Futuro CarmesÍ

Capítulo 2. Regreso al oficio:

Al entrar a la inmensa corporación, puedo ver la gran diferencia tecnológica. El recibidor es una gran sala del tamaño de media cuadra; la decoración es simple con unas cuantas macetas holográficas, unas silla larga para sentarse y esperar, una pantalla tridimensional que no paraba de promocionarse a si mismo, y unas luces blancas que iluminaban todo el lugar. 

Me acerco al mostrador y la que me atiende es un robot tipo humanoide femenino.


-Vengo para ver al Director. -Digo en tono indiferente-.

-Buenas tardes señor -una luz que sale de su ojo recorre todo mi cuerpo-. Es un placer tenerlo aquí detective Sanders, por favor suba al elevador y diríjase al último piso; mi jefe lo está esperando. -señala con su mano a mi lado derecho-. 

Al voltear, noto como la pared se abre y da lugar a un pequeño ascensor que apenas tiene espacio para una persona. Entro y selecciono el último piso. Es curioso como algunas costumbres se mantienen, pues mientras subo las quince plantas del edificio suena una tenue y pacífica música para ambientar la situación.

Después de un rato por fin llego al piso deseado; las puertas se abren y lo primero que veo es una enorme pared de cristal opaca custodiada por dos Precursores personalizados. 
Los Precursores normales son unos robots de dos metros y medio de tamaño; son toscos e intimidantes a la vista, cuentan con las mejores herramientas de detección, persecución y eliminación. Si algo estaba en su lista de búsqueda, ellos simplemente tiraban a matar; es la primera y última fila de seguridad para los ciudadanos. Los modelos normales cuentan con el amigable color azul y rojo que todos conocemos, y sus "ojos" (entre muchas comillas) muestran un agradable color verde. En este caso, tienen un color negro plano por toda su estructura, y su "mirada" es de una luz roja amenazante.

Con sólo dar un paso enfrente los guardias bloquean mi paso. 
-Tengo cita con su jefe -digo en un tono algo fuerte y autoritario-.

Una voz grave y electrónica sale al unisono de los Precursores -Identifíquese-.

-¿Cómo?-.

-Identifíquese-.

La recepcionista sabía quién era, tal vez ellos también.
-Soy el detective Sanders, tengo una cita con el director-.

Ellos también me escanean el cuerpo entero.
-Identificación aceptada, acceso concedido-.

Los Precursores abren el paso y una parte de la pared de cristal se abre de abajo hacia arriba, dando lugar a un enorme escritorio al fondo de la habitación y el director esperando con una sonrisa.

-Bienvenido a mi mundo detective Sanders, es un honor tenerlo aquí. -dice el director Clint-.

-Hola señor Clint...-.                                                                                                        
Una silla se acerca a mi.

-Por favor tomé asiento detective-.

Dejo caer todo mi peso en la silla y esta inmediatamente me lleva justo al otro lado del escritorio; estoy frente a frente del director.

-¿Gusta algo de comer?-.

Diferentes platillos salen del enorme escritorio.

-No gracias, desde ayer estoy inapetente-.

-Una pena -toma un platillo de pasta boloñesa y todo lo demás es guardado-.

-Y... -da un bocado- ¿Qué le parece el lugar detective?-.

-Moderno. Por cierto se ve mucho mejor que ayer señor Clint, más natural-.

-¿Se nota el cambio? Ja, ja, ja, ja, ja-.

Esta vez el director llevaba un elegante y costoso traje color negro. Su cabello corto estaba cubierto por varias capas de gel y su cara estaba completamente descubierta, dando paso a su enorme cicatriz y un ojo en mal estado. 

Decido tomar la palabra.

-Señor Clint, ¿qué diablos está pasando aquí?-.

-¿No puedo comer algo? Ya es tarde y tengo el estómago vacío -da otro bocado-.

-Por favor deje de jugar conmigo y deme respuestas-.

-Siempre al grano, me encanta. Detective Sanders, ¿qué caracteriza a nuestra cultura el día de hoy?-.

-¿Perdón?-.

-¿Qué es lo más notorio?-.

¿Es algún juego?
-Supongo que, la tecnología-.

-¡Correcto! ¿Y esa tecnología qué resultados a dado?-.

-Ciencia, progreso, desempleo pero también hay más seguridad y -me interrumpe-.

-¡Seguridad! Esa es la palabra clave. Como sabrá el crimen en estos días prácticamente no existe, la ciencia logró la fórmula perfecta para el orden y la tranquilidad. Las estaciones policiales son un... adorno y símbolo de protección. Incluso ésta empresa, que se supone debe proteger a los pilares de la tecnología, es sólo una fachada. ¿En serio cree que Evolución TEC o Ciencias Evolutivas CORP necesita de "protección privada"? Somos juguetes en su enorme parque de diversiones. Pero, -su voz empieza a ser más grave- ¿qué pasaría si un día ocurre un asesinato en los grandes pilares que ni si quiera un Precursor a logrado resolver?, ¿sabe cómo reaccionaría la gente? Dejarían de confiar en el progreso, en todos los sacrificios humanos que se hicieron, en todo el sufrimiento por el que pasó la humanidad, pensarían que todo... fue... en vano. ¿Entiende por qué lo necesitamos?-.

Mi sangre está helada, mis dedos están aferrados con fuerza en los posa brazos de la silla.

-¿Quién fue el que me contrató en realidad?-.

-Detective Sanders... esa es una excelente pregunta. Pero lamentablemente no puedo contestarla, yo sólo soy un intermediario-.

El director Clint saca un lápiz y papel donde empieza a escribir una dirección.

-Aquí fue el suceso. Vaya allí y vea todas las pistas-.

-¡Espere!, ¡tengo más dudas!-.

-No hay tiempo -deja en el escritorio una batería para celular y un chip- póngalo en el teléfono que tiene. Será nuestro único medio de comunicación desde ahora. Si algo pasa, tírelo inmediatamente-.

-¿Qué puede pasar?-.

-Hasta pronto detective-.

Sus guardias entran en la habitación y toman mis brazos para sacarme.

-¡No!, ¡espere!-.

Me meten al ascensor y marcan el último piso sin que me de cuenta.




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