fuiste solamente una apuesta

Capitulo Nueve.

Mei cerró la puerta tras suyo mientras llegaban a su cabeza lapsos sobre su infancia.

 

          Las peleas que tenían sus padres.

 

 

 

          Las burlas que reciba por parte de su hermano y los amigos de él.

 

 

 

          Todas las veces que sus padres le gritaron y la humillaron

 

Sus ojos empezaron a desprender con más fuerza aún lágrimas mientras tiraba su cuerpo hacia el suelo apoyando su espalda en el respaldo de   la cama… Esta vez, hoy por primera vez en muchos años, le dolía todo lo que su familia le había obligado a pasa a tan corta edad, apretó con fuerzas sus cabellos mientras dejaba salir un lamentero quejido cargado de dolor seguido de un millón de lágrimas más. Namjoon abrió de golpe sus ojos tras escuchar como la latina se ahogaba en lamenteros quejidos cargados de dolor y un mar de lágrimas.

          Se sentó en la cama mientras preocupado empezaba a debatir si es que era verdaderamente lo correcto querer ir a intervenir e intentar ayudarla o no hacer nada.

 

¿Qué podría hacer el verdaderamente?

 

 

¿Serviría si es que a él se le ocurría intentar algo?

 

Y es que debemos tomar en cuenta el hecho de que él era en parte, en una GRAN parte, el responsable del dolor que ahora su mejor amiga experimentaba… Tras soltar un suspiro se puso de pie y se vistió con un buzo para luego agarrar su peluche de Ryan junto a un almohadón y mantas para irse a dormir a la habitación que estaba en el primer piso.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Al amanecer el de piel morena despertó por el incesante sonido de su alarma… Tras refregar sus ojos unos minutos se puso de pie y vistió para después irse a la sala a desayunar.

¿Y adivinen que encontró?

Si, a una Mei depresiva y sin alma, Namjoon completamente preocupado intento hablarle un rato o conseguir alguna reacción por parte de ella… Pero la verdad es que nada funciono… por más que le hablara ella aprecia vacía.

Era como estar hablándole a una piedra.

Ya aburrido de ver a la latina tan muerta en vida agarro su abrigo y gorro para luego partir a sus clases… Tras haberse ido el chico de piel morena Tania soltó un suspiro mientras dejaba de un lado los platos con comida y subía a cambiarse para ir a la secundaria… Chistoso, el mundo se le estaba derrumbando a su alrededor y ella se preocupaba a ir a la secundaria a aprender cosas que seguramente no ocuparía en su vida diaria.

          Pero bueno, a los diecisiete años no tienes más opción que estudiar para ahogar ese abismo personal que uno tiene dentro.

Unos minutos después Yoongi se puso de pie disponiéndose a ordenar todos ahí e irse de ahí.

 

        Ahora… No estaba seguro de querer interferir en su vida.

 

¿En verdad tanto daño le habían hecho?

Soltó un suspiro cargado de arrepentimiento y dolor mientras se volvía a poner el abrigo, la mascarlo y el gorro para irse de ahí.

 

 

 

 

 

 

Muy entrada la noche el de piel morena ingreso a la casa donde vivía con su mejor amiga viendo todo en completo silencio. Dejo su gorro en el perchero de la puerta y se adentró encontrando dos paltos con comida en la barra de la cocina… Este miro confundido unos minutos la escena para luego subir a su habitación y disponerse a descansar.

A la mañana siguiente Namjoon goleo con fuerza su alarma al escuchar como esta empezaba a sonar.

 

 

 

                Ahora el enojo le estaba consumiendo a su máximo nivel.

 

 

 

Después de haber escuchado gran parte de la noche llorar a la castaña se le hizo imposible dormir… Completamente agotado se puso de pie mientras estiraba su cuerpo y se disponía a bañarse y alistarse para ir a trabajar.

 

 

 

          En la cocina vio a la latina sentada en la mesa en completo silencio.

 

 

 

Su mirada, antes llena de vida y amor, ahora era una puerta hacia un abismo infinito que no hacía más que consumirla.

 

 

 

Su nariz estaba colorada de tanto llorar.

 

Y su voz había abandonado su cuerpo.

 

 

 

Mientras preparaba su café siguió mirándola, era la verdad alarmante… Era como si su cuerpo estuviera ahí, pero a su vez parecía estar vacía.

Solo un saco de carne, pelo y huesos vacío.…

Tras soltar un suspiro se puso su abrigo y mascarilla mientras metía unos papeles a su bolso junto al café y dinero para comprarse la colación, ya casado se puso por último su gorro y salió de la casa dejándola sola.

La castaña soltó un suspiro mientras dejaba de lado el desayuno que se había preparado hace un rato, ahora no tenía hambre, así que quedaría para después.

          Se puso de pie para agarrar su bolso e irse a sus clases.

Valía un trozo de mierda el hecho de que el mundo se le esté cayendo a pedazos, ella debía seguir yendo a clases, aunque estas no le sirvan de nada.

 

En la sala ella ya se encontraba sentada en la silla atenta a su cuaderno cuando siente como un par de brazos la envuelves apretándola entre ellos… Su cuerpo se congelo mientras el de mechas color melocotón apoyaba su cabeza en el hombro de la chica y ponía una de sus manos sobre la de ella acariciándola…

¿No les ha pasado eso de que quedan completamente congelados y no pueden hacer algo por mucho que lo deseen?

Bueno, si ya conocen eso han pasado por esa situación, su cuerpo se mantenía completamente inmóvil mientras que el chico de piel pálida y mirada peligrosa le susurraba algo que la dejó en completo estado de shock. -Aquí termina el juego, linda… Y yo he ganado - Soltó tras una breve risa moviendo con una mano el rostro de la chica así besándola con brusquedad mientras los ojos de la adolescente se llenaban de lágrimas… La impotencia y el asco la consumían a la chica mientras intentaba alejarlo con todas sus fuerzas… El beso fue en lo relativo corto




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