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Carrie y Harry llegan a la casa dos horas después de que Alex les hubiera pedido que llevaran a Max Carter a mi casa. Carrie deja las muletas sobre un muro, y se sienta a mi lado en el sofá. Veo como Harry habla con un hombre gordo, bajo, con cabello castaño canoso, y un traje de hombre mayor gris puesto.

-¿Él es Max Carter?-le pregunto a Carrie. Asiente.-No creo que Alex vaya a reconocerlo. Ha pasado mucho tiempo.

-Si, lo sé. -responde Carrie, mirando como Harry habla en su celular con alguien, mientras Max Carter espera a su lado pacientemente.-¿Sabes una cosa, Jane? Antes, aun teniendo una familia perfecta, un novio fabuloso a quien amo, y unos mejores amigos que poca gente tiene, quería más. Siempre más. Ahora veo a Alex y…no puedo creerme que tuve que conocer a un muchacho de mi edad congelado en el tiempo, para darme cuenta de que lo que tengo vale mucho. Alex no tiene nada, y yo que tengo todo, vengo y descaradamente pido más. Siempre más.

Sostengo sus manos entre las mías, y le sonrío con timidez.

-Todo el mundo nunca está conforme con lo que tiene.-le digo.-Pero a veces, tenemos que aprender a ceder.

Ella asiente, devolviéndome la sonrisa, y dándome un cariñoso apretón a mis manos. Harry entra a la casa, y se apoya en la pared frente a nosotras. Parece agotado.

-¿Dónde está Alex?-me pregunta Harry, mirándome con los ojos entrecerrados, haciendo un tremendo y notorio esfuerzo para no cerrarlos.

-Está en el baño.-le respondo.-Quería quitarse lo pegajoso del líquido y ponerse ropa limpia.

Harry se limita a asentir. Solo a asentir. Nunca se limita a asentir a menos que le suceda algo. Se sienta junto a Carrie, la envuelve en sus brazos, y la atrae hacia él, mientras ella se recuesta sobre él, sosteniendo sus brazos sobre su abdomen, y ambos cierran los ojos. Se ven exhaustos.

Como no quiero molestarlos, me levanto y voy con Max Carter, quien espera impaciente fuera. En cuanto me ve llegar, se aproxima a mi bastante nervioso.

-¿Está Alex allí?-me pregunta.- ¿Dónde está el otro joven, el deportista, con la otra chica pelirroja?

-Relájese, señor Carter.-le digo, sonriendo.-Harry y Carrie están adentro. Y sí, Alex está aquí. Solo está preparándose para recibirlo.

Me empiezo a dirigir a la casa, cuando me volteo hacia el de nuevo.

-Sígame.-le digo.-Lo recibirá en mi habitación.

Dejo al señor Carter en mi habitación esperando, y voy al baño a llamar a Alex. Toco la puerta.

- ¿Alex?-lo llamo, preguntándome si responderá, o si entro solo encontraré una ducha vacía.-¿Alex, estas ahí?

-Sí.-me responde, y abre la puerta. Mis ojos se van hacia abajo antes de que pueda evitarlo. Su cuerpo es esculpido, su piel de buen color y tono. La toalla envuelve su cintura, lo que hace que solo pueda ver su abdomen, así que, al instante, miro hacia su rostro, recién afeitado y luciendo mucho más joven y atractivo, sintiendo como el rostro me hierbe. - ¿Ya llegó?

-Sí-le respondo con la voz ronca. Carraspeo para aclararla. -Sí, está esperando en mi habitación.

Alex sonríe y asiente. Su sonrisa se ve más hermosa si su cabello está más recortado que antes, y su tono de piel es moreno en vez de blanco. Me voy antes de poder hacer otra cosa estúpida, y espero con el señor Carter a que Alex llegue solo y vestido a mi habitación. Llega al cabo de cinco minutos.

La reacción de Carter es inmediata, apenas mira a Alex. Primero se pone blanco, luego inhala aire con sorpresa, y por último suelta lágrimas de alegría.

-Alex.-dice este. Alex lo observa bastante sorprendido y horrorizado, pero más sorprendido. Creyó que vería al Max Carter joven, su mejor amigo de la infancia y vida, hasta que desapareció. En vez de eso, lo saluda un hombre maduro, posiblemente casado y con hijos, que lo creyó muerto todos estos años. Alex recupera la compostura al instante, y le sonríe.

-Hola Maxi.-le dice sonriendo.-Cuanto tiempo.

Casi me río de eso. Claro que cuanto tiempo. 18 años pensando que estaba muerto, increíble. El señor Carter hace una especie de sonrisa con dolor en el rostro, y suelta una carcajada.

-Bastante.-dice, y da un paso hacia nosotros.-No has cambiado nada desde la última vez que nos vimos.

Alex se encoje de hombros.

-Lamento decir que no puedo decir lo mismo de ti.-le dice, y Carter suelta otra carcajada.

-Dios, dices unas cosas…

Comienzo a retroceder para ir a la puerta, cuando Alex me sujeta el brazo con firmeza, evitando que me vaya. El señor Carter me mira.

-¿Alex?-le pregunto.- ¿Está todo bien?

Alex me mira, sonriéndome amablemente, pero sin mostrar los dientes.

-No tienes que irte.-me dice, pero no es una petición, es una orden. Lo miro confusa.

-Está bien, Alex.-le digo.-Iré a la sala con Harry y Carrie. Tú y el señor Carter necesitan hablar.

-Gracias, señorita.-me agradece el señor Carter, pero Alex solo hace que aumente su presión en mi brazo, e insista más en que me quede. ¿Qué…?-Déjala ir, Alex. Janet necesita atender otra cosa.