Fugitivo Corazón

Capitulo 6

Cierro la puerta detrás de mí, pero no puedo del todo porque él la abre con fuerza haciendo que brinque en mi lugar del susto, está tan desesperado con ganar siempre nuestras peleas, que no puede soportar que lo deje hablando solo. 

—¿Qué quisiste decir con eso? 

—Sabes a lo que me refiero, y te voy a pedir de la manera más amable que no te vuelvas a acercar a mi hijo, no hasta que un juez sea quien lo ordene. 

—No puedes impedirme ver a mi hijo, y si me aleje de ti fue porque me engañabas —bufo rodando los ojos, de nuevo lo mismo. 

—¿Sigues con lo mismo?, ya te dije que no fue verdad, y aunque seas tu hijo, no te quiero cerca de él. 

—Yo sé lo que vi, tú estabas con ese hombre. 

—¡Como puedes creer que voy a estar con el hombre que me violo!, no pensé que estuvieras tan mal de la cabeza, pero al parecer lo estás, nunca estaría con él, jamás.

Ulises se queda en silencio unos segundos sin dejar de mirarme, sé que no me cree, pero la verdad me importa muy poco, nada de él me sorprende ya, creo que ya no es dolor lo que siento, es más decepción porque pensé que él en realidad me amaba. 

—Lo que haya pasado en el pasado no importa ya, me privaste de la posibilidad de ver crecer a mi hijo, eso no pienso olvidarlo. 

—¿Hubieras creído que era tu hijo? —se queda en silencio y yo sonrío asintiendo —. Exacto, creerías que es de él, cosas que jamás podría haber sido así porque yo no tenía nada con él. 

—Yo sé lo que vi, no puedes venir a querer que crea, que no es así, las cosas no son como antes que yo creía lo que me decías. 

—No necesito que me creas nada, eso ya no me importa, te quiero lejos de mi hijo hasta que un juez decida si puedes o no acercarte a él, porque si pensaste que dejaría que me lo quitaras, estás muy equivocado, eso jamás pasará. 

—Soy el mejor abogado del condado, podría decirse que del país —asiento sonriéndole. 

—Eso lo sé, pero yo también soy la mejor, me gradué con honores, no soy una estúpida principiante, ¿Quieres guerra?, bien, la tendrás. Lo único que no puedo creer es que te llenes la boca diciendo que quieres a tu hijo al lado y lo obligas a pasar por esto, él no lo merece. 

—Yo no soy el culpable de ello, eres tú por no decirme la verdad, él ni siquiera sabía que era su padre. 

—Porque creía que estabas muerto, hace unos días supo que no era así, tuve una conversación con mi hijo que jamás pensé que tendría y luego tú apareces en donde está, que aún no entiendo como lo supiste, y le dices que eres su padre, ¿Que está mal contigo? 

—Llegue a él porque está en el mismo campamento que mi sobrino, mi sorpresa fue saber que ese mocoso sabía que era su primo —suspiro tomando asiento en mi silla, tenerlo cerca me enoja, mi cuerpo es muy traicionero, igual que mi corazón. 

—Sí, lo sabía y también le hizo bullying por no sé cuanto tiempo. Tu sobrino necesita atención, tú y tu hermana están tan preocupados por su vida que han olvidado lo más importante que es Eros, él no tiene por qué buscar formas como esas para llamas su atención. El hombre del que me enamore siete años atrás no hubiera permitido que eso pasara. 

—Ese hombre desaprecio hace siete años —Asiento. 

—Sí, lo tengo más que claro. Ahora, si no tienes más que decirme te pido que te vayas de mi oficina, tengo muchas cosas que hacer —me observa una última vez antes de salir de mi oficina.

 

****

Logre que un juez firmara la orden de restricción de Lorena, quise llevarla yo misma, pero mejor no lo hice, Luke no es el mismo hombre dulce que conocía, al parecer está mentido en cosas turbias y también ingiere drogas. 

Llegue a casa y luego de como todos los días hablar con mi hijo, baje para buscar a mi hermano, necesitaba su ayuda para ganar la custodia de Arón, no dejaría que Ulises me lo quitara, eso jamás. Cuando llego a su estudio lo encuentro con las manos en su cabeza. 

—¿Con migrañas de nuevo? —digo haciendo que levante la mirada para observarme y luego asiente.

—Sí, me están matando, ¿Qué sucede?, Lorena me comento que conseguiste la orden contra Luke.

—Sí, un policía de la corte se la hizo llegar hoy, no me quiero imaginar su rostro en ese momento —digo con una sonrisa. 

—Pero eso no es lo que te está preocupando, ¿Qué está pasando? —suspiro tomando asiento frente a él. 

—Ulises sigue con la idea de quitarme a Arón, sigue creyendo que tuve algo con Tomás mientras estaba con él, y eso no ees lo peor. 

—¿Hay más? —asiento. 

—Dayna es su prometida, no quiero a esa mujer cerca de mi hijo, tiene una obsesión por mí y esto segura que hará lo que sea por dañarme y Arón es su mejor jugada. 

—Vaya, jamás pensé que el que fue mi mejor amigo estuviera tan tonto, ¿qué hace con esa loca? —levanto los hombros en respuesta porque ni yo lo sé. 

—No tengo la menor idea y la verdad ya no me importa. 

—¿Ya no lo amas? —rio negando. 

—Ojalá, desearía decir que deje de hacerlo, pero sería un vil mentirosa, lo amo como antes, no sé cómo podre sacarme este amor del pecho, no solo me lastima a mí, también a las personas que me rodean —Mi hermano extiende sus manos sobre la mesa para tomar las mías. 




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