Galeón Addiction

El Holandés Errante

Con la última estación justo en frente de ellos solo queda seguir a pie, la vista del mar se roba toda la belleza y la noche cayendo otra vez más, Morgan se dirige al puerto más cercano mientras sus botas se hunden en la arena a punto de aplastar huevos de tortuga, llegando a la orilla es un monstruo en comparación a los cangrejos.


 

-Qué... ¿Qué quieres muchacho?


 

-Quisiera saber si podría llevarme a la capital


 

-Ohh... ¿Escuchaste ese cariño? tu estas tan dañada y yo tan viejo, aun damos para más. muchacho, si tienes cosas que tengan mucho peso sobre ti, dejalas aqui o nos hundiremos


 

El ya retirado hombre da unos suaves golpes a su pequeño Barco, las gaviotas posadas vuelan alrededor de Morgan buscando comida


 

-Todo lo que puede ver en mi, es lo que tengo


 

-De acuerdo...


 

El motor del barco hace temblar a ambos mientras los peces saltan a la luz de una media luna, la niebla se hace pedazos mientras siguen adelante, las luces de los enormes focos se hacen notar, una metrópolis absurdamente grande, piernas de hormigón que sostienen a lo que más se asemeja a una plataforma petrolífera. el barco de tamaño mediano si se asemeja al resto, queda más pequeño que un grano de arroz solo con medirlo con lo que sostiene a esa monstruosidad, se pueden ver carreteras conectando con pequeñas islas que llevan a una península.


 

-Ahí está... Es más aterrador que cualquier monstruo marino que haya visto en mi vida


 

-Es tan... brillante...


 

El ojo de Morgan brilla al ver esas grandes luces sobre la ciudad, no le tiene miedo, admira su grandeza, el frío lo invade a la vez que sus largas pestañas se cristalizan


 

-Llegamos, ten cuidado con las escaleras, son alrededor de 153 escalones para llegar a la primera planta, luego de eso simplemente vive...


 

-¡Muchísimas gracias!


 


 

-No hay de que, son 200 Lunas


 

-Espere... OH QUE... CUANTAS SEMILLAS SON ESAS?!


 

-Ohh solo bromeo chico... buena suerte!


 

-Buenas... Gracias....


 

El hombre antes de retirarse le da caricias a su barco mientras le sonríe aliviado, se retira y ahora Morgan se motiva a subir sin dejar esas escaleras que con solo ver lo que te falta perderías la motivación


 

-66... 68... Oye María a ti te obligaban a subir estos escalones o solo eran lagartijas? recuerdo que me hacías hacer 200 pero como solo llegaba a las 30 me detenías ahí y me besabas todo el día


 

Pero María ya no responde a nada, se siente como hablar con alguien que duerme, porque está durmiendo.


 

-¿Nada? no puedes decir que he perdido la llama si estoy asi todo el dia


 

Finalmente llegan a los últimos escalones para ver un puerto con mucha gente pasando en traje de baño por una playa artificial, lo miran raro por traer la ropa que lleva, con sus miradas más peligrosas que cuchillos de cocina.


 

-¿Hay algo de malo en mi?


 

Morgan Mira su vestimenta, un traje de lluvia con botones, unas botas de lluvia que eran para una niña, manos y labios rotos, cabello castaño liso, pestañas largas y una cara pálida


 

-Soy una maravilla, prosigamos


 

Pero siguiendo el camino hacia la otra vereda puede notar más miradas sobre el


 

-¿Mi venda?... ¡No me miren, aléjense animales!


 

Todos lo miran con miedo, se alejan de él y gritan para que nadie pase cerca de él. Morgan escucha silbidos y gritos de un hombre armado a la lejanía que menea sus herramientas por sus dedos


 

-Ma...MARIA!? ¡DEJEN DE VERLA LA ESTAN ASUSTANDO!


 

Morgan saca su lanza en frente de todos, toda la multitud sale corriendo del pavor al ver un cristal Terra, se encienden luces rojas y azules y la presencia pasa a ser de las autoridades


 

-¿QUÉ QUIEREN?!


 

-Manos arriba, suelta el cristal y podremos solucionar esto de manera pacífica jovencito


 

-Acércate mas a mi pero no dejes de tener tus manos arriba


 

Habla otro oficial mientras llegan más con sus armas de una mano, una extraña pistola con luces y quien sabe cuantas mas basuras


 

-Dejar a María?! COMAN MIERDA


 

Los oficiales disparan al cristal, a Morgan no le toma más que un retroceso para cortarlas a la mitad, patear las rodillas de un policia dejándolo en el suelo, uno de ellos cambia a su arma de verdad pero Morgan le da un puñetazo tan fuerte que lo deja noqueado.


 

-MIERDA SE ESCAPA... no tenemos mucho tiempo... debemos llamarla, ella se encargará


 

-Enserio debemos dejárselo a esa idiota?!


 

-Esa idiota es la que solucionara todo, después podrás llamarla con todos los insultos que quieras, 


 

Las llamadas de más policías hacen que el chico, ahora fugitivo tenga que buscar un escondite, corriendo lo más rápido posible entra a una calle donde hay pequeñas carpas vendiendo frutas, desde todos lados escucha abucheos 


 

-¡FUERA DE AQUÍ PLAGA!


 

-¡ASESINO!


 

-¡SON ROPAS ROBADAS! ¡HAS MATADO NIÑOS!


 

-¡NO QUEREMOS MAS LADRONES!


 

Y desde sus puestos le lanzan piedras insultando y gritando 


 

-YA ERES EL 9 ESTA SEMANA MALDITA PLAGA! 


 

-¡YA BASTA! AY...


 

Morgan se tapa la cabeza de los piedrazos, pasando por los departamentos con vista al mar, luego de los enormes focos que tienen, atrás de todo están las calles, con cines, supermercados, botillerías, bares, restaurantes y un flujo enorme de gente, casi como si alguien fuera a caerse, sería pisado hasta la muerte, probablemente nadie se daría cuenta de lo que ocurre con tanto ruido, Morgan pasa más desapercibido entre la multitud, logra entrar a un callejón donde caen enormes gotas de lluvia que dejan charcos por la orillas, el chico se pone de rodillas para descansar, abraza a su amada y intenta levantarse




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