Game Over (sin Editar)

CINCO.

-¡Estoy en el equipo! -chilló Cole, mientras que Clarisse bajaba la cabeza sumamente triste.

-C, ¿Estás bien? -pregunté acercándome a ella.

-Sí -se apresuró a decir-, me alegro por ustedes.

Sonrió, pero no era una sonrisa honesta.

-Clarisse, sabes que si quieres me puedo salir del equipo y entras tú -le recordé, ya les había dicho que entré y les dije que si querían yo me salía y así ellos jugaban.

-No es necesario, Ana -dice Clarisse-, sé lo mucho que quieres participar en el torneo.

-¿Segura?

- Sí, tranquilos.

-¡Oye vele el lado positivo! -exclama Cole- ¡Estamos en el equipo! Y lo mejor: ¡Juntos!

-Mi torpe hermano tiene razón -coincide ella-, ¡Están en el equipo! Eso hay que celebrarlo.

-De acuerdo -acepto.

-¿Les molesta si voy con ustedes? - pregunta una voz que hace que mi corazón de un brinco.

-Claro, ¿por qué no? -dije algo nerviosa.

-Muy bien, ya que vamos todos -dijo Cole haciendo énfasis en "todos"-, nos vemos luego de su castigo, ósea a las 4:00, en la heladería Pink's.

-Hecho -dijimos los tres al unísono.

El timbre sonó y todos nos vamos a nuestras respectivas clases. Y por suerte para mí, era una clase que tendría sola, así tal vez aclare mi mente, ya que esta "atracción" hacia Nathan es sólo una absurda confusión, sólo eso. Una confusión. Entro en el aula y la profesora Cross me mira de mala manera.

-¿Puedo pasar? -pregunto.

-Pase, señorita Clark -dice la profesora Cross de mala gana-, pero que no se repita.

-Sí, profesora Cross.

Paso y tomo asiento en el último asiento, dónde como siempre no había nadie; la verdad ya me estaba acostumbrando a ser ignorada por todos. La profesora Cross estaba hablando sobre la tercera ley de Mendel, por fortuna para mí, ese era un tema que mi madre me enseñó en vacaciones para ser, como siempre, una de las mejores alumnas de la escuela Ranger. Sin tener intención, el rostro de Nathan llega a mi cabeza y me molesta el no poder sacarme a ese idiota bipolar de mi cabeza, de hecho me molesta el hecho de que haya entrado en ella sin mi consentimiento.

-¿Cual creé que sea la respuesta correcta, señorita Clark? -me pregunta la profesora Cross sacándome de mis pensamientos- ¿Señorita Clark?

-¿Ah? -dije, haciendo que todos en la clase se burlen de mí. La profesora Cross suspira negando, obviamente molesta.

-Le pregunté que cual sería la respuesta correcta, señorita -dice atenta, como esperando a que yo falle.

-La respuesta correcta es: AALL 2/4 y AaLl 2/4 -dije inmediatamente con tan solo mirar el ejercicio de reojo.

-Correcto -dice con desdén.

La profesora Cross siempre ha buscado la manera de verme fallar, lo que me incentiva a ser la mejor de su clase. Eso es algo que me encanta de mí, que no importa cuanto deseen que falle, nunca les doy ese gusto, ya que sólo me dan fuerza para esforzarme más. Mi móvil vibra en mi bolsillo indicando que me ha llegado un nuevo mensaje, lo reviso y veo que es un número desconocido.

Desconocido: Hola Friki ¿Me extrañas?

Anastasia: ¿Eres tú Nathan?

Desconocido: Sip ;)

Desconocido: ¿Esperabas a alguien más?

Anastasia: ¿Cómo conseguiste mi número?

Nathan: Se lo robé a Clarisse mientras hablamos de la salida.

Anastasia: ¿Y ella lo sabe?

Nathan: Nop.

Nathan: ¡No le digas! O esta vez me castra.

Anastasia: Me parece una oferta muuuy tentadora.

Nathan: Eres malvada (°-°)

Anastasia: Bastaaaante.

Anastasia: Te dejo, tengo clase de biología. BYE.

Nathan: BYE.

Guardo mi móvil en mi bolsillo y una enorme sonrisa se instala en mis labios, junto con un sentimiento extraño en mi estómago. No entiendo como puede gustarme Nathan West, el chico que me humilló, el que se avergüenza de ser como yo, el chico que me golpeó, el chico que me dice Friki. La profesora Cross deja unos ejercicios en la pizarra y sin perder tiempo los copio en mi cuaderno. El timbre suena y veo como una sonrisa se escapa de los labios de la profesora Cross, obviamente está feliz de que termine el día y verme a mí castigada.

-Bueno clase -dice la profesora Cross-, para la próxima semana quiero todos los ejercicios listos y no podrán arreglarlos una vez en mi clase ¿Entienden?

-Sí señora -dicen todos al unísono, paracen soldados bien entrenados.

-¿Ha entendido señorita Clark? -pregunta mirándome.

-Sí señora -digo con un tono altanero en mi voz.

-Pueden irse -dice de mala gana.

Salgo del aula y me dirijo al laboratorio, en donde el nuevo profesor de matemáticas nos espera, el papá de Nathan West; no me quiero imaginar lo molesto que debe estar el profesor West con el comportamiento de Nathan, mis padres no reaccionaron para nada bien, me castigaron de la peor manera y ahora no podré comprar la nueva bicicleta que vi con los chicos <<Te maldigo Nathan West ¡Te maldigo!>> piensa mi yo dramático. Entro en el laboratorio y veo a un señor alto, de piel clara, cabello rubio y ojos verdes igual que los de Nathan, seguro es el profesor West.

-Permiso -digo entrando al laboratorio-, soy Anastasia Clark, vengo por el castigo, junto a su hijo ¿Nathan West?

-Ah. Claro, pase -dice el señor West-, y Nathan no es mi hijo, es mi hermano.

-Oh. Lamento la confusión -no sabía que Nathan tuviera un hermano, y menos que fuera rubio. Momento, si el profesor nuevo es su hermano ¿Por qué dijo que era su padre? <<Tal vez se avergüence, pero ¿De qué?>> pienso.

-Permiso her... papá -dice Nathan, me da risa lo nervioso que se puso al verme con su hermano.




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