Jimin.
Lo había arruinado, aquel día había tomado la iniciativa de pasar de él, pero ya no sería necesario, pues esta vez el ignorado era él. —¿Has discutido con Jeon?— el rubio asintió con resignación. —Fue bueno pensarlo al ver el anuncio que publicó— ¿Anuncio? No necesito preguntarlo, pues Jin lo dedujo según a su expresión. —¿No lo sabías? Está buscando un nuevo tomador de notas— no, no lo aceptaba.
Una cosa era pasar de él y otra era intentar cortar todos los lazos, había abandonado a Jin con una expresión de asombro en la entrada de la cafetería, debía encontrarle y discutir sobre el tema con él.
Más bien debería disculparse por su actitud, Jungkook no ha hecho nada, no debería de importarle lo que haga o hiciese con alguien más.
Al llegar a su pequeño cuarto en un viejo edificio a dos cuadras de la universidad, se tumbó en la colcha que yacía en el suelo, debía conseguir un empleo que le pagara lo suficiente, eso de no tener ni un bocado en la nevera le estresaba. Un mensaje sonó en su móvil o lo que quedaba de él.
¿Qué era esa presión en su pecho? Había comenzado a salir con alguien ¿Por qué Jin le enviaría una foto de Jeon tomando la mano de una chica? ¿Por qué sentía como si su corazón quisiese estallar? ¿Acaso estaba celoso? ¿No mentían al decir que era lento en comprender lo que le decían?
—¿Tanto te gusto? Jajjaaj—
—Sí, me gustas Jimin—
O sea que aquella vez él... ¡Era un imbécil! Apenas le comprendía con claridad sin que sus inseguridades le hicieran dudar como la mayoría del tiempo. Tenía que ir, tenía que decirle lo que sentía.
Sí, tuvo muchas oportunidades, pero fue un imbécil al dejarse llevar por sus inseguridades, debía ir a verlo ¡Ya!