista una chica con el cabello castaño y californianas verdes, era Keily en la mesa de al frente, me sonrió y se dirigió a mi mesa. Yo me levanté y nos abrazamos hasta quedarnos sin aire, teníamos un año sin vernos y eso era mucho para nosotras.
-¡Te extrañe tanto Ray!-.Me dio un beso en la mejilla.
-Y yo igual, ¿Por qué no te sientas con nosotras?
Ella asintió y se sentó con mi abuela y conmigo.
-Y ¿Cómo estuvo Japón?-Pregunte a Keily.
-Pues bien, pero me tuve que devolver porque no quería perder la beca de Stanford, Estaremos juntas ¡Rachel!
-De eso te quería hablar, yo no estoy en Stanford, decidí estudiar lo que más me gusta y estoy en Heims Arts.
Keily yo no habíamos tenido buena comunicación desde que ella se fue, hablábamos por vía Skype pero de cosas básicas por ejemplo ¿Como estaba? Y que si había un chico.
-Genial, por fin haces lo que te gusta-. Alzó los Brazos.
-Vamos no es para tanto.
Los pedidos llegaron para cada una, incluso para Keily. Mire mi pizza y se veía deliciosa, cogí una porción y le di un mordisco.
-Esta pizza esta exquisita-Dije con la boca llena.
-Y dime Rachel, ¿Has salido con alguien? -Cogí la malteada para bajarme la pizza.
-No-Tome un sorbo de malteada.
Desvíe la mirada hacia la parte trasera del restaurante, estaba un chico cabello negro y ojos azules, era Miller, me atragante y empecé a toser.
-¿Estas bien?-.Dijo mi abuela.
-Si, ya vuelvo, voy al baño
-Yo te acompaño-Dijo Keily.
-Noo-dije en tono fuerte.
No quería que se diera cuenta que iba detrás de Miller.
-Tranquila, ve sola si quieres -Me guiño un ojo y miro a Miller, Siempre se daba cuenta de todo.
Me levante de mi asiento y fui a la mesa donde estaba Miller. Sabía que estaba siendo muy insistente con él, pero había algo en mi que hacía que siempre volviera a él.
-¿Que haces aquí?-Dije sin medir mis impulsos y sabiendo que el podía ir a cualquier parte.
-Necesito hablar contigo.
Esperaba otra respuesta de parte de él. La última vez que nos habíamos visto, me había dicho que me alejara y ahora estaba pidiéndome que habláramos. Era la persona más extraña y lunática.
-¿De qué?
-Hablemos afuera - dijo mirando la gente del restaurante.
-No iré contigo a ninguna parte, querías que te dejará en paz.
-Si, pero necesito hablar contigo.
-¿Eres bipolar?. Ayer me decías que me apartará de ti y hoy necesitas hablar conmigo, no te comprendo Miller.
-Créeme hago esto porque me lo pidieron.
¿Qué?, Se lo pidieron pero ¿Quien?
-¿Quien?
-Salgamos afuera y te lo digo.
Salimos del restaurante por la puerta trasera, que daba a un callejón, Miller me tapó la boca con un pañuelo, que tenía un particular aroma. No sé que habría sido lo que había en ese pañuelo pero hizo que perdiera el conocimiento.
Cuando desperté estaba en un carro y Miller iba conduciendo. Lo primero que hice fue pegar un grito y tratar de abrir la puerta, pero para mi pésima suerte el tenía el control de los seguros de las puertas del carro.
-Sácame de aquí- dije gritando
-No lo hare- Soltó una carcajada.
-¿Que quieres de mi?
-Por supuesto que no es violarte para que sepas, no eres mi tipo y ademas no soy esa clase de hombre - Dijo mirando desde el espejo de adelante.
-Te odio.
-Y yo a ti.
-¿Entonces por qué me secuestras?, no te comprendo, ¿Necesitas dinero?.
Soltó una carcajada.
-Entonces dejame salir.
-No, si te dejó salir Mark se molestara.
-¿Quien es Mark?
-Más tarde lo sabrás, todo a su tiempo.
Maldeci en lo bajo, no sabía para donde me llevaba Miller ni porque lo hacia, pero lo único que sabía era que estaba pérdida, no podía escapar estaba encerrada en ese carro y nadie me vería, el carro tenía las ventanas polarizadas. Así que me ahorre el trabajo de seguir gritando y mire por los alrededores, estábamos adentrándonos a un bosque. Supuse que me mataría allí.
-Abre la puerta y vete Raechel, esta es tu oportunidad de escapar.
Abrí la puerta y salí corriendo, sonando las hojas secas del bosque, pero algo me detuvo ¿Qué le pasaría a Miller si se dieran cuenta de que no me trajeron? A pesar de que Miller últimamente se comportaba grosero conmigo, me dolería lo que le pasara, pero ¿Que riesgos correría si seguía a Miller?.
Me dejé llevar por el impulso que me llevaba a Miller y lo seguí, no sabia que era lo que me atraía a el, pero no me permitía actuar con la razón.
Miller había dejado estacionado el carro, lo que significaba que para dónde me pensaba llevar estaba cerca de aquí, seguí el rastro de sus huellas de zapatos en la arena negra. Daba a un lugar cerrado por unos grandes pinos altos unidos, me había metido en el lugar equivocado, pero a dónde más iría si las huellas llegaban hasta aquí, pero ya no lo iba averiguar porque estaba entrando en razón.
Sin querer tropecé con una roca y caí encima de los pinos, gotas de sangre brotaron de rodilla, manchando mi pantalón y la roca, lo raro fue que la sangre se volvió fuego azul y la piedra desapareció junto con los pinos. Me tape la boca para no gritar ¿Qué era esto? ¿Estaba soñando?, Quizás. Me pellizque el brazo y los pinos seguían sin aparecer, Miller habría cruzado por ahí, sino entraba no lo averiguaria.