¿fuiste tú?

Capitulo 9

Capítulo 9

 

Salgo del ascensor con un poco de apuro, Christian me está esperando para desayunar, obviamente después de la escena que presencie ayer en la puerta de la habitación, hoy no era un buen día para mí. 

— ¡Lilian espera! — Busco la persona que me habla, encontrándome con Edward. — Necesito decirte algo.

Presiento que no quiere hablar de trabajo, yo lo había evitado los últimos dos días, no me apetecía dar explicaciones.

— Cuéntame…

— No hemos hablado desde que fuimos por una copa — asiento — Me queda claro que lo último que quieres es tener algo conmigo.

— Esa noche bebí de más y me excedí, te pido una excusa por tomarme atribuciones contigo.

— No tengo quejas de tu beso Lilian al contrario eres una mujer bellísima y lo sabes — le sonrió por cortesía. — Mi queja es del lunático que dice que eres tu su mujer ¿Es verdad?

— ¿Octavio?

— Si ese.

— Bueno… — no quería que este hombre se confundiera — Sí, tenemos una relación de prácticamente un año. Lo siento por lo que paso.

— ¡Aléjate de mi mujer! Esas fueron sus palabras, prácticamente me amenazo, dijo que si me acercaba a ti me quedaba sin trabajo. Aún no creo que pueda hacer eso.

— Si se lo pide a Christian podría, él es uno de los mayores clientes de la agencia.

— Entonces si es hermano de Derek.

— Escucha, si, él es hermano de Derek, es su hermano mayor, está detrás de cada decisión de su hermano, no se mueve nada, sin que él diga sí. Yo me encargo que tu trabajo no corra peligro, te pido que olvides lo que sucedió.

Me voy para no darle más chance de seguir hablando, yo armé todo ese problema y de la misma forma tengo que arreglarlo.

Entro en el restaurante olvidando por completo mi conversación anterior al ver a mi jefe con una camisa floreada.

— Buenos días — le digo — Aquí estoy.

— Llegas tarde cariño. 

— Quiero café, si no lo tomo no puedo ser gente hoy.

Con un ánimo envidiable alza su mano y pide que nos sirva.

— Solo faltan diez días para tu primera pasarela, estoy emocionado.

Hoy era una olla llena de agua a punto de hervir, me ardía el alma, la imagen de Octavio con esa mujer me atormentaba. Me lo imaginaba siendo un príncipe con ella, trataba de darle forma en mi cabeza a la escena de él rescatándola ¿Cuáles serían las palabras que él utilizaría? ¿Su comportamiento?

— Lilian… Ese primer desfile es nada más el comienzo — trató de poner toda mi atención en Christian — Nuestros términos de trabajo van a cambiar.

— ¿Cómo? 

— No puedo limitarte a tener que trabajar exclusivamente con mi agencia cuando el mundo se está rindiendo a tus pies — en definitiva Christian ha sido una de las bendiciones más grandes de mi vida, ha sido un ángel tanto para Nina como para mí. — El contrato que tienes con la empresa sería cancelado. Nuestra relación laboral sería distinta, pasaríamos a ser socios, me gustaría ser tu representante. 

— Claro que sí, tú eres el artífice de todo, tú prácticamente me obligaste a ser tu modelo.

— ¡Maravilloso! — Me concentro en mi café.

— Llegó… — dice emocionado Christian.

Su mirada se fija en alguna persona atrás mío, no presto mucha atención, mi jefe suele emocionarse por muchas cosas o personas.

Para variar anoche tampoco dormí y Octavio mucho menos pasamos la mayoría de la noche uno al lado del otro sin decir media palabra. 

Cumplirle la cita a Christian fue un desafío, después de todo era domingo.

— Lilian… — de nuevo mi jefe está frente de mí — fue difícil conseguirla, pero por ti lo que sea.

— ¿Gracias? — No entendía nada.

Unos segundos después está al lado de él una mujer a la cual reconozco al instante, dejo mi café en la mesa, me quito las gafas oscuras de sol que traía puestas.

— Hola — su sonrisa irritante y su cabello azul se hace presente.

— Ella es Rose, va a ser tu entrenadora personal — anuncia.

Alzo las cejas y observo a la misma mujer que estaba anoche con Octavio — ¿entrenadora?

— Tienes que estar perfecta para tu desfile — su teléfono suena y sonríe — es Joel.

Se levanta de la mesa y nos deja solas, sin poder evitarlo ya ha nacido un mal sabor de boca a lo que se refiere a esta mujer. 

Nunca antes lo he hecho, pero por primera vez tengo actitud de supermodelo fuera del trabajo.

 — ¿Eres modelo?

Me demoro un par de segundos en contestarle — Si — una monosílaba es mi respuesta.

— ¿Tu marido? — Me extraña un poco su pregunta.

— ¿Disculpa? 

— Me siento mal contigo por lo de anoche. 



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En el texto hay: pasado, romance, amor

Editado: 19.09.2022

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