Ese día después del grupo.
Ángel me invito a ir al parque, había uno cerca del salón de reuniones. Caminamos muy juntos.
Sentía mucha paz estando con él.
Él, es un chico muy dulce, atento, observador. Nos sentamos en una banca y comenzamos a hablar de nosotros.
Estábamos en el mismo colegio. Si, y nunca lo había visto, que pequeño que es el mundo.
Eres un niño, le dije. Él se puso rojo, indicando que solo por ser un año menor, no lo hace ser niño.
Anocheció, teníamos que volver a casa; así que nos despedimos en la parada del autobús.
Ángel se acercó a mi despacio y deposito un suave beso en mi mejilla. Adiós Hermosa Eva, dijo.
Nos veremos en el Cole el lunes.
Ore para que el domingo pasara rápidamente...