CAPÍTULO 15: ¿SERÁ?

¿SERÁ?

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Grace

Respiro estrepitosamente al levantarme, hoy tengo el día libre, por lo cual no he preparado nada, sólo dejaré que el día fluya de manera espontánea. Me acerco a la puerta de mi habitación y la abro sacando mi cabeza al pasillo y dejando mi cuerpo dentro la habitación, inclino mi rostro tratando de observar a ambos lados del pasillo y todo se ve calmado hasta que giro mi rostro hacia el otro lado del pasillo en el cual se encuentra la habitación de Milosh, por el momento no siento ningún movimiento de persona en la casa y tal cual recuerdo que hoy es el día de descanso de los empleados, cuando estoy apunto de entrar, sale Milosh con una toalla que rodea su cintura y deja ver una perfecta figura el cual me detengo embobada a admirar, pues no siempre se tiene esta oportunidad de ver a hombres con poca o nada de ropa al igual que las mujeres, puesto a que es considerado vulgar.   

Una mezcla de sorpresa y encanto pude ver en su rostro al verme, yo por el contrario salgo de la burbuja que he creado bajo su atenta y penetrante mirada con esos ojos azules que me invitan a nadar en aquel encantador océano, siento como mis mejillas se calientan,  después de uno cortos segundos su mirada se oscurece y muestra una sonrisa ladeada con aire de superioridad, con aire de sentirse orgulloso, porque sabe que se ve más que bien ¿Qué bien? Perfecto ¿Qué perfecto? Bueno sería perfecto si no tuviera tan pésimo comportamiento.

Veo como se acerca con su caminar tan erguido y pisadas firmes con sus pies descalzos, y me hace pensar en el sin número de mujeres que tal vez se han lanzado a él, porque con tremenda obra de arte ¿Quién no se lanzaría? Aunque conozco a alguien que no lo haría, sí confirmo que es nada más y nada menos que yo la misma Grace Alder De Amores.   

Cuando está a un metro de mí, mantengo mi vista fija en su rostro el cual en éste momento  posee rasgos de diversión entremezclada con seriedad en tanto yo me cruzo de brazos impidiendo que acceda más a mí o llegué a irrumpir en mi espacio personal.

ㅡ¿Qué se te ofrece?ㅡpregunto.

ㅡEn primer lugar, buen día, en segundo lugar tenemos que hablar, pues cuando íbamos a hacerlo el idiota de Evans aparecióㅡprofiere Milosh con total diversión al principio y luego al final con una mueca al pronunciar lo último.

ㅡEsta bien hablaremos, pero no será en éste momento y por favor vístete que no estamos en Áfricaㅡle respondo con tono de burla.         

ㅡ¿Acaso me vas a negar que no te gusta lo que ves?ㅡme interroga Milosh y su mirada en mí se profundiza.

ㅡ¿Y qué con eso?ㅡle digo levantando el mentón.

ㅡDe verdad que eres difícilㅡpronuncia en voz baja Milosh con voz ronca. 

ㅡTe pido de favor que detengas cualquier cosa que estés planeando, si no sabes lo que buscas, no desordenes la vida de otro, por favor desiste de lo que sea que te esté pasando por la mente.

En ese momento que dije aquello, él de un momento a otro me acorraló contra la pared y ni siquiera recuerdo en qué momento salí por completo de mi habitación, Milosh acerca su boca a mi oreja y susurra.       

ㅡCuando la lluvia vaya desde la tierra a los cielos  renunciaréㅡaquello hace que los vellos de mi nuca se erizen y caiga en un sumo aturdimiento.  

Milosh se gira y vuelve a su habitación, pero ¿Qué rayos? ¿No se supone que la que tenía que retirarse era yo? Y así señoras y señores es como se deja a una Grace queriendo replicar.    

(...)

Royel se había dedicado a trabajar y a ayudar a su familia y decidió dejar de trabajar tan forzosamente, porque su madre se había preocupado por él, puesto a que éste no tenía vida social y nunca le había visto cortejar a ninguna joven, pues ella entendía que su joven trabajador hijo merecía ser feliz, merecía encontrar ese amor que lo hiciera soñar despierto, que avivara la llama en su alma, que lo hiciera sentirse en paz.

Aquel joven decidió llevarse del consejo de su madre, así que se dio un buen baño y se vistió con ropa fina y elegante que había comprado con su mejor amiga de toda la vida, su hermana Natacha, ésta le había preparado un oloroso perfume con hierbas aromáticas el cual usó para darle un toque especial al traje que vestía y le acompañaba un hermoso peinado con el cabello echado hacia atrás que lo hacía lucir más apuesto de lo normal, pues tenía una encantadora apariencia.

Natacha y su madre al ver a su hermano e hijo parado en la sala tan hermoso y elegante se sintieron afortunadas de que él sea parte de ellas, fue tanto para ellas que la nostalgia las embargó por un breve tiempo y de sus ojos brotaron lágrimas con una mezcla de felicidad y tristeza, porque anhelaban que él encontrara a alguien tan buena persona como él, tan trabajadora y honesta como él, y la tristeza que salía entre sus lágrimas se debía al temor que sentía de que él llegara a ser miserable el resto de su vida si encontraba a su "amor", porque sabían claramente que las personas más buenas del mundo son a las que más hacen sufrir. 

__¿Por qué lloran?¿Acaso me veo tan espantoso?__pregunta en forma de broma, algo tan característico de él.      

Su madre y hermana se acercan a él, y le rodean en un tierno y caluroso abrazo fraternal el cual él recibe con los brazos abiertos.

__Solo que ya eres todo un hombre__dice su madre solviendo la nariz.

__Queremos que seas feliz__ora su hermana.

__Ya lo soy, tengo a dos hermosas mujeres en mi vida que me han dado todo el amor del mundo, estoy rodeado de tanto amor que dudo no ser feliz a estas alturas, las amo tanto __expresa Royel con gratitud rodeándolas nueva vez en un abrazo.