En él momento que empezaron a ingresar los chicos al salón, sentí una intensa mirada sobre mí.
Levanto mi mirada poco a poco para toparme con una impresionante mirada azul, la más hermosa que hubiese visto en mi vida.
Él no aparto su mirada de mi en ningún momento hasta que tomó asiento.
Bienvenidos chicos y chicas, mi nombre es Evangeline, me pueden decir Eva; es un gusto tenerlos acá con nosotros.
¿Quiénes somos? se preguntarán.
Somos un grupo de jóvenes liderados por la iglesia para lograr no perdernos en los malos hábitos como lo son: las drogas, el alcohol, las malas influencias.
Nosotros solo queremos ayudarnos mutuamente a sobrellevar una adolescencia tranquila, sin tropiezos y ser jóvenes de bien.
¡Espero logren sentirse cómodos con nosotros!
Él en toda la sesión no dejó de mirarme y menos cuando se presentó.
-Me llamo Ángel - Dijo con su mirada azul sobre mí.
La tarde paso amena, disfrutamos conociéndonos todos, éramos aproximadamente 15 jóvenes, con edades de entre los 12 a 18 años, el mayor.