Fuera de rutina

Vacaciones

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En la bulliciosa oficina de la empresa, Max y Wendy sorprendieron a Juan con una idea que lo dejó boquiabierto.

  • "¡Juan, mi hermano, es hora de unas merecidas vacaciones!", exclamó Max, con una sonrisa traviesa bailando en sus labios.

Juan levantó una ceja con incredulidad.

  • Juan:  "¿Vacaciones? ¿En serio?" preguntó, mirando a su primo con sorpresa.

Wendy asintió con entusiasmo. 

  • "Sí, Juan. Después de todos los problemas que hemos tenido últimamente, necesitas un descanso. Además, según mis cálculos, tienes al menos dos meses acumulados de vacaciones", explicó Max, señalando algunos documentos en su escritorio.

Juan se quedó pasmado.

  • Juan:  "Dos meses... Eso es mucho tiempo", murmuró, procesando la información.

Max se acercó y le dio una palmada en el hombro.

  • Max:  "Bueno, entonces aprovecha ese tiempo para disfrutar de la vida, hermano. Y no te preocupes por la empresa, estaremos bien aquí", aseguró con una sonrisa reconfortante.

Después de un rato de insistencia por parte de Max y Wendy, Juan finalmente cedió. 

  •  Juan: "Está bien, lo haré. Pero solo dos semanas", accedió, con una sonrisa resignada.

 

  • Wendy (luego de reir): "¡Perfecto! Ahora, ¿qué planes tienes para tus vacaciones?" preguntó con curiosidad.

Juan frunció el ceño, pensativo.

  • Juan:  "Bueno, pensaba... después de unos días, llevar a Mariana a un hotel todo incluido y solo para adultos", reveló, con una mirada pícara.

Max y Wendy intercambiaron una mirada cómplice antes de estallar en risas.

  • "¡Esa es la actitud, Juan! ¡Disfruta de tus vacaciones y de tu tiempo con Mariana!", exclamó Max, dándole un fuerte abrazo.

Con una sonrisa en el rostro, Juan comenzó a organizar los detalles de su viaje con Mariana, emocionado por la perspectiva de pasar unos días de descanso y diversión junto a ella.

 

La anticipación en el aire era palpable mientras Juan y Mariana se preparaban para su emocionante viaje al Hotel todo incluido en Riviera Maya. En la lujosa mansión de Juan, la pareja se movía de un lado a otro, empacando sus maletas y asegurándose de tener todo lo necesario para su escapada romántica.

  • "Estoy tan emocionada por este viaje, Juan. ¡Será increíble!" exclamó Mariana, con una sonrisa radiante mientras doblaba cuidadosamente su ropa en la maleta.

Juan asintió con entusiasmo, mientras revisaba los detalles del vuelo en su teléfono. 

- Juan (con una chispa de emoción en sus ojos) : "Sí, estoy seguro de que será una experiencia inolvidable. ¡Y con nuestro propio jet privado, será aún más especial!"

 Después de terminar de empacar, la pareja se dirigió hacia el jardín trasero, donde el jet privado de Juan los esperaba en la pista de aterrizaje. El sol brillaba en el cielo azul, creando un telón de fondo perfecto para su aventura.

  • "¡Aquí vamos, Mariana! ¡Prepárate para una experiencia increíble!" exclamó Juan, ayudando a Mariana a subir al jet con una sonrisa juguetona.

Mariana se acomodó en su asiento, sintiéndose emocionada por lo que les esperaba en su destino.

  • Mariana (sujetando firmemente la mano de Juan) :  "¡No puedo esperar, Juan! ¡Va a ser tan divertido!"

 

Con un zumbido suave, el jet despegó, elevándose hacia el cielo mientras dejaban atrás la ciudad y se dirigían hacia el paraíso tropical de Riviera Maya. Mientras el avión se elevaba, Juan y Mariana compartieron miradas de emoción y anticipación, sabiendo que estaban a punto de embarcarse en una aventura que nunca olvidarían.

El jet privado descendió suavemente hacia el aeropuerto de Riviera Maya, y Juan y Mariana se emocionaron al ver las brillantes aguas turquesas y las interminables playas de arena blanca que se extendían ante ellos.

  • "¡Wow, esto es increíble!" exclamó Mariana, con los ojos brillando de emoción mientras miraba por la ventana del avión.

Juan asintió con una sonrisa, sintiendo una oleada de emoción por lo que les esperaba en su escapada romántica.

  • Juan:  "Sí, es realmente hermoso aquí. Estoy emocionado de explorar todo lo que Riviera Maya tiene para ofrecer", respondió.

Después de recoger su equipaje, la pareja se dirigió al lujoso Hotel todo incluido y solo para adultos que habían reservado. Al llegar, fueron recibidos con cócteles de bienvenida y cálidas sonrisas por parte del personal del hotel.

Durante los siguientes días, Juan y Mariana disfrutaron de una variedad de aventuras en el hotel. Se relajaron en las piscinas de aguas cristalinas, se deleitaron con deliciosas comidas gourmet y se sumergieron en el lujoso spa del resort.

Una de las experiencias más memorables fue una tarde en la hermosa playa del hotel. Juan y Mariana pasearon por la orilla, sintiendo la suave arena entre sus dedos de los pies y escuchando el sonido tranquilizador de las olas rompiendo en la costa. Se detuvieron para tomar fotos juntos, capturando momentos felices que guardarían para siempre.




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