Fuera de rutina

La boda

La boda

 

La boda de Wendy y Max fue un evento lleno de alegría, emoción y amor, celebrado en un hermoso jardín con una decoración exquisita y detalles encantadores. La atmósfera estaba impregnada de romance y felicidad, mientras amigos y familiares se reunían para presenciar el amor que florecía entre los dos enamorados.

El sol brillaba en lo alto, iluminando el jardín con su cálido resplandor y creando un ambiente mágico para la ocasión. Los invitados llegaban vestidos con sus mejores galas, emocionados por ser testigos de este momento especial en la vida de Wendy y Max.

Marcelo, el hermano de Wendy, estaba emocionado de desempeñar un papel importante en la boda de su querida hermana. Con un atuendo elegante y una sonrisa radiante, se preparó para llevar a Wendy al altar, donde Max la esperaba ansiosamente.

Con delicadeza y determinación, Marcelo ofreció su brazo a Wendy, quien estaba deslumbrante en su vestido blanco. Con gracia y emoción, Wendy tomó el brazo de su hermano, sintiendo una oleada de felicidad y gratitud por tenerlo a su lado en este momento tan especial.

Con pasos seguros y tranquilos, Marcelo guió a Wendy por el pasillo, mientras la música de la marcha nupcial llenaba el aire con su dulce melodía. Los invitados se pusieron de pie y voltearon para ver a la hermosa novia caminar hacia su futuro esposo.

Los ojos de Max se iluminaron al ver a Wendy acercarse, su amor y admiración por ella brillando en su rostro. Con cada paso que daba, Wendy se sentía más segura y llena de emoción, lista para unirse a Max en el sagrado vínculo del matrimonio.

Marcelo y Wendy avanzaron juntos, compartiendo un momento de conexión especial mientras se dirigían hacia el altar. Con cada paso, Marcelo transmitía su amor y apoyo a su hermana, deseándole toda la felicidad del mundo en su nueva vida junto a Max.

Finalmente, llegaron al altar, donde Max esperaba con una sonrisa de oreja a oreja. Con lágrimas de alegría en los ojos, Wendy se separó de su hermano y se acercó a Max, listos para intercambiar sus votos y comprometerse a caminar juntos por el resto de sus vidas.

Mientras la música suave llenaba el aire, Wendy, radiante en su hermoso vestido blanco, con un ramo de flores en la mano y una sonrisa radiante en el rostro. A su lado, Max la esperaba con los ojos brillando de emoción y amor, listo para unir sus vidas en matrimonio.

Los invitados miraban con admiración mientras la pareja intercambiaba votos de amor y compromiso, prometiéndose amor eterno y fidelidad en la alegría y en la tristeza. Las palabras emotivas y sinceras de los votos resonaban en el aire, tocando los corazones de todos los presentes.

 

La boda de Wendy y Max estaba en pleno apogeo, y Juan y Mariana estaban felices de estar allí para celebrar este día tan especial. Se habían ofrecido para ayudar en todo lo que necesitara, desde organizar la recepción hasta asegurarse de que los invitados estuvieran cómodos y atendidos.

Después de la ceremonia, los recién casados fueron recibidos con aplausos y felicitaciones mientras salían juntos, mano a mano, como marido y mujer. Los invitados se congregaron alrededor para felicitarlos y brindar por su felicidad, compartiendo momentos de risas y lágrimas de alegría.

Mariana, con un vestido elegante y una sonrisa radiante, se movía entre los invitados con gracia y gentileza, ofreciendo su ayuda siempre que fuera necesario. Mientras conversaba con algunos de los amigos y familiares de la pareja, Mariana se encontró con Karl Brown, el padre de Juan y tío de Max.

  • Mariana: "¡Hola, soy Mariana! ¿Y usted debe ser Karl, el padre de Juan y tío de Max?", saludó Mariana con amabilidad.

Karl asintió con una sonrisa amable. 

  • Karl: "Así es, encantado de conocerte, Mariana. He escuchado mucho sobre ti de Juan. Estoy feliz de finalmente conocerte en persona".

Mariana devolvió la sonrisa, sintiéndose bienvenida por la cálida presencia de Karl.

  • Mariana:  "El placer es todo mío. Juan ha hablado muy bien de su familia. Estoy emocionada de ser parte de esta celebración".

Mientras tanto, Juan se encontraba ocupado ayudando con los preparativos de la recepción, asegurándose de que todo estuviera en su lugar y funcionando sin problemas. Estaba feliz de poder contribuir al día especial de su primo y su nueva esposa, y se esforzaba por hacer que todo saliera perfecto.

  • "¿Necesitas ayuda con algo, Juan?", preguntó Max, acercándose a su primo con una sonrisa.

Juan asintió, agradecido por la oferta de ayuda de Max.

  • Juan:  "¡Claro, Max! ¿Podrías ayudarme a llevar estas sillas a la zona de la recepción? Creo que necesitaremos algunas más".

Max asintió con entusiasmo y juntos cargaron las sillas, trabajando en equipo para asegurarse de que todo estuviera listo para seguir  la celebración. Mientras trabajaban, compartieron algunas risas y anécdotas, disfrutando del tiempo juntos como primos y amigos.

La recepción de la boda fue una celebración animada y llena de diversión, con una deliciosa cena servida bajo las estrellas y bailes que duraron hasta altas horas de la noche. Los novios disfrutaron de su primer baile juntos como esposos, rodeados del amor y el apoyo de sus seres queridos.




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