Ganar el perdón

Capítulo 3

Katherine pintaba, era la única forma que tenía de mantener la calma. Lo único que deseaba era abrazar a su bebé, y la ansiedad la estaba acorralando.

El abogado le había dicho que esperara, que una vez que estuvieran los resultados la jueza los llamaría y que no debía preocuparse porque Nicholas Laurent no era tan tonto como para hacer algo imprudente.

Sin embargo, él ya le había robado a su hija haciéndole creer que estaba muerta, era capaz de cualquier cosa y ella tenía miedo.

Si se llevaba a la niña al exterior era probable que no pudiera detenerlo pero ahora que sabía que su hija estaba viva se había jurado a sí misma que lo seguiría hasta el fin del mundo para impedir que volviera a separarlas.

Aún así cada hora era una tortura y sólo el arte que la había salvado en el pasado le servía para calmarla.

Dos días después la citaron nuevamente al juzgado.

La jueza los miró a los dos, se acomodó los lentes y habló en forma pausada como si quisiera tranquilizar a aquellos que la escuchaban.

-Sr. Laurent, Sra. Holly, ya tengo los resultados de los análisis y también de las pruebas que ordené, efectivamente la niña es hija biológica de ambos...

-No se necesitaba hacer el análisis para saber eso – contestó Nicholas con altanería.

-Sr. Laurent, le agradecería que evitara esos comentarios, sobre todo porque con los recientes descubrimientos su situación no es muy buena.

-¿A qué se refiere? – preguntó el abogado de Nick.

-Según los peritos, la firma que figura en ese papel donde la Sra. Holly cede la tenencia de su hija, es falsa.

-¡¿Qué?!- preguntó Nicholas.

-Y eso no es todo, la exhumación de la tumba ha dado como resultado que no hay ningún cuerpo allí, estaba vacía.

-¡Cielos! - exclamó Katherine con un jadeo y se llevó una mano al pecho. No podía creer que hubiera pasado años llorando frente a fraude.

-No lo entiendo, pero no puede responsabilizarme a mí, yo ni sabía de ese lugar. Es ella quien ha ido allí, es ella quien necesitaba explicar de alguna manera la desaparición de su bebé después de dar a luz y regalarla. Si la tumba es falsa, es a ella a quien debe investigar...-sentenció furioso, no podía creer hasta donde era capaz de llegar aquella mujer. Sin embargo al girarse la vio, la palidez era real, parecía a punto de desmayarse como si las palabras de la jueza la hubieran impactado profundamente.

-Mi clienta no puede ser inculpada, luego del parto, ella estuvo...enferma durante un tiempo y cuando pudo sobreponerse se encontró con que su hija había sido sepultada allí, nadie supo explicarle quien había realizado los trámites y ella lo atribuyó al hospital. Hasta hoy – explicó el abogado de Katherine y la agudeza de Nicholas hizo que percibiera la indecisión en el hombre cuando había mencionado la enfermedad.

-¿Enferma? ¿O simplemente estaba gastando el dinero que había conseguido?

-¡Señor Laurent! Ellos han presentado las pruebas respectivas, así que le ruego que se calle. Si piensa que atacar a la otra parte es bueno para su defensa, le recomiendo que tenga una nueva charla con su abogado – dijo la Jueza.

-Su Señoría, si tiene esas pruebas en su poder, nos gustaría verlas – intervino el abogado de Nicholas.

- No es algo que les incumba, pertenece a la esfera intima de la Sra. Holly y ella debe decidir si quiere o no revelar esa información. Sin embargo, necesito que su cliente me explique muchas cosas.

-No tengo nada que explicar.

-Se equivoca , Señor Laurent. Y si no puede explicarlo será imputado por el delito de secuestro y fraude.

-Su señoría...-intentó intervenir el abogado.

-Por lo pronto mi decisión en otorgarle custodia compartida de la niña a usted y a la Srta. Holly.

-¡Nunca! – rugió Nicholas y su abogado le tocó el brazo para calmarlo.

-Su Señoría, dadas las circunstancias, mi cliente solicita la custodia completa de su hija. Ha perdido cinco años de la vida de la niña y quiere recuperarlos, sin mencionar que el Señor Laurent es el responsable directo de negarle a su hija, haciéndole creer que estaba muerta. – intervino el abogado de Kathe.

-No te acercarás a mi hija...- siseó Nick con furia y Katherine se volvió a mirarlo.

-Eres tú quien no se acercará a ella, una bestia como tú no tiene derecho a criarla...- le contestó con patente odio.

-Por el momento, no son ustedes quienes deciden. Comprendo que la situación será complicada para la niña, así que hasta que las circunstancias queden totalmente aclaradas y resueltas y pueda tomar las medidas legales correspondientes, compartirán la custodia. La Sra. Holly tendrá derecho a un régimen de visitas y contará con todos los privilegios correspondientes. La situación de la niña será monitoreada por una asistente social que designaré y ante cualquier novedad tomaré medidas inmediatas. No hay más que decir – sentenció la jueza y Nicholas se levantó exaltado.

-Nicholas...puedes perderla si te comportas sí- lo calmó el abogado. Y finalmente él salió del despacho. Una vez afuera le propinó un golpe a la pared, en ese momento, Katherine también salió.

- No puedo creer que mi hija esté en tus manos ...- susurró ella y él se giró repentinamente y la agarró por los hombros.

-¡Cállate!

-Hazlo, Nicholas, golpéame y entonces tendré todo lo que quiero...

-¿Y dices querer a Thery?. Sólo vas a destruirla – le dijo él soltando el agarre.

-Tú la destruiste al negarle a su madre, ¿lo entiendes?. Le quitaste la madre a un bebé...ninguna condena es suficiente para ti. No voy a dejarte ir Nicholas, y ya escuchaste lo que dijo la jueza. Mañana mismo voy a ver a mi hija.

- No te atrevas a aparecerte.

-Mátame Nicholas, porque sólo muerta podrás detenerme – le dijo ella y luego se marchó.

Nicholas Laurent miró fijamente a su abogado.

-Dame una razón para que no te despida...




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