Capítulo 1: Una Noche

Mi vida no era muy interesante que digamos. Trabajaba en un club nocturno como mesera y de día estudiaba en la universidad. Mientras que muchos a mi edad tenían mejor trabajo y eran ya alguien, yo seguía viviendo en la casa de mis padres y tratando de pensar en que exactamente iba hacer con mi vida.

—Camila, aquí está la bebida — coloca una margarita en mi bandeja

—¿Qué mesa era? — pregunto pues me había ido a otro mundo con mis pensamientos

 —La mesa seis — bufa volviendo a trabajar

Yo asiento y me dispongo a caminar a la mesa mencionada. Al instante, siento una mirada sobre mi pero no me atrevo a voltearme y ver quien es. 

Al llegar a la mesa, tomo la bebida y la dejo sobre el orificio negro y redondo en donde se encontraba un viejo junto con unas strippers del club.

—Nena, créeme que te pagaría mucho solo porque estés sentada aquí junto conmigo y me digas cosas lindas — el viejo ríe perversamente y la dos chicas a su lado imitan su acción

Formo una cara de asco.

—Son veinte dólares — le digo ignorando su indecente propuesta

El hombre suspira dándose por vencido y me arroja el dinero. Lo tomo y me lo guardo en el bolsillo del pantalón retirándome. De nuevo siento la mirada sobre mi y decido voltearme.

Mi mirada se encuentra con la de un hombre muy apuesto de pelo negro corto, ojos azules, leve barba y que vestía una camisa de botones blanca.

El hombre me sonríe levemente pero no es una sonrisa como la del señor que había recién atendido. Su sonrisa era encantadora y... amable.

Con sus dedos me dice que vaya hacia allá, por lo tanto decido ir hacia él.

—Buenas noches, ¿en qué le puedo servir? — digo educadamente al estar enfrente de él

—¿Acaso puedo tenerte a ti? — pregunta mordiéndose el labio inferior

—Lamentablemente no vengo en el menú— le sigo el juego

—Era broma, disculpa. ¿Podrías traerme una botella de vodka? — pregunta con amabilidad

—Claro — contesto viendo el numero de la mesa para voltearme pero antes su voz me detiene

—Y era broma lo de poderte tener aunque eres muy hermosa — dice 

—Muchas gracias — contesto sonriendo y sigo caminando hacia la barra 

—¿Qué te han ordenado ahora? — pregunta Steven 

—Nada en especial, solo una botella de vodka — le digo inclinándome en la mesa de la barra recostándome de esta 

Mis pies me estaban matando de tanto estar caminando con los tacos esos que solo hacen que mis pies duelan. 

Steven busca la botella y me la da junto con un vaso.

—Gracias — mencionó al tomar la botella y la llevo a la mesa en donde estaba el extraño

Dejo la botella encima de la mesa también con el vaso y él la toma para abrirla y beber de esta directamente.

—Oye, tranquilo. Todos tenemos una mala vida y problemas pero no hay necesidad de tomar tan rápido — comento al haber visto su acción 

—Lo siento — deja la botella en la mesa e intenta pararse pero se va de lado 

Rápidamente voy a donde él y lo ayudo a sentarse.

—Wow, de verdad que no estás bien. ¿Quieres que te llame un taxi? — pregunto a su lado

—No puedo dejar mi auto aquí, por favor llévame a mi apartamento en mi auto — me pide recostándose de mi hombro para reír leve 

—No creo que pueda hacer eso — digo dudando de mi misma

Oh vamos Camila, sabes que lo harías si él te lo pide una segunda vez. Además, esta es tu única oportunidad de estar con un chico tan apuesto como él. 

Me lo pienso y es verdad lo que mi subconsciente me dice ahora mismo.

—Por favor — me lo pide —Sabes que no puedo manejar estoy como que muy jodidamente ebrio para hacerlo y tú eres mi salvación hermosa — acaricia un poco mi mejilla

Me alejo y lo tomo de su brazo haciendo que se ponga de pie y se recueste sobre mi pero no del todo.

—Bien entonces — murmuro aceptando su petición y voy hacia donde Steven dándole parte del dinero de esta noche

—¿A dónde irás? — me pregunta con curiosidad

—Dice a Mason que tendré que salir antes porque surgió una emergencia con mi primo — me refiero al desconocido y este asiente con su cabeza continuando con lo que sea que estaba haciendo

Llevo al extraño conmigo a la salida.

—¿Cuál es tu auto? — le pregunto en el estacionamiento