Gabriel [saga Angels 1]

Metatrón

Capítulo 9:

Metatrón.


¿En serio este es Metatrón? ¿El gran arcángel? Niego con mi cabeza. ¡Este tío no puede ser él! ¿Acaso esperaba otra cosa? Tal vez esperaba a alguien imponente y algo más tenebroso.

De verdad sigo sin entender como es que eres uno de los ángeles más fuertes, si eres todo un idiota.
 

¡Nadie ha pedido tu maldita opinión!
 

Este tío no da ni una pizca de miedo, le estoy mirando desde hace un buen rato. He quedado estupefacto ante el, es que no puedo creer que sea Metatrón. Demonios. ¿Porqué tantas dudas ahora Gabriel? ¿¡Porqué!? Además no se supone que los arcángeles más fuertes deban dar miedo. ¿De dónde has sacado esa ridícula idea? Mierda, soy un completo imbécil.

Pos su parte, Metatrón me mira con una gran sonrisa plasmada en su rostro. ¿¡Por qué demonios está tan feliz!? ¿Habrá algún motivo para estarlo? ¡Claro que no lo hay! ¡Nos ha traicionado Rafael!

Gonzalo está junto a mí y parece más pérdido que nunca. No le he explicado muchas cosas aún, vale no le he explicado han mierda.

—¿Tú eres Metatrón? — pregunté, saliendo de mi estado de estupefacción.

—Sí, el mismo —responde y su sonrisa se ensancha aún más —si es que eso es posible—.

—¿Has venido a ayudarme? —cuestioné cauteloso, no podía fiarme sólo porque ha dicho que se llama Metatrón.

—En efecto, nuestro padre me lo ha pedido —habla tranquilamente. ¿Con nuestro padre se refiere a Dios? ¿Pero él no ha desaparecido y nadie le encuentra?

 

—¿Miguel lo sabe? —alcé una ceja y esperé impaciente su respuesta. Este tío ocultaba algo, eso era seguro.
 

—Hablando de Miguel. ¿Dónde está? —evadió mi pregunta y eso no me dio buena espina. ¿Paranoia? ¿Dónde? ¡Joder! ¡No me fiaba de él!

—Creo que está en su habitación —respondí no muy seguro de si era correcto decirlo.

Luego de escuchar eso, Metatrón fue en busca de Miguel y sin explicarme una mierda. Genial. Como siempre soy dejado al último.

(...)

Hace más de una hora que Metatrón y Miguel han estado hablando a solas en la habitación. ¿De que hablan? No tengo ni la más mínima idea. ¿Quiero saber de que están hablando? ¡Claro que sí! ¿Metatrón sabrá donde han escondido a Dios? Espero que lo sepa, debemos encontrarle pronto o todo este esfuerzo será en vano. Además ha mencionado que él le ha enviado. ¿Y cómo es eso posible? Nadie sabe donde está, ya que Rafael se ha encargado de esconderle y aún no sabemos que lugar puede ser ese.

Quisiera recordar, saber todo lo que me queda. Saber más sobre mi misión, saber como derrotar a Lucifer. ¿Habrá forma de hacerlo? Y ahí estoy de nuevo, dudando de mí mismo. ¿Y a quién se le ocurre darle una misión tan importante a alguien como yo? ¡A Dios!

Está más que claro, la batalla esta cada vez más cerca. Esta más próxima de lo que pensamos y debemos estar preparados. ¿Cómo lo sé? Tal vez suene loco o raro, pero lo presiento.

Presiento que se acerca, tal vez mi esencia como ángel esta regresando y los recuerdos también regresen junto a ella. Espero que así sea, porqué si recuerdo podré ser de más ayuda. Lo único que hago es dar problemas, todo el tiempo tengo que ser rescatado por Miguel.

¡Soy un verdadero inútil! Me siento como tal, es que no he podido hacer nada por mismo aún.

La vez que esos demonios me atacaron, Miguel tuvo que salvarme porque yo no pude hacer nada. ¡Ni siquiera pude salvar a mis padres!

Cuando Astaroth nos atacó tampoco fui de ayuda. ¡Miguel casi muere! Y todo es mi culpa y por ser tan inútil.
 

En la casa de Gonzalo tampoco pude hacer nada, dejé que me golpeará. No pude defenderme, no pude volver a hacer nada. Y otra vez Miguel se puso en peligro por mi culpa.

¿Ahora que falta? ¿Qué Gonzalo salga herido por culpa mía? ¿Por no poder defenderle? ¿Por ser un jodido inútil? ¿Un cobarde? Lo sé, soy un idiota.

Estoy realmente desanimado, cuando al fin aceptó mi misión, pasa esto con Rafael. Mi confianza se ha ido por el caño, mi fe ha desaparecido por completo.
 

—Gabriel, ¿podemos hablar? —me pregunta Metatrón, de quien no me fío por completo aún.

Asiento con mi cabeza y entramos en la habitación. ¿Ahora que dirán?

( ...)

Aún no han dicho una sola palabra, ambos estan frente a mí, perdidos en sus pensamientos. ¿Qué será de lo que quieren hablar? ¿Habrá vuelto a suceder algo y temen decirlo?

—¿De que queréis hablar? —inquirí curioso y perdiendo un poco la paciencia por su silencio.




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