¿Traicionado por el cielo?

Capítulo 8:

¿Traicionado por el cielo?

—¿¡Por qué te has ido!? ¡Nos tenías preocupados! —me regaña Juan, apenas entro en la habitación.

—¡Lo siento! ¿De acuerdo? —me disculpe—. Solo quería ver a mi amigo — expliqué, cruzando mis brazos sobre mi pecho.

—Gabriel, te pusiste en peligro. ¡Él mismo vino por ti! ¿Entiendes la gravedad de lo sucedido? —me espeta, dejando a un lado su tono amable de siempre.

—¡Lo sé! ¡Y para rematar Rafael nos traicionó! —eleve un poco mi tono voz.

Observé a Juan y no hay ninguna expresión de sorpresa en su rostro. ¿¡Lo sabía!? ¿¡Sabían de su traición y no me lo dijeron!? ¡Serán capullos!

—¿¡Lo sabían!? ¿¡Sabían que estaba de su lado!? ¿¡Por qué demonios no me lo dijeron!? —pregunté, dejando que el enojo hablase por mí.

—No queríamos preocuparte... —toma una pausa antes de proseguir—. También nos hemos enterado de otra cosa, Dios no aparece por ninguna parte. Creemos que Rafael le ha secuestrado —dice y puedo notar el nerviosismo en su voz. ¡Esto debe ser una puñetera broma!

—¿¡Qué!? —llevé mis manos a mi rostro. Esto no puede esta pasando, debe haber alguna explicación para esto.  Dios no puede haber sido secuestrado, esto tiene que ser un mal sueño. ¡Sí! Eso es, esto es una pesadilla. Pronto despertare y nada de esto habrá sucedido.

—Rafael se lo llevó a algún lugar, ese ha sido su plan desde hace mucho tiempo —habla Cassiel —el desconocido que me ayudo a escapar— logrando que saliese de mi ensimismamiento.

—¿Desde cuándo nos ha traicionado? —me animé a preguntar y temiendo saber la respuesta.
 

¿Entonces para que preguntas? Eres un idiota.

—Desde antes de tu misión, nuestro padre siempre lo supo y nunca dijo nada —explica con tristeza y con algo de recelo en su voz.

¡Esto no puede estar pasando! ¡Hemos sido traicionados por nuestro propio hermano! ¿Acaso nadie entiende la gravedad del asunto? Joder. Todos se lo toman con demasiada tranquilidad. ¡Yo estoy de los putos nervios!

¡Demonios! Y Miguel no ha regresado aún. ¿¡Es que acaso no tiene nada en la cabeza!? ¡Enfrentarse él solo a ellos dos! ¡Se ha vuelto completamente loco! ¿Loco? ¡Peor que eso! ¡Está desquiciado!

Estoy caminando de un lado a otro, estoy realmente asustado. ¿¡Cómo pudo traicionarnos!? Joder.

"Il fui mis intiliginti qui ustidis y si pisi il iquipi ginidir" imite a Lucifer internamente. ¡Idiota!

¿Qué haremos ahora? Astaroth no mentía cuando mencionó que Dios estaba desaparecido, sólo que Rafael lo ha encerrado en algún lugar. ¿Pero dónde? ¿Cómo ha podido contra Dios?

¡Todo esto es una porquería! ¿Porquería? ¡Es una mierda está situación!

—¿Gabriel? —oigo la voz de Miguel.

¿¡Miguel!? ¿¡Cuándo ha llegado!? Me acercó a él y le inspeccionó. Esta perfecto, no tiene rasguño alguno. Dejó salir todo el aire que retenía.

—¿¡Estás bien!? —me alteré, dejando a un lado mi tono tranquilo y relajado.

—Sí, tranquilo —afirma y me regala una sonrisa.

—¿Qué pasó con ellos? —pregunté sin rodeos, con la curiosidad palpitando en mi interior.

—Sólo los distraje y después huí. No quería enfrentarme a ellos —explica—. No ahora y menos con la situación actual —alega y entiendo a que se refiere con "situación actual."

—¡Ajá! ¿Y si te atrapaban? ¿Qué hubieras hecho? ¿Acaso no piensas las cosas antes de hacerlas? —le espete, dejando que la preocupación hablase por mí.

—Lamento haberos preocupado —se disculpa en un susurro bajo—. ¿¡Pero en que demonios pensabas tú cuando te has ido!? ¿Puedes explicarme que pasó por tu diminuto cerebro en ese momento? —me regaña duramente, dejando atrás su tono dulce de hace unos momentos.

—Quería ver a mi amigo —respondí en un tono bajo.

—¡Te pusiste en peligro grandísimo idiota! ¿Puedes comprenderlo? ¿O debo explicarlo de otra manera para que lo hagas? —me apuntó con su dedo.

Me cruzó de brazos algo molesto, necesitaba ver a Gonzalo. ¡Es mi mejor amigo! Bah, es lo que yo creo, se supone que todo lo que yo pienso que es real es solo una vida de mentira.

¿Qué haremos ahora? Rafael nos ha traicionado, escondió a Dios en-quien-sabe-dónde. ¿Dios no sabía de su traición? No debió ni imaginarlo. ¡Esto apesta! ¡Joder Rafael! 

Quiero entender porqué lo hizo, que fue lo que lo llevó a traicionar a su padre. ¿Y si yo lo sabía? Yo he olvidado todo sobre mi pasado, no recuerdo nada sobre mi vida cómo ángel. No sé que pensar, si Rafael fue capaz de traicionarnos, quien te dice que otro de los nuestros no lo haga también.