Fuerza Génesis

Capítulo VIII

–¡¡NO!!– me rehúso, soltándole.

–Podrás recordar– alza su voz por encima de la  mía –Será como repetir lo que hacía entre las personas dormidas cuando te buscaba, sólo que impulsaré tus memorias a conciencia real.

–¡No, Kyliam!, ¿Crees que me importa?, ¿Para qué las quiero?

–¡Las necesitas para seguir!

–¡No!, ¡No quiero y no lo haré!, ¡Te equivocas si crees que aceptaré que te sacrifiques de esa forma!

–No existe otra vía.

–Puedo buscar el génesis como soy, con lo que tengo ahora.

–Agatha, ¿Puedes hacer eso?– el tono de tragicomedia que utilizó me hizo quedar como ilusa. Mi ángel negó con la cabeza.

–¡No lo aceptaré!– mis ojos se empañan–¡Tiene que haber alguien más fuera de ti!

–¿Postulas a algún residente de los cielos que esté dispuesto a reemplazarme?

–Le he rezado a Gabhy– digo esperanzada –Él hallará el modo de encontrar la verdad y ayudarnos.

–¡AGATHA, REACCIONA!– explota Kyliam, irritado –¡No te escuchan!, ¡Están demasiado ocupados contemplándose a sí mismos!, ¡Nadie va a ayudarnos!, mientras estamos aquí, el demonio avanza, contamina cada vez más al génesis. ¿Qué pasará cuando lo complete?, debes evitarlo a toda costa.

Empiezo a llorar.

–No te dejaré hacerlo– balbuceo, él sostiene mi rostro humedecido.

–Estaremos bien– promete, pero sé que no es cierto. Cierro mis ojos, avergonzada frente a nuestros espectadores, no puedo contener mi dolor –Tengo una idea…– me dice, su voz refleja tristeza.

–¿Eh?– no quiero ilusionarme pero ya lo he hecho en el momento mismo en que le escuché.

–Sabemos que para desintoxicar el génesis se requiere de un poder lo bastante alto. Si recuperas el génesis, como su portadora podrás custodiarlo pero no así purificarlo. Sin embargo, si utilizas la fuerza génesis como instrumento para un fin, tal como lo hiciste con el reinicio, ésta podría limpiarse por sí misma, lo hará si el propósito es sagrado. Como por ejemplo…

–Purificar un demonio– completo su oración –¿Es esto cierto?– me ilusiono.

–Disculpen…– quiso intervenir el sacerdote, pero mi ángel no lo dejó. Tras un breve intercambio de miradas, ambos permanecen en silencio.

–¿Qué?– exijo saber –¿Kyliam?

–No es nada. Él te explicará cuando estés lista.

–¿Y en qué te convertirás?– pregunta Mijkel –¿Ángel?, ¿Aún habiendo perdido la pureza?, ¿Aún manchado con pecado?

–No estoy seguro– parece sincero–Pero hacerme humano pudiera ser una de las probabilidades.

–O un ser sin naturaleza– advierte Gerva con un tono de preocupación.

–¡¿Qué?!– protesto –¡NO!

–No, claro que no– me calma Kyliam –Seré humano… Cómo tú– acaricia mi rostro –Y estaremos juntos de nuevo.

Miro fijo sus ojos, intentando hallar en ellos la verdad de lo que me dice.

–¿Lo prometes?

Antes de contestar, baja la mirada. Yo le sujeto el mentón y le obligo a verme.

–Kyliam, ¿Lo juras? Si no hay otra salida, si es esto lo que debemos hacer, lo aceptaré sólo si tengo un seguro. Sólo si me juras que no te perderé.

–Lo juro– dice, y sin importar los testigos me regala un beso.

Dulce, divino, atrevido, no puedo describir lo que siento ahora que sus labios se han vuelto uno con los míos. Me dejo llevar por su acto, confesando internamente que no existe un lugar mejor, su boca es mi puerto, él es mi casa. Diosa o humana, le pertenezco. Diosa o humana, le amo. Diosa o humana, será siempre él. Nuestra conexión es tan fuerte que cuando su beso termina, siento que me ha arrancado una parte de mí para llevársela consigo, y probablemente así sea. Sus manos me liberan para incorporarse. Le sujeto la muñeca.

–No te perderás, Kyliam– le aseguro –Me has rescatado incontables veces, esta vez seré yo quién te rescate a ti.

Sin decir nada más, se limita a sonreírme. Al darme la espalda, veo como se materializan sus alas y apoya sus brazos sobre el altar. Poniéndose de rodillas.

–Agatha– el sacerdote llama mi atención –La condición de demonio completo de Kyliam y la adquisición de tus recuerdos, te facilitará la entrada a los confines donde contaminan al génesis. El plan está trazado, sólo debes seguirlo.

Asiento.

–No es tan sencillo como se dice– advierte–Con su alma como la tendrá, sus intenciones podrían cambiar. Podría actuar en beneficio de los que ahora serían los suyos, será una prueba muy difícil.

–Mi amor por Agatha es mayor que cualquier tentación– Dice Kyliam desde su lugar, y une sus manos para iniciar un rezo.

–¿Cómo nos guiará si sus sentidos no estarán del todo lúcidos?– se preocupa mi padre.

–Ángel o demonio, su canal sigue siendo el mismo. Una vez instalado, enviará un mensaje a Agatha, quién con su nuevo poder podrá ubicarle fácilmente.

–Estoy lista– declaro.




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