Fuerte & Claro

Tyler

Shamall no le había hablado en toda la noche y eso le molestaba, un trueno sonó causando un pequeño corte eléctrico el cual volvió. —Derian iré al baño— el rubio se había puesto de pié y se dirijo hacía el baño, por un momento pensó en seguirlo pero mejor iría a comprar una sombrilla en la tienda de la vuelta iba a llover y no permitiría que Shamall se mojase.

Estaba tardando demasiado. —Hola...— era Grace. — ¿Esperas a Dan?— no había entendido muy bien pero asintió. —No creo que acepte ir contigo está enojado— no lo estaba.

—Aun así lo esperaré— ¿Que estaba pasando con Grace porqué le miraba así?

—El irá con su amigo— pasos, se concentró tanto en observar si Dan saldría que no pudo evitar lo que Grace haría. —Me gustas, Tyler— ella acortó la distancia entre sus labios abruptamente.

— ¡Dan!— acaso se enojó o se puso celoso, debía seguirlo. —No pensé que harías eso, puedes intentar lo que sea pero a pesar de las innumerables veces que lo hagas me seguirá gustando Dan, porque el cambió mi aburrida rutina universitaria— era bueno para ocultar sus sentimientos, llevaba observando a Dan desde hace mucho... desde su último año en la secundaria aunque siempre se ocultó de su vista, cuando supo que Dan vendría a esta universidad él también quiso ingresar y ahí estaba con la nariz roja al igual que sus ojos —¿Porque lloras Dan?— ¿Acaso le gustaba a Shamall? Eso sería como tocar el cielo. — ¿Acaso te gusto? Si es así ella me besó— podía ver la expresión de alivio pero su ceño fruncido aún seguía ahí.

— ¿Y quién ha dicho que estoy llorando?  No estoy llorando son las gotas de la lluvia— quería besarlo de nuevo, otra vez quería hacerlo. —No tienes que explicarme nada, puedes salir con ella si quieres al fin y al cabo no somos nada—

— ¿Dan...?— el rubio secó su rostro con su mano aunque no sirvió de mucho ya que la tenía mojada.

—Mmm— el rubio asintió y alzó su vista un poco.

— ¿Puedo besarte?— error.

— ¡No! ¿Acaso crees que puedes besarme todo el tiempo? No lo malinterpretes solo porque te dejé hacerlo unas cuantas veces— se había hecho demasiadas ilusiones, aunque le hubiese fascinado ser correspondido... su espalda se hacía más pequeña con los pasos. Apretó el mango del paraguas con una expresión poco agradable, lo había arruinado otra vez por más que intentase no ser un estorbo o no molestarle lo hacía.




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