Game Over (sin Editar)

TRES.

¿También es gamer?

No tiene sentido, si por esa razón fue que me humilló, por eso soy una Friki. Este chico está mal de la cabeza. Nathan no me ha mirado desde su "confesión", y yo tampoco he dicho nada y no pienso hacerlo tampoco.

—¿No piensas decir nada? —dice aún sin mirarme.

¿Qué iba a decir? "Que cool que seas un gamer, oh que cosa justo por eso me humillaste antes".

—Es que... —me tranco, sigo sin saber que decir —... me tomaste por sorpresa —Nathan cierra los ojos y pasa sus manos por su negro cabello —. No lo tomes a mal, me parece genial que seas gamer, pero es que no lo... no lo pareces.

—Lo sé —dice y me mira al fin <<Ahora si no me concentro con esos ojos verdes mirándome>> —. Siempre me he sentido avergonzado de mi habilidad en algo tan... absurdo.

—Yo no diría absurdo, sólo... mmm ¿Cómo decirlo?... —no encuentro la palabra adecuada — poco útil para la vida cotidiana.

—¿Inútil? Porque es exacto lo que dijiste, pero más corto —dijo con ¿Ironía? No lo sé.

—Momento. En la presentación ibas a decir que eras un gamer ¿No?

—Sí.

—¿Y por qué no lo dijiste en la clase? Si lo eres ¿Por qué avergonzarse? —¿Con qué moral digo esto? Si esta mañana pensé en no participar en la prueba para dejar de ser la rara de la escuela.

—Porque estoy en una escuela nueva y creí... —hace una pequeña pausa y veo lo mal que se siente contándome esto —creí que si omitía ese detalle cambiaría algo. Pero te vi a mi lado y un chico me advirtió de quien eras y que eres una gran gamer, entonces decidí crear una fachada de chico popular y todo eso.

—Pues te salió a la perfección —digo con molestia al recordar lo idiota que ha sido hasta ahora —, bueno o al menos hasta que te gané en los quemados. Eso será una mancha.

Nathan se ríe y eso hace que yo también me ría.

—¿Qué hora es? —pregunto de golpe.

—Son como la 1:30 ¿Por? —me responde Nathan.

—¡Las pruebas!

—¿Qué pruebas?

—Las pruebas para el equipo que representará a la escuela en el torneo de videojuegos de la ciudad.

—Ah, sí. Oí de ellas —dice y se que realmente quiere participar, pero seguramente no lo hará.

—¡Vamos!

Lo tomo por la camisa y lo saco de la casa para ir a la escuela. Por suerte trajo su bicicleta.

***

En menos de veinte minutos ya habíamos llegado a la escuela y estabámos esperando a que me llamaran. Claro está que Nathan se escondió para que nadie lo viera. Nathan me obligó también a prometer que no le diría a nadie de su "secreto". Me encantaría que Nathan participara, tal vez así vería que no tiene porque ocultar lo que es «Debería aprender de lo que acabo de decir».

Sé que yo también he pensado en tratar de ser alguien que no soy, pero no soy capaz, nunca he sido de esas personas que finge ser alguien más para encajar, excepto en el Jardín de Niños. Me gustaría que él tuviera amigos tan maravillosos como los míos, que le hagan ver que no tiene porque cambiar por otras personas... tal vez si pueda tener a alguien así. Yo me encargaré de que Nathan deje de esconderse.

—¡Soy una genia! —grito e inmediatamente siente como me ruborizo por el pequeño espectáculo que acabo de dar —Lo siento.

Clarisse y Cole me miran y comienzan a reír como locos. Nunca falta aquel momento donde tus amigos se burlan de ti hasta más no poder. Los golpeo a ambos en la cabeza y ellos se quejan.

—¡Hey! No es nuestra culpa que no sepas controlar lo que sale de tu boca —se queja Clarisse.

—No, pero si que se burlen de mí —me quejo.

—Imagina que soy yo la que hace ese numerito —dice Clarisse y al imaginarla me parto de la risa. Ahora entiendo.

—¡Ahhh! Ahora lo entiendo —digo aún riendo —. ¡Es súper cómico!

—¿Ves? —dice Clarisse.

—Ahora explicanos por qué eres una genia —dice esta vez Cole.

—Por algo que sus primitivas cabezas no entenderían —digo tocando sus cabezas con mi dedo.

—Como si tu fueras muy lista —dice Clarisse.

—Por algo grité que soy una genia. Y por eso yo soy la lista del grupo.

—Si claro —dice Cole sarcásticamente.

Anastasia Clark —dice la voz del profesor Johnson.

Voy al lugar dónde está ubicado una gran pantalla y la consola con el videojuego que jugaremos en el campeonato. La prueba consiste en subir de nivel lo más posible en treinta minutos, si logras superar la marca del mejor jugador estás dentro. Sin perder tiempo pongo mi avatar y comienzo a jugar, lo primero es conseguir todos los tesoros posibles, luego matar a algunos monstruos para ganar oro y luego podré subir de nivel. En menos de tres minutos ya estoy en el nivel cinco. Ahora ven porque me consideran alguien rara. Pero ahora me siento orgullosa de ello, y no hay nadie que me haga sentir de otra manera. La campana suena y para eso yo ya estaba en el nivel quince, superé por cinco niveles a Lester Stevenson.

—No esperaba menos de ti, señorita Clark —dice el profesor Johnson —¿Alguien más desea participar? —nadie dijo nada —¿Alguien? —deseaba de verdad que Nathan se anotara, pero no lo hizo —Bien. ¡Mañana se dirán a los participantes! Y veremos quien de ustedes tres no participa en el torneo, lo siento —dice mirándonos a nosotros tres.

Todos desalojan el lugar y a pesar de que Cole y Clarisse intentaron invitarme a salir con ellos me negué. No iba a dejar a Nathan solo, no cuando yo había sido quien lo trajo. Me despido de mis amigos y espero a que Nathan salga de donde sea que esté escondido, pero no lo hace.

—Ya puedes salir, West —digo, pero aún así el no sale —. Nathan tranquilo, no hay nadie.

—¿Segura? —pregunta pero no lo veo.

—Sí, segura.

En eso Nathan sale algo inseguro, quien diría que vería así al nuevo. De todas las cosas absurdas en como me imaginé al nuevo, jamás en una prueba de gamers con un montón de frikis.
En el futuro le recordaré lo tonto que se veía ahí escondido.




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