Ganar el perdón

Capítulo 8

A la mañana siguiente, tal como había prometido, el detective llegó a la oficina a primera hora.

-Siéntate, ¿qué descubriste?- preguntó Nick sin perder tiempo.

-Bueno, ¿recuerdas que en la audiencia el abogado mencionó que ella había estado "enferma"?

-Sí, lo recuerdo. Fue muy sospechoso.

-En realidad lo estuvo.

-¿Qué sucedió?

-Estuvo internada por trastornos psicológicos durante casi un año.

-¿Qué?

-Fui a la clínica, un lugar privado y bastante costoso, por cierto. La trasladaron allí inmediatamente después de dar a luz, según la historia clínica tenía depresión post parto y además estaba en shock por la muerte de su bebé. Hablé con los médicos y confirmaron la historia, según parece le costó mucho recuperarse, allí aprendió a pintar y esa terapia la ayudó, poco a poco fue saliendo de la depresión. Estuvo un año allí hasta que le dieron el alta, aún así siguió en tratamiento un tiempo más.

-No es posible – susurró Nicholas, no podía creer que la alegre Katherine hubiera pasado por eso y además, si se confirmaba, implicaba que ella no era culpable.

-Lo es, hay evidencias e investigué a conciencia cada dato, es la verdad. Eso significa que cuando dijo que no sabía lo de la tumba de la niña , era cierto, alguien más hizo eso, no fue ella. Y si estaba en tal estado luego de dar a luz, tampoco pudo haber firmado esos papeles, de verdad creía que su hija estaba muerta.

-Quiero toda la evidencia que tengas – sentenció Nicholas.

-Aquí está, sabía que querrías verlo con tus propios ojos.- dijo el hombre entregándole un sobre grande.

-También necesito que investigues algo más ...- dijo Nick y le dio instrucciones precisas. Necesitaba llegar a la verdad.

Los días siguientes Katherine prefirió que la Sra. Bliss le llevara la niña a su casa, no quería ver a Nicholas, cada vez que se encontraban era peor, peleaban y ella volvía a salir herida.

Aprovechó al máximo el tiempo con su hija porque Nick le había dicho que tomaría un par de días para ir con Thery a la playa, según parecía era una tradición de ellos Cuando llegaban los días de calor, iban a pasear a la playa y él ya había hecho un lugar en su agenda , aplazando sus compromisos laborales, para aquel paseo.

Aunque no estaba muy convencida, había accedido, después de todo Thery tenía su propia rutina, además disfrutaba del tiempo que pasaba con su padre y ella no quería quitarle eso.

Sin embargo le costaba desprenderse de la pequeña, le costaba no imaginar que Nicholas podía llevársela lejos para siempre, más aún cuando aquella mujer había vuelto a aparecer

Nick necesitaba tomar distancia, quería pasar tiempo a solas con su hija porque en el fondo de su ser, aunque se negara a reconocerlo, tenía miedo de perderla. Últimamente la niña sólo hablaba de su madre y además la información que le había dado su investigador lo tenía muy preocupado. Quería relajarse un poco porque tenía la sensación de que llegar a la verdad de lo que había sucedido seis años antes sería muy doloroso para los involucrados.

Victoria lo había llamado, pero él le había pedido que por un tiempo se alejara y cuando ella había insistido, le había dicho de un modo no muy cortés que no se entrometiera.

Estaba confundido y no le gustaba.

Afortunadamente los días de playa fueron una tregua bienvenida, pudo nadar en el mar para descargar su ansiedad, jugó con Thery armando castillos de arena, buscaron caracolas juntos y se divirtieron. En aquel tiempo comprendió que el vínculo con su hija no había cambiado, el que estuviera Katherine presente no significaba que él perdería su afecto. Tal vez el amor fuera así, que alguien más llegara significaba que el amor se multiplicaba, no que se dividía y también supo que así debía ser.

Katherine era la madre de Thery y de no haber tenido los tres un destino tan enredado hubieran sido una familia, por el bien de la niña, no debía impedir que ellas se acercaran.

Un día después de regresar, Nick recibió un llamado inesperado a su oficina. Estaba muy ocupado con el trabajo que se había acumulado en su ausencia, así que había solicitado a su secretaria que no le pasara ninguna llamada.

-Señor, lo llaman. Creo que debe atender ésta –dijo la mujer.

-¿Quién es?

-Su hija.

-¿Thery? – preguntó preocupado, era extraño que la niña llamara.

-Hola papá.

-¿Cariño, estás bien? ¿Pasó algo? ¿Dame con la Sra. Bliss?- soltó las preguntas preocupado.

-Todo está bien pero mamá no vino hoy – dijo la niña y Nick suspiró.

-Tranquila cariño, debe haber estado ocupada- le dijo él y se sintió molesto de que la niña tuviera que preocuparse por Kate.

-Dijo que vendría hoy...- le contestó preocupada.

-Thery los grandes a veces tenemos otras cosas que hacer.

-Mamá no miente, dijo que vendría hoy. Algo le pasó...

-Nena, pásame con la Sra. Bliss.

-¡No! Búscala papá, busca a mi mamá.

-Está bien...-aceptó para tranquilizarla

-¿Promesa? – preguntó la niña.

-Sí Thery, lo prometo. Ahora dale el teléfono a la Sra. Bliss.- dijo él y la niñera le explicó lo que sucedía.

Kate no había aparecido y la niña insistía en llamar a su padre porque estaba preocupada por su madre, la niña había llorado y suplicado hasta que la Sra. Bliss debió llamarlo. La mujer se disculpó pero no había podido hacer otra cosa.

-Lo siento, señor, no pudo decirle no a Thery. Además también me parece extraño que la señora no haya venido, ni se haya comunicado – se justificó la niñera.

-¿Intentó llamarla?

-Sí, pero nadie responde.

-Está bien, no se preocupe, yo me encargaré.

Nicholas golpeó a la puerta del departamento de Kate en repetidas ocasiones, nadie respondió.

-¡Condenada mujer! – protestó e intentó llamarla por teléfono una vez más.

¿Acaso había vuelto a desaparecer sin decir nada? Esperaba que no.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.