Fuerte & Claro

Dan

Desde aquél día Tyler no había vuelto a clases, le había ido a buscar pero no aceptaba sus visitas, el rubio había comenzado con clases de señas... nunca pensó que le pondría tanto esfuerzo a algo, pero vedlo ahí había tardado toda una semana para poder decir Me Gustas en lenguaje de señas, eran nueve sencillos pasos pero para el eran extremadamente complicados. —Dan ¿supiste? — Derian estaba en frente de el con una soda en su mano, el rubio puso su expresión de duda y le observo fijamente. —Lee ya no escucha nada, quedo completamente sord... — No podía ser cierto, no lo era... debía ir a él, ¿acaso se acabaría todo? no, no lo haría.

Frente a su casa, llamo muchas veces hasta que la señora Lee salió. —¿Dan, ya te has enterado? — el rubio solo asiente y presiona sus labios con preocupación. — Espera un momento, te abriré — asentir. —No ha comido absolutamente nada... tampoco sale de su habitación y eso me preocupa mucha... ten estas son las llaves — a la de tres entraría y le importaría nada.

— ¡¿Qué haces aquí?! No puedo oír absolutamente nada... todo se arruinó y no quiero ponerme esos auriculares son un estorbo...— su voz se quebraba poco a poco y hacía que el menor quisiese abrazarle y decirle "todo está bien". — Ya no sirve de nada, ¿Quién querría salir con un sordo? ¿Imagínalo?— diría la única frase que había aprendido en el curso.

Debía apuntarse a sí mismo, poner ambas manos en puño sin presionarlas mucho y presionarlas sobre su corazón como si abrazase a alguien, luego apuntar a un ser querido... debía realizar los pasos consecutivamente y decir ¡te amo! Debía hacer un puño con su mano no presionar demasiado y sonreír... siempre debía sonreír, debía levantar su dedo meñique ya que así se realiza la seña del pronombre personar "Yo", luego debía levantar el dedo índice... al levantar ambos dedos se formara una especie de cuernos, levantar el pulgar el dedo índice y el pulgar crean la letra “L”... mientras que el dedo meñique y el pulgar crean la “Y”.

Los debía realizar consecutivamente, para finalmente decir... Te amo

Nunca en su vida le había visto sonreír así tan repentinamente pero podía asegurar que se veía hermoso.




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