Gamaliel

CAPÍTULO 4 Anna. Viernes 26 de junio, de 2009. Mañana

Tuve un sueño extraño, es… extraño, tuve la sensación de que fuera real, por un momento, tan real que desperté sobresaltada y llorando, estoy boca arriba en la cama tratando de hallar un sentido a lo soñado y… no lo entiendo, dicen que cuando soñamos, los rostros que vemos, son  los que vemos en algún lugar y momento pasado, aunque fuera un instante, el subconsciente los almacena y esos son los que percibimos cuando soñamos, se debe a que el mismo subconsciente no puede inventar rostros nuevos. Pero en mi sueño, estaba como en un desierto, y las lejanías se difuminaban y dificultaban la visión a no más de unos pasos, yo era una niña pequeña y frágil que corría en círculos alrededor de una grieta en el piso, cantando y dando saltitos, tengo un vestido blanco y estoy descalza, canto una melodía que me solía cantarme mi abuela de pequeña, de golpe de la grieta comienza a salir un sonido, poco a poco se va haciendo más y más claro y puedo darme cuenta que se tratan de gritos de auxilio, me acerco a la grieta para ver mejor y todo esta oscuro, la claridad llega tenue y a media que aclara la grieta lo veo… un niño que está atrapado en la grieta, asustado y tembloroso, me mira y dice hoscamente —ayúdame por favor— yo extiendo mi mano para ayudarlo y parece como si se alejara de mí, me adentro un poco más y cuando estoy a punto de alcanzarlo… alguien o algo, no sé bien, me toma por la pierna y me jala hacia atrás, veo su rostro, la desesperanza y agonía, que expresa, pero no puedo hacer nada, despierto. Tengo una extraña sensación y las lágrimas acudieron a mis ojos. Se lo que dicen los expertos en onirología y todo el asunto de que no podemos reproducir rostros, pero tengo la sensación de que ese rostro, nunca en mi vida lo he visto. Entonces, ¿Por qué lloro?
Me levanto de la cama después de un rato mirando el techo y pensando en mi sueño, me sacudo la extraña sensación y me voy al baño, me doy un regaderazo frio que es lo mejor para comenzar el día y me preparo una buena taza de café, hoy no tengo ganas de cocinar, mejor me detengo en la panadería por algo y asunto resuelto.
Me estaciono frente la panadería, compro el diario a un chico que está en la esquina y entro, ese día el ambiente es pesado y aburrido, la mujer que me atendió estaba más dormida que despierta y parecía que solo la inercia la movía, me dio risa como le costaba levantar los ojos para tomar mi pedido, pero me contuve, me senté en la meza de siempre y le doy un bocado a mi pastel de queso, un sorbo a mi café «no funciono sin café» y comienzo a leer el diario, la mayoría de las noticias, no me interesan, la selección de futbol vuelve a perder contra argentina, otro obispo acusado de violación y una famosa estrella de cine que se casa con el nuevo y tercer amor de su vida, hay un poco de basura política, nada llama mi atención.
Cierro el diario, termino de comer y pido otro café, -uno pequeño, para no excederme-, no sé por qué pero vuelvo a abrir el aburrido diario de ese día y noto un encabezado que no noté antes, decía:

“Noche carmesí”, en la noche de este jueves el supermercado CADA C.A se tiño de rojo, en un enfrentamiento, entre la policía del estado portuguesa y los delincuentes, quienes robaron 800.000.000 bs en metálico, en dicho enfrentamiento, fueron abatidos dos de los autores del hecho delictivo, un guardia de seguridad privada y un oficial de policía del estado, las autoridades comenzaron la búsqueda y captura del tercer delincuente, quien se dio a la fuga en medio de la balacera, fue capturado horas más tarde en el barrio “el muertico”, el paradero del dinero aun es desconocido. El comandante encargado de la investigación Ron Delgado dijo en su declaración: —hoy es un día triste para la comunidad en general, uno de los agentes encargados del orden y la justicia, ya no está con nosotros, elevamos al cielo nuestras suplicas para pedir paz a su alma, no descansaremos hasta hacer justicia—. La identidad y los antecedentes del tercer implicado aún no han sido revelados.
Acarigua / Catherine Bermúdez.

«Un robo que termino en el asesinato de un guardia de seguridad y un policía, yo estaba ese día en ese supermercado, pero… quien pensaría que luego intentarían robar, “¿Qué loco, intentaría algo así?” y lo que es más, ¿Cómo pensaba hacerlo? Lo más interesante de todo es que la policía actuara tan rápido, una sola persona logro matar a dos hombres armados y escapar por unas horas de todos los agentes de policía, tiene que estar muy mal de la cabeza, también debe ser un cobarde, uno que abandono a sus compañeros, bueno que se puede esperar de una de estas personas, es interesante que ya lo detuvieron pero el dinero no aparece, que extraño. También me da un poco de rabia, si fuera cualquier otra persona quien muriera, tal vez y no se hubiera movilizado ni una sola patrulla, pero por el simple hecho de que fuera un poli, alarmo a todos los funcionarios. Entiendo que tienen que mandar el mensaje de que no pueden andar por allí matando a los oficiales, pero me da rabia porque es injusto que usen todos los recursos cuando se trata de uno de ellos, pero cuando es un civil, pasa a segundo plano».
Cierro el diario, me monto en el auto y me dirijo al trabajo. Tengo una pequeña oficina en el centro de la ciudad de Acarigua, soy abogada de oficio, no tengo muchos clientes, no porque no me busquen, saben que soy fiera para defender a quienes me contratan, pero no acepto cualquier trabajo, si veo que la persona es culpable, no estoy dispuesta a ayudarlos, pienso que si eres culpable de algo, tienes que afrontarlo, y rendir cuenta de tus actos, sé que un abogado no tiene que hacer eso pero no me hice lo que soy para ayudar al mal a proliferar su influencia, ya hay suficientes tipos indolentes ayudando a escoria a salir impunes de sus culpas.
No puedo sacarme el artículo de la cabeza, ¿Por qué no dan el nombre si están seguros de que es culpable? ¿Cómo fue la captura de este hombre? ¿Por qué el comandante esquiva el tema dando palabras de consuelo? Ron delgado… no lo conozco en persona, me hablaron de él, una colega chismosa me dijo que es un tipo alto y fornido, pelón, y lleva la barba en forma de candado, muy cuidada, que lo enviaron de la capital del país y que tenía un currículum impresionante. Tengo que admitir que la poca información de lo declarado me toco la curiosidad inerte en mí, quería saber más.
Cuando llego a la oficina, hay una mujer esperando al frente, quiero atenderla, pero las ansias de saber más de lo que leí me domina, le digo que en ese momento estoy muy ocupada y que tengo que hacer algo importante. Se le ve la cara demacrada y la preocupación, se notaba en sus manos temblorosas, me arrepentí de no atenderla, parecía alguien que de verdad necesitaba ayuda, lo que pasa es que en este trabajo, con el tiempo, te acostumbras a ver mujeres desesperadas y temblorosas que piden ayuda para los que ellas creen son buenas personas pero en realidad son unos monstruos.



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En el texto hay: romance, amor, carceles

Editado: 13.12.2018

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