Fuera de rutina

Consecuencias

Consecuencias

 

En la oscuridad de la noche, Victor Cornelio caminaba con paso firme y una sonrisa satisfecha en el rostro. Estaba convencido de que había logrado su cometido al disparar a Juan Brown, su rival empresarial. Con cada paso que daba, sentía cómo la sensación de triunfo lo envolvía, alimentando su ego y su sed de venganza.

Finalmente, llegó al apartamento de Julia, con quien había planeado celebrar su supuesto éxito. Golpeó la puerta con entusiasmo, esperando ser recibido con los brazos abiertos por su cómplice en el crimen.

Julia abrió la puerta con una expresión de desaprobación en el rostro, su mirada llena de preocupación.

-Julia:  "Victor, no puedo creer lo que has hecho", dijo con voz temblorosa. "Esto ha ido demasiado lejos".

Pero Victor, cegado por la emoción del momento, no parecía dispuesto a escuchar razones.

  • Victor:  "¿Por qué estás tan preocupada, Julia? ¡Acabamos con Juan Brown! ¡Nuestra venganza está completa!", exclamó, tratando de mantener su euforia.

Sin embargo, la expresión de Julia se endureció mientras retrocedía un paso, claramente alarmada por el comportamiento de Victor.

  • Julia:  "No deberías estar celebrando esto. Lo que has hecho es despreciable y peligroso", dijo con firmeza.

Pero antes de que Julia pudiera decir algo más, Victor la agarró bruscamente por el brazo, su rostro retorcido por la ira.

  • Victor:  "¡No te atrevas a criticarme, Julia! ¡Tú también eres parte de esto!", gritó, su voz llena de rabia contenida.

Julia se estremeció ante la repentina violencia de Victor, sintiendo cómo el miedo se apoderaba de ella.

  • Julia:  "¡Suéltame, Victor! ¡No quiero tener nada que ver contigo ni con tus acciones!", exclamó, luchando por liberarse de su agarre.

La atmósfera se cargó de tensión mientras Victor y Julia se enfrentaban en medio del caos emocional. Por un momento, la celebración se convirtió en una confrontación amarga, dejando en claro que las consecuencias de sus acciones tendrían un precio mucho más alto de lo que habían imaginado.

 

 

Tres días después de la confrontación entre Victor y Julia, la justicia finalmente alcanzó a Victor Cornelio. Un grupo de policías llegó a su empresa con una orden de arresto en mano, listos para llevarlo ante la justicia por sus acciones.

En medio de la actividad habitual en la empresa de Victor, los policías irrumpieron en el lugar, con determinación en sus rostros y el deber de hacer cumplir la ley.

  •  "¡Todos quietos! ¡Este es un arresto!", exclamó uno de los oficiales, mientras el resto del equipo se desplegaba por el edificio.

Los empleados miraban con sorpresa y confusión mientras Victor era esposado y escoltado fuera del edificio.

  •  "¿Qué está pasando?", preguntó uno de los empleados, con voz temblorosa.

 

  • "Victor Cornelio está siendo arrestado por intento de asesinato y otros cargos relacionados", explicó otro oficial, mientras se llevaban a Victor entre la multitud.

Mientras era llevado esposado hacia el vehículo policial, Victor miró a su alrededor con impotencia, sintiendo cómo el peso de sus acciones finalmente caía sobre él. 

  • Victor: "¡Esto no es justo! ¡No he hecho nada malo!", protestó, tratando de resistirse.

Pero los policías continuaron con su trabajo, llevándose a Victor bajo la mirada atónita de los presentes. Con cada paso que daban, la sensación de justicia se hacía más palpable, dejando en claro que nadie estaba por encima de la ley, ni siquiera un empresario poderoso como Victor Cornelio.

Mientras el vehículo policial se alejaba, los empleados suspiraron aliviados, sintiendo cómo la sombra de Victor se disipaba lentamente. Por fin, la justicia había sido servida, y la comunidad podía empezar a sanar después de los oscuros eventos que habían sacudido sus vidas.

 




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