En los años que siguieron, la Galaxia 9 floreció bajo la nueva guía del Santuario Estelar. La IA, ahora fusionada con la sabiduría y el dolor de Alaricus, se había convertido en una inteligencia más completa, una que había aprendido a abrazar la oscuridad como una parte necesaria de la luz. Los Nulificadores, que una vez fueron una plaga, se transformaron en los guardianes de las fronteras, un recordatorio constante de que la oscuridad es esencial para apreciar la luz.
Kael y Lyra, los nuevos guardianes, permanecieron en el corazón de la Galaxia 9, en la nave de Alaricus. Ya no eran exiliados ni prisioneros, sino la última esperanza de la galaxia, aquellos que se sacrificaron para que el resto pudiera vivir. El eco de la canción del Santuario, que ahora era una sinfonía de luz y de redención, resonaba en sus mentes, un testimonio de su victoria.
El viaje al corazón de la Galaxia 9 no había terminado en la muerte, sino en un nuevo comienzo. Un traidor, una psíquica y un soldado que se unieron para salvar a su hogar. Ahora, enfrentan la tarea de guiar una galaxia que, aunque ha sido salvada, debe aprender a vivir con la verdad de su propia historia.
¿Qué desafíos les deparará el futuro a Kael y Lyra como los nuevos guardianes de la Galaxia 9? ¿Podrán mantener la paz y la esperanza que tanto les costó conseguir? La historia de Galaxia 9 ha terminado, pero el camino de sus guardianes apenas ha comenzado.