fuiste solamente una apuesta

Capitulo ocho.

Pasado un rato más los chicos se fueron de ahí dejando a de piel pálida solo en la casa con la chica.

 

          Tras haber sido cerrada la puerta de la entrada Yoongi se desplomo en el sofá tras soltar un suspiro cargado de cansancio y enojo, esto no estaba bien ni estaba PARA NADA bien… Agarro su celular el bolsillo de su pantalón y finalmente le contesto a su novia.

 

“Hola Jiing… Tu amiga está bien, solo estaba un poco enferma. Tengo día libre en el trabajo así que me quedaré cuidándola”

 

Soltó un suspiro mientras sacaba el cabello que había caído en su rostro y se disponía a preparar algo de comer.

 

          Mientras sacaba algunas cosas del refrigerador no dejaba de sentir culpa por no haber llegado antes.

 

¿Cuántas cosas habrá pasado ella antes de encontrarla?

 

¿Cuánto habrá sufrido?

 

¿Cómo habrá vivido todos esos años?

 

Ahora le caía en cuenta el hecho de que tenía mucho que aprender de ella, la última vez que la vio ella tenía solo nueve años… Ya hace mucho que son sabía de la existencia de su hermanita menor y eso le preocupaba… Después de que su padre le haya echado de la casa pensó que jamás la volvería a ver.

 

Y ahora, siete años después la volvía a tener en su vida…

 

 

 

Una media hora después a castaña se levantó de la cama dirigiéndose ahora hacia la sala de donde provenía un dulce aroma.

 

 

 

          En la cocina el chico de piel pálida permanecía preparando algo para el almuerzo.

 

 Este a los minutos volteó su mirada a ella dedicándole una sonrisa mientras le decía que se siente en la mesa que estaba frente a él, ella le miró en completo silencio unos minutos para luego acomodarse en la silla encontrándose frente a un horrible he acomodo silencio.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Ambos chicos se encontraban sentados en la mesa comiendo en completo silencio cuando Yoongi deja los palillos en la mesa. -Tania… Tú ¿recuerdas algo de tu familia? - Pregunto con evidente incomodidad ante lo que había dicho.

 

Namjoon le había contado hace unos meses que ella no recordaba mucho de su familia, o si es que o recordaba entonces no prefería contarlo.

La castaña levanto su mirada hacia el de piel más pálida con un gesto de evidente confusión, ahora fue ella quien dejo los palillos en su plato y soltó un suspiro.   - Recuerdo algunas cosas nomas… Mis papás siempre prefirieron a mi hermano mayor… Y la verdad que era muy cruel conmigo- Soltó con una sonrisa cargado de un sabor más que amargo.

 

Si recordaba a su familia.

 

Su mamá era una señora, en ese entonces, de veintinueve años, de cabellos tan oscuros como la penetrante noche y una mirada cruel y sin vida.

 

Su padre era un hombre de treinta y pico… De cabellos castaños y mirada expectante anta todos… Todos menos su hermano.

 

Y por último su hermano… no tenía muchos recuerdos la verdad.

 

 

 

Casi nunca lo veía y cuando lo veía era solo para recibir burlas muy crueles de su parte y recordarle el hecho de que ella no era as que un desperdicio en este mundo.

 

 

 

Yoongi le miro con tristeza al ver el gesto de dolor que ella había implantado en sus ojos al hablar de su familia.

 

Nunca les importe ¿sabes?... Solo me querían para aumentar sus ganancias y… Y como no les serví me mandaron aquí conde conocí a Nam-

Soltó mientras su voz se quebraba y sus os castañas orbes empezaban a desprender cristales cargados de dolor y asco hacia ella misma, rápidamente se usó de pie y seco sus lágrimas.

 

Sabes ya no tengo hambre, mejor me voy…-

Musito mientras se daba vuelta y corría a su habitación encerrándose tras un portazo dejando todo en silencio y a un chico de veintiuno años solo y muy muy culpable.

Tania cerró la puerta tras suyo mientras llegaban a su cabeza lapsos sobre su infancia.

 

          Las peleas que tenían sus padres.

 

          Las burlas que reciba por parte de su hermano y los amigos de él.

 

          Todas las veces que sus padres le gritaron y la humillaron

 

Sus ojos empezaron a desprender con más fuerza aún lágrimas mientras tiraba su cuerpo hacia el suelo apoyando su espalda en el respaldo de   la cama… Esta vez, hoy por primera vez en muchos años, le dolía todo lo que su familia le había obligado a pasa a tan corta edad, apretó con fuerzas sus cabellos mientras dejaba salir un lamentero quejido cargado de dolor seguido de un millón de lágrimas más.

 

 

 

Namjoon abrió de golpe sus ojos tras escuchar como la latina se ahogaba en lamenteros quejidos cargados de dolor y un mar de lágrimas.

 

          Se sentó en la cama mientras preocupado empezaba a debatir si es que era verdaderamente lo correcto querer ir a intervenir e intentar ayudarla o no hacer nada.

 

¿Qué podría hacer el verdaderamente?

 

¿Serviría si es que a él se le ocurría intentar algo?

 

Y es que debemos tomar en cuenta el hecho de que él era en parte, en una GRAN parte, el responsable del dolor que ahora su mejor amiga experimentaba… Tras ollar un suspiro se puso de pie y se vistió con un buzo para luego agarrar su peluche de Ryan junto a un almohadón y mantas para irse a dormir a la habitación que estaba en el primer piso.

 

 

 

 

 

 

 

Al amanecer el de piel morena despertó por el incesante sonido de su alarma… Tras refregar sus ojos unos minutos se puso de pie y vistió para después irse a la sala a desayunar.




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