Día 8
Falta exactamente una semana para que mi caos se valla, así le digo en mis pensamientos siento que ha venido a sacarme de mi zona de tranquilidad me siento tan viva, tan ardiente junto a el tan feliz, pero a la vez esa adrenalina y miedo junto a él, que solo deseo más y más.
Una parte de mi tiene miedo con él y otra no, porque es tan opuesto a lo que conozco de los chicos con los que me he topado, es decir nadie había hecho tanto por mí.
Yo siento que me quema, estar cerca de él y si no lo tengo cerca siento frio.
Tengo miedo, tanto miedo, de que cuando se vaya todo cambie. Y es que mis horas, mis días y todo lo demás se besaa en mis clases y si no estoy en clase estaba tras la pantalla, viéndolo, es como mi mejor amigo, me hace sentir tan bien. Yo no sabia lo que era verse tan feliz a través del espejo como cuando lo veo a el, y esa estúpida sonrisa y esos labios rojo.
Cada beso, cada vez que toma mi mano siento como me electrocuta la parte de mi cuerpo que pide a gritos algo que no sabe. Y es que lo deseo.
Fuego… te deseo.
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Yo nunca he estado con nadie, y fuego lo sabía, tenía miedo de dar ese paso. Y mas que, que puede pasar luego, si se va y no regresa, muchas preguntas invadieron mi ser, aun soy muy joven, muy inmadura y el pues me lleva la ventaja de que es padre, y tiene tantas responsabilidades.
Íbamos a ir por lo del tatuaje, pero fuego me explico por donde era, y resulto que se fue por otro camino, me asusté y le dije de camino en la moto a donde vamos y me dijo es una sorpresa ya verás.
Me puse muy nerviosa, como que sorpresa pensé en mi cabeza, y si alguien nos ve y le dice y mis papas que nos vieron camino a un lugar diferente.
-Me temo que dije lo último en voz alta y este me dijo.
-No siempre serás una niña de casa, eres adulta, dices y haces las cosas como son o bien, explicas al llegar a casa, no he podido hacer mucho, siempre están tus papas, todo un pero, y cuando llegamos al lugar era un motel.
Ahí fue donde me quería morir o que la tierra me tragara nunca había entrado a un lugar de esos, y más que andábamos en una moto, cualquiera podía verme.
-Al llegar al lugar le dije debo ir al baño.
Estaba tan nerviosa.
Vomite el desayuno, yo sabía que algo malo podía pasar y no exactamente como quería o lo planee.
Estas bien toco a mi puerta. – si un minuto.
Y yo. ¿Luz que hago, que hago?
Sali y me beso, yo le correspondí muy nerviosa, intento quitarme el suéter, y no asentí. De inmediato sentí que se enojó mucho, y se alejó, y tomo un teléfono esos que están en esos lugares y pidió algo de tomar. Y se sentó. Apartando mi mirada.
Luego abrió sus labios y salieron estas palabras.
-No se puede estar un segundo solo contigo. Hablar, tocarte, besarte sin tener miradas en sima de mi o de ti.
-Le dije, pero ya sabias como iban a ser las cosas. (Yo nunca había estado tan sola con nadie así, si había tenido un novio consentido, pero no así)
-No creí que hablabas en serio.
-Ok. Pues todo era una broma para ti. Nunca mentí de mi forma de ser, ¿que no íbamos por un tatto?
-Si, pero primero quería un descanso. Es más ven tan solo vamos a echarnos en la cama. Y listo sin temor, apaga la luz un poco.
Mi respiración se aceleró, yo aun no deseo nada, más miedo, no sé porque tenía miedo, si sentía que estaba segura, pero a la vez con el lobo que se come a la presa.
No pasaron unos minutos cuando ya sentía que besaba mi cuello y luego mis labios me deje llevar un poco, pero mi cabeza no podía pensarlo mucho. Así no era que quería que las cosa pasaran, una parte de mi lo desea, pero no es la manera correcta. Y sé que el amor no es así, entonces lo detuve cuando sentí que sus manos habían desabrochado mi pantalón y quería más…
Para, y sigue.
…. Para…. (tenía mucho miedo ya porque sentía que ya estaba tomándome por la fuerza y no deseaba eso)
Me pare y grite, no entiendes el para, y este se justificó que no sabía lo que decía, discutimos no se escuchaba por la música, tenía miedo, mucho miedo este no es el chico dulce que estaba hace poco, estaba demostrando lo que en realidad es toxico, posesivo que tiene todo lo que desea, estaba tomando algo y no quería que pasara a mayores. vámonos. Este se enfureció mas de la cuenta y me dijo está bien. Fue lo último que salió de su boca.
-Ninguno dijo nada todo el camino al lugar del tattos, estaba molesto, mas que furioso por su respiración. Sabía que no me tenía la calma o paciencia.
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Editado: 08.10.2020