En la Oscuridad del Éxito
Juan Brown miró a través de la ventana de su imponente oficina, observando el ajetreo de la ciudad desde lo alto del rascacielos. El brillo de los edificios y las luces de la noche creaban un paisaje urbano que contrastaba con la oscuridad que sentía dentro de él. Durante años, había estado inmerso en el mundo de los negocios, construyendo su imperio empresarial con determinación y disciplina, pero algo faltaba en su vida.
Max, su primo, había sido su roca durante los momentos más difíciles. A pesar de sus diferencias, Max siempre estaba ahí para él, ofreciendo apoyo y consejos sabios. Y luego estaba Wendy, la prometida de Max, cuya presencia luminosa y energía positiva habían traído un rayo de luz a su vida. Juntos, formaban un equipo formidable, y Juan no podía evitar sentirse agradecido por tenerlos a su lado.
Un día, Max había propuesto una idea que cambiaría el rumbo de la vida de Juan. "Necesitas un cambio, Juan", había dicho Max con seriedad. "Estás atrapado en esta rutina monótona. Deberías conocer a Mariana, la prima de Wendy. Ella tiene una energía que podría inspirarte".
Al principio, Juan había rechazado la idea, aferrándose a su rutina y a su trabajo como si fueran sus únicas razones para seguir adelante. Pero la curiosidad había empezado a crecer en su interior, y finalmente aceptó conocer a Mariana.
El día en que se encontraron, Juan quedó cautivado por la belleza y la vitalidad de Mariana. Su conversación fluyó con naturalidad, y por primera vez en mucho tiempo, Juan sintió una chispa de emoción que había estado ausente en su vida durante demasiado tiempo. Había algo en Mariana que despertaba algo dentro de él, algo que había estado dormido durante años.
Después de su encuentro, Juan no pudo dejar de pensar en Mariana. Su mente estaba llena de pensamientos sobre ella, y se sorprendió a sí mismo sonriendo ante la mera idea de volver a verla. Por primera vez en mucho tiempo, se sentía vivo, como si hubiera despertado de un largo letargo.
Mientras reflexionaba sobre al último encuentro con Mariana, Juan sintió una oleada de gratitud hacia Max y Wendy. Habían sido la luz en la oscuridad de su vida, guiándolo hacia un nuevo camino lleno de posibilidades. Y aunque no sabía qué depararía el futuro, estaba seguro de una cosa: Mariana había llegado a su vida en el momento perfecto, y estaba decidido a descubrir a dónde los llevaría su encuentro.