En una tarde tranquila, Juan y Mariana se encontraban en el parque, disfrutando de un agradable paseo bajo la sombra de los árboles. El ambiente estaba impregnado de una atmósfera serena y romántica, mientras el sol se filtraba entre las hojas y los pájaros cantaban suavemente en el fondo.
Juan, con una sonrisa nerviosa pero determinada, tomó la mano de Mariana con ternura y la miró a los ojos.
Mariana lo miró con curiosidad, sintiendo un palpitar en su corazón ante las palabras de Juan.
Juan respiró profundamente antes de continuar.
Mariana sintió un cálido rubor subir por sus mejillas mientras escuchaba las dulces palabras de Juan.
Juan sonrió, sus ojos brillando con afecto.
- Juan: "Entonces, Mariana, ¿te gustaría ser oficialmente mi novia?", preguntó con nerviosismo, esperando ansiosamente su respuesta.
Mariana no pudo contener su emoción y su alegría. Con una sonrisa radiante, asintió con entusiasmo.
En ese momento, el parque parecía iluminarse con la luz del amor, mientras Juan y Mariana celebraban su nuevo compromiso, emocionados por el futuro que les esperaba juntos.