A veces cuando uno se enamora comete locuras.
A veces nos lastiman.
A veces encontramos a nuestra media naranja sin que uno se dé cuenta.
A veces nuestra media naranja sea quien menos lo esperamos.
Y es que, si de ser honestos se trata, la vida no hace más que dar vueltas inesperadas en estas historias que se llaman vida… Nada es lo que uno espera, nada pasa como uno lo tenía planeado, y ya después no queda más que adaptarse e intentar ser feliz.