podemos amar a las personas ciegamente, terminando de tomar decisiones diminutas que traerán grandes consecuencias en nuestras vidas.
caemos, nos destruimos y decidimos no seguir esperando aquella mano que nos ayude a levantarnos. pero, no la esperen. alcen la mirada, levántense y sigan andando ustedes mismos.
encontraran a esa persona indicada, que los ayudara y estarán con ustedes hasta en los peores momentos. los amara y ustedes lo o la amaran, pero aprendan primero esta lección.
ámense a sí mismos primero, valórense y admírense de ustedes mismos. nadie es más auténtico y único que tú.