Fuego Cruzado

CAPÍTULO 21: AL FILO DEL PELIGRO

El frío del Sena aún impregnaba la piel de Hailey mientras se movían entre las sombras del puente. Logan caminaba a su lado, su respiración agitada pero controlada. Habían escapado por poco, pero la cacería apenas comenzaba.

—Tenemos que desaparecer por unas horas —susurró Logan, sus ojos escaneando cada rincón de la pasarela inferior del puente.

Hailey asintió. Su mente trabajaba rápido, evaluando opciones. No podían regresar al apartamento. Tampoco podían confiar en nadie.

—Conozco un lugar —dijo, guiándolo hacia un callejón estrecho que los alejaba del puente y de los hombres que aún los buscaban.

Logan no preguntó. Simplemente la siguió, con la pistola aún en la mano.

Después de unos minutos de caminar por las calles mojadas de París, Hailey se detuvo frente a un viejo taller de reparación de motocicletas. Tocó la puerta con un patrón específico. Tres golpes, pausa, dos golpes más.

La mirilla se abrió y unos ojos oscuros los observaron con suspicacia.

—Carter —dijo la voz del otro lado—. ¿Tienes idea del desastre que acabas de traer a mi puerta?

—Te debo una —respondió Hailey con firmeza—. Solo necesitamos un par de horas.

Hubo un silencio y luego el sonido de varios cerrojos cediendo. La puerta se abrió y un hombre alto, con el cabello revuelto y una cicatriz en la mejilla, les hizo una señal para entrar.

—Pase lo que pase, no me hagas arrepentirme de esto —murmuró.

El interior del taller olía a aceite y metal caliente. Había herramientas dispersas sobre las mesas y una radio sonando en bajo volumen. Hailey se giró hacia su contacto.

—Gracias, Malik.

El hombre cruzó los brazos y la observó con una mezcla de curiosidad y fastidio.

—No lo hagas sonar como un favor. Solo quiero saber por qué demonios París entero parece estar buscándote.

Logan apoyó las manos en la mesa y lo miró fijamente.

—Buscamos a Marcus Adler. Y parece que no somos los únicos.

El rostro de Malik se endureció.

—Entonces están peor de lo que pensé. Nadie busca a Adler y vive para contarlo.

Hailey exhaló y pasó una mano por su cabello mojado.

—Sabemos que él es la clave para entender qué está pasando entre El Cuervo y Mikhailov. Y sabemos que Kane nos envió aquí por una razón.

Malik resopló.

—Kane siempre juega con piezas que pueden ser sacrificadas. Si te envió aquí, significa que estás en la mira de alguien mucho más grande.

Logan intercambió una mirada con Hailey. Ambos sabían que estaban en un terreno peligroso, pero retirarse ya no era una opción.

—¿Dónde podemos encontrarlo? —insistió Logan.

Malik los observó en silencio por unos segundos antes de responder.

—Hay rumores de que Adler se esconde en Montmartre. Pero no irá solo. Si realmente está aquí, significa que tiene a sus propios hombres protegiéndolo.

Hailey tomó la información con rapidez. Montmartre no era un lugar fácil para moverse discretamente. Calles estrechas, turistas por el día, criminales por la noche. Era el escondite perfecto para alguien como Adler.

—¿Conoces a alguien que pueda confirmarlo? —preguntó.

Malik dudó, luego asintió.

—Un informante en la Rue des Trois Frères. Un viejo llamado Gastón. Si alguien ha visto a Adler, será él.

Hailey sonrió levemente.

—Siempre tienes las mejores pistas, Malik.

—Y tú siempre traes problemas —gruñó él—. Ahora váyanse antes de que alguien descubra que están aquí.

Salieron del taller y se adentraron en la ciudad bajo la lluvia. Montmartre estaba a unos veinte minutos en coche, pero sabían que no podían arriesgarse a ser detectados de nuevo.

—Nos movemos a pie —decidió Hailey.

Logan asintió.

—Mantente cerca. No sabemos cuántos ojos están puestos en nosotros.

El camino hasta Montmartre fue tenso. Pasaron por callejones oscuros, evitando cámaras y zonas iluminadas. Hailey sentía su pulso acelerado, pero cada paso la acercaba más a la verdad.

Finalmente, llegaron a la Rue des Trois Frères. Un pequeño bar de luces tenues marcaba la ubicación de Gastón.

—Este es el lugar —susurró Hailey.

Logan revisó su pistola antes de entrar.

—Vamos a conocer a nuestro amigo.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.