Game Over (sin Editar)

EPÍLOGO

―Clarisse Willson ―llama el director Malcolm.

Nos estamos graduando finalmente, creí que nunca llegaría este día, con todo lo que pasó este momento se veía muy lejano. Clarisse va hacia la tarima, su cabello azul resaltando entre los demás, se lo pintó de nuevo junto a Cole en símbolo de una nueva vida para iniciar de cero. Al llegar a la tarima, mi mejor amiga recibe su diploma, se gira hacia nosotros y nos saca el dedo medio, gritando «¡Sí se pudo, perras!». El director la quiso regañar, pero ya no podría seguir controlándola. Ahora ella sería problema de la universidad de Seattle. Todos gritamos fuertemente cuando ella recibe el suyo. Yo ya subí por el mío, vamos por orden alfabético y yo fui de los primeros en recibir el diploma. Ahora es el turno de Cole, quien va gritando eufórico hasta la tarima, todos le aplauden, él recibe su diploma y grita «¡Lo mismo que mi hermana, perras!».

Todos gritamos, emocionados por este momento. Van llamando a todos, hasta que llega el turno del inigualable Nathan West. Nathan se levanta de su asiento y va directo a la tarima, él en silencio a diferencia de los mellizos. Al recibir su diploma, su mirada me busca y alza el diploma, para luego lanzarme un beso. ¿Podía ser este hombre más maravilloso? Pasan el resto de estudiantes hasta que, finalmente, ya todos tenemos nuestros diplomas. Al finalizar la ceremonia, todos lanzamos nuestros birretes al aire, gritando como locos. Corro a buscar a mis amigos, y al hacerlo nos abrazamos todos con fuerza. Un rato después nuestros padres llegan hasta nosotros, nos abrazan y nos felicitan, diciéndonos cuan orgullosos están de nosotros.

―Mis niños ya crecieron ―dice mamá, haciendo referencia a los mellizos y a mí―. Hasta hace poco Anastasia había golpeado a un niño por Clarisse, y ahora... Ahora son todos unos adultos.

―Mamá, no llores ―le pido, se le ven las ganas de llorar que tiene.

―Lo siento, soy muy sensible ―responde ella, intentando espantar las lágrimas.

―Creo que es de familia ―dice Nathan, participando de la conversación.

La madre de Nathan llega hasta mí y me abraza fuertemente, dándome sus felicitaciones, y lo feliz que está de que sea su yerna. Kyle viene hasta mí y me felicita también.

―Me siento aliviado de ya no tener que darles clases a ustedes, son un desastre ―afirma Kyle, provocando que los mellizos hagan un sonido de indignación.

―Que blasfemia ―dice Clarisse, volteando la cara de forma dramática.

―Me difamas, West ―se queja Cole también.

―No seas cruel con mi novia ―dice una voz detrás de nosotros.

Al girarnos veo los azules ojos de Harry, quien tiene una enorme sonrisa, la cual va directamente para Clarisse. Ella corre hacia su novia y se abalanza sobre ella, abrazándola con mucha fuerza. Se ven adorables.

―¡Una foto, por favor! ―pide el padre de los mellizos. Todos nos ponemos juntos, abrazándonos―. ¡Digan whisky!

―¡Whisky! ―decimos todos juntos.

Nos toman la foto y entre todos los padres comienzan a pedir las fotos, se ven felices y orgullosos de vernos. Yo no puedo hacer más que sonreír, no puedo evitarlo, me siento feliz de al fin haberme graduado, siento que llevo una eternidad estudiando. Un beso en mi mejilla me hace girar, topándome con una sonrisa divertida y unos atractivos ojos verdes.

―Sígueme ―dice de pronto.

Me toma del brazo y me lleva lejos del resto, pero me doy cuenta de que esto fue planeado porque nadie nos pregunta a donde vamos, de hecho, sonríen divertidos. Me arrastra por la escuela, hasta que llegamos al aula de matemáticas, donde vimos clases todo el año. La cosa es que el aula está modificada, los asientos y mesas están puestos de forma que hacen un corazón y en cada mesa hay un sobre con un paquete envuelto. ¿Qué es todo esto? Estoy por preguntar cuando Nathan me da un largo y tierno beso, para después sonreír enormemente.

―Feliz mes-aniversario ―dice, haciéndome abrir los ojos de par en par. Nathan comienza reírse fuertemente―. Tranquila, no esperaba que lo recordaras, han pasado muchas cosas. Pero, este día es especial, solo nos graduamos, sino que llevamos seis meses juntos.

―¿Ya seis meses? Wow, que impresionante ―digo yo―. Lamento haberlo olvidado, este día es muy importante para mí. Prometo que te lo compensaré.

―Ya tengo algunas ideas, no te preocupes ―dice guiñándome un ojo, provocando que me sonroje al entender sus palabras―. Ahora, ve y ábrelos.

Sonrío enormemente y me dirijo rápidamente hasta las mesas, que, al contarlas, me doy cuenta que son seis. No sé por dónde empezar, mi curiosidad hace que me vuelva indecisa. Decido ir por la de la punta, abro el sobre y en él hay una pequeña notita.

"Porque eres lo más importante para mí y quiero que estés conmigo por siempre"

Abro el paquete, desgarrando la envoltura, al abrirlo veo una pequeña cajita de terciopelo negra adentro. La tomo y al abrirla veo un anillo, tomándome por sorpresa. Me giro hacia él, totalmente asombrado, al ver lo que tengo en la mano se ve un poco sorprendido.

―Ese era el último que debiste ver ―dice, viéndose divertido por la situación.

―¿Qué significa? ―pregunto, ignorando lo que dijo. Nathan se aproxima a mí y toma la cajita en sus manos.

―Significa ―su mano acaricia mi mejilla, sus ojos fijos en los míos―, que me tendrás contigo siempre. Sé que parece de fantasía, pero eso no es lo importante. Mira esto.

Apaga las luces, quedando a oscuras, aunque se podía ver un poco a través de las cortinas. Nathan enciende la linterna de su celular y apunta la luz hacia el diamante del anillo. Cuando la luz toca la superficie del cristal, en la pared se puede ver una imagen, es la silueta de dos personas mirándose fijamente. Sobre ellas unas palabras flotan.

"Te quiero en mi futuro, ¿quieres formar parte?"

Al bajar la mirada a Nathan lo encuentro contemplándome, sonriendo al ver mi reacción. Joder, me siento demasiado feliz justo ahora. Lo abrazo con fuerza, provocando que la linterna deje de iluminar el anillo. Él me devuelve el gesto con la misma intensidad. Alzo mi rostro y sin dudarlo uno nuestros labios en un caluroso beso, sintiendo lo mismo que siento cada vez que lo beso: alegría, amor, paz. Nunca me cansaré de sentirme así al besarlo, estar con él es lo más maravilloso del mundo. Nos separamos por falta de aire y no puedo evitar sonreír, me siento muy feliz, esto se siente casi... irreal.




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