Jimin.
No le encontraba en el campus había pensado que quizás estaría de nuevo en aquél manzano pero pensó mal por que ahí estaba de pie frente a unas chicas del club de señas, debía devolverle su pote así que se puso en marcha para ser retenido por su amigo Jin. —¿Qué haces imbécil? No puedes interactuar con el, ¿Acaso no haz oído todo lo que dicen? Es un engreído que usa como escusa a su sordera para no interactuar— estaba equivocado, el rubio sabía que era un buen tío es solo que le malinterpretaban. —De hecho ha sacado una hoja pidiendo a un anotador, ya sabes alguien que tome apuntes por el ya que no puede oír bien— sin pensarlo dos veces ya estaba arrancando la hoja del tablón de noticas.
—Lo siento pero debo encargarme de algo, adiós— ya no estaba pero sabía a que lugar se había ido. —¡OH joder, otra vez!— y ahí estaba con un libro en sus manos. —Ah hola, he traído tu pote, lo he lavado, toma— que le pasaba por que no hablaba y había caído en cuenta. —Oh cierto, espera lo escribiré— ya había comenzado a buscar una libreta.
—No, si hablas lento puedo escucharte— de algo le servía hablar fuerte.
—Oye... al respeto sobre esto quiero hacerlo, déjame como paga puedes darme comida, estaba deliciosa— tenía esa nota en su mano la cuál estaba estirada para enseñársela a Jeon.
—Mmm sí— afirmó cerrando su libro.
Se había tomado la libertad de sentarse. —Oye ¿Asistes a el club de señas?— podía parecer imprudente pero tenía curiosidad así era el, sin cuestiones ni retrasos solo iba directo a el grano.