Jungkook.
Se preguntaba que le gustaba comer a Jimin, así que le pidió a su madre preparar carne de hamburguesa. Se aproximó a el tablero de Noticias para ver que hoy Jimin no tomaba sus notas, pensando en el estaba ahí afuera con su típica sonrisa. —Park...— el estaba con sus amigos, Jeon decidió silenciar su llamado pensó que incluso habían momentos en los que no podía estar dentro de la vida de Jimin.
—Jungkook— aquella voz le llamaba y le hacía tan feliz pero sin embargo no podía arrebatar aquellos momentos felices de Jimin. —¿Porqué pasas de mí? no vuelvas a ignorarme— el rubio lo tomó del hombro mientras se quejaba.
—Hoy no debes tomar mis notas— se estaba excusando inútilmente.
—Entonces porque no tomaré tus notas hoy no podremos seguir hablando más— su estomago gruño lo que hizo que a Jeon se le escapara una leve carcajada. —¿Con que ahora ya no sonríes sino que te burlas?— había notado que Jimin sonreía todo el tiempo y eso le hacía feliz.
—Tu sonríes todo el tiempo y eres muy escandaloso haciéndolo— se sintió un poco feliz de estar así hablando con el. —He traído tu pote aún así no te tocará anotar por mí ¿Lo quieres?— Park se emociono y sin notarlo ya lo arrastraba hacia el árbol
Los dos tomaron asiento recostados sobre aquel manzano. —Estoy hambriento, si no como ahora no sabré que me pasará después— no sabía porque con Jimin quería sonreír todo el tiempo, el le hacía feliz con su voz estruendosa y su lindo rostro.
—No hay necesidad de decirlo— otra vez había descubierto una gran sonrisa.