《fuego vs Hielo》

Capítulo 4.

—Mantén los ojos abiertos, nunca se sabe quién estará en la oscuridad contigo y te apuñale por la espalda cuando menos  lo esperes. —Frunzo el ceño, ante la voz aguda  hablando, siento que la he escuchado en algun lugar, mas no logro recordar donde. 

—No entiendo ¿Quién eres?—Hable al vacío que se situaba alrededor mío. Sin previo aviso una luz ilumina el lugar que segundo antes estaba sumido en una profunda oscuridad dejando ver a una mujer ojos claros, tez pálida, cabello negro, alta y delgada.

—Fui la reina número 498, Leila. —Habla ella mirándome fijamente. 

—Eres mi bisabuela. Solo tenias que decir eso y listo, ¿Por qué identificarse con números?—Sonrie, como si hubiese esperado esa pregunta.

— Esa, niña mia, es una gran pregunta, que no se te respondera ahora, lo tendrás que averiguar tú sola.—Un leve temblor  nos saca de balance, haciendo así, que frunza el ceño observando a mi alrededor. — Me queda poco tiempo. Hay algo que necesitas saber. 

<< Verás hace muchos años, como te lo habrán contado. Los reinos del Aire, Tierra, Fuego y  hielo, firmaron un tratado para la paz, ya que tanta guerra a las dimensiones no le favorecía a nadie. Muerte, destrucción en muchas dimensiones, en muchos reinos. — Narraba ella, caminando alrededor mío.

—Eso lo sé muy bien, pero hay algo que no entiendo es porque te has comunicado conmigo ¿Que está pasando?  Si algo se es  que cuando las antiguas reinas se comunican contigo es que algo no anda bien. —hable yo, siguiéndola hasta afuera del castillo.

—No siempre es eso, Leila. —Me riñe mi bisabuela. —Muchas veces nos comunicaremos contigo para guiarte aunque no esté pasando nada malo.  —Suspira — Soy Sira. Te dije cual reina fui, mas no mi nombre. 

—¿Por qué presiento que me estas evitando un tema muy importante? Se que algo anda mal, por eso que que te has comunicado conmigo.

—Veras Leila, muchas cosas cambiaron ese día a tus siente años. —Cierra los ojos por unos segundos, después los vuelve abrir. — La reina número 299 reina del hielo, dominada por la envidia y la codicia creo el Corazón de hielo, Algo muy pequeño, que contiene una maldad muy grande.

<< Usalo y  toda tu fuerza, tus dones se descontrolan y la maldad que está escondida surge convirtiéndote en personas malvadas que solo quieren la destrucción. Leila somos Hielo, muchas veces la maldad recorre nuestras venas. 

Ella y en ese siglo el rey del fuego, hicieron un trato para unir fuerzas y dominar las otras dos dimensiones restantes que serían las del Aire y Tierra, pero recuerda, no puedes confiar en alguien que tiene la misma avaricia y maldad que tu, tarde o temprano querrá mas y te apuñalaran. >>

Me detengo al fijarme que ella ya no está a mi lado, si no de nuevo la habitación oscura.

 — Cuídate Leila, muchas cosas están por venir. —Es lo último que oigo antes de abrir los ojos.

 

—Buenos días, familia. — Es lo primero que digo al entrar a la cocina, ya cepillada y arreglada.

—Buenos días, nuestros padres se fueron tempranos así que andando, que vamos a llegar tarde, por tu culpa. —Me regaño Sam, mientras agarraba las llaves de la camioneta.

—No es que odie la escuela, pero soy la futura reina, no entiendo porque tengo que estudiar cosas tan mundanas. —Refunfuño.

—Ya estuvieras gobernando si hubieras hecho caso a tus siete años.— Me detengo abruptamente, haciendo que mi hermano, choque contra mi espalda. Cierro los ojos mientras un suspiro de tristeza sale.—Lo siento, no quise decir eso.

—  Yo creo que lo pensaste y solamente se te salio, olvidalo, andando, no quiero llegar tarde.— Camino hacia la camioneta evitando de mirarlo.

—Leila...— Trata de hablar, pero antes que termine lo interrumpo.

 — Olvidalo, no estoy enojada ni nada de eso.— Le doy una sonrisa.

—Tranquila, falta poco para que te vayas, así que deja de quejarte mujer. —Me anima mi hermano, fingiendo que nada paso. —Además, El nuevo instituto no puede ser tan malo, estás en tu penúltimo año.

— Sí y tú en último, Además no creo que mis poderes se terminen de desarrollar sabes que primero hay que tener el Don al máximo antes de gobernar. —Hablo mientras me subo a la camioneta.

—Si, si como digas, andando. —Arrancamos directo al nuevo instituto ¿Que creían? solo por ser una futura reina no tengo que estudiar.

Entre risas, comentarios sarcástico y más. Llegamos al Ross High. Tenía que admitir que era grande, desde la camioneta se podía ver las canchas de fútbol y la piscina, Estudiantes llegaban y se reunían con sus amigos entre otras cosas.

—Trata de no congelar el trasero a alguien por favor Samy, no queremos levantar sospecha. —le regaño, recordando la última vez que le congeló el trasero a nuestro primo josh, en cierto modo se lo merecía además que fue muy divertido verlo sentado en una bañera con el trasero metido y en agua caliente.



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En el texto hay: traicion, guerra, hielo

Editado: 03.09.2018

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