Prologo

***

"Los tiempos cambian"

Desde que existen los recuerdos en Groove, las puertas de la mazmorra siempre han permanecido en el corazón del bosque ancestral.

La ciudad de Groove siempre ha estado al abrigo de la boca de la mazmorra, una poza mágica donde las más grandes bestias y monstruos abundan en cada nivel.

Muchos guerreros iban en busca de gloria y fana, algunos lo conseguían, y de otros no se volvió a saber.

La maldad bajo la tierra empezó a aumentar que para los guerreros era imposible volver a sacar sus pies del lugar.

El temor empezó a aparecer en los ciudadanos, siempre que un guerrero iba a salvarlos, este acababa pereciendo.

Los magos no encontraban la solución a esto, sus mentes por el terror estaban tan apagadas que les era imposible lanzar y enseñar hechizos como antes.

Bremen, el hechicero viendo esta situación supo que tenia que tomar medidas arriesgadas. A pesar de esto, sabía que no cualquiera podía cumplir con lo que tenía planeado.

Una noche, Bremen decidió poner su plan en marcha.

Todos en la ciudad tenían hijos ya mayores, con responsabilidades y compromisos. Así que tenia en claro que era una perdida de tiempo consultarlo con ellos.

Conocía de una familia que podría ayudarle. Los cereros de la ciudad.

Eran un joven matrimonio que, a pesar de eso, no lograban tener hijos aun en casa. El hechicero, sabía que estos eran los indicados para ellos.

—Necesito hablar con ustedes.

—Oh, pase señor. Es un honor tenerlo en nuestra humilde casa —hablo la joven mujer con una suave sonrisa en su rostro.

—No es necesario tanta formalidad, joven Esul —agradeció el anciano—. Solo vengo por algo conciso.

La puerta trasera se abrió de repente, e ingreso el esposo de Esul a la sala.

—¿Eh?, Oh, tenemos visita. ¡Señor Bremen!, un placer tenerlo en nuestra casa —agradeció el hombre con una reverencia, el anciano solo soltó una pequeña risa—. ¿Gusta algo de beber?

—No, gracias —respondió con una sonrisa—. Solo vengo por cosas claras.

—Esta bien, tome asiento —Ofreció el hombre.

—No, esto necesito hacerlo de pies, Sandrok.

El hombre solo dio un asentimiento ante sus palabras, y observaba en silencio las acciones del hechicero.

Bremen con su bastón, tomo lugar al frente de la joven mujer, y le propino una sonrisa a esta.

—Esul, ¿tu anhelas tener un hijo en tu vientre? —pregunto con suavidad.

Ella le miro sorprendida, y sonrió.

—Así es, señor. Deseo darle hijos a mi marido. Usted tiene clara la importancia de tener herederos en este tiempo.

—Si, Esul. Por eso estoy aquí.

—¿Por eso vino? —le pregunto la joven con curiosidad.

—Si, permíteme —con su bastón apunto el vientre de la joven, y empezó a hablar—. Esul, la deidad ha hablado. Tu en un año concebirás a una niña, y ella será nuestra salvación de los monstruos. Sus manos mantendrán ocultas un gran poder y fuerza, y solo ella acabara con el gran jefe de la mazmorra.

Al terminar sus palabras, el bastón empezó a emanar una luz brillante, la cual apuntaba e iluminaba el vientre de la joven.

Sandrok escuchaba y observaba las acciones del hechicero completamente sorprendido. Nunca se pensó que una en una noche, Bremen, el hechicero mas importante de Groove apareciera en su casa, y además profetizara que su mujer concebiría a una niña.

—Eres una joven muy buena, Esul. Y esta es tu bendición, querida —hablo el anciano con calma, tomando con normalidad su bastón.

—Muchas gracias por sus palabras, señor. Creo en usted.

—Cree en ti misma, Esul. Confía —con unos toques de su bastón en el suelo, el anciano se desvaneció dejando leves brillos a su ausencia.

—Seremos padres, mi querida Esul —hablo Sandrok acercándose a ella, y propinándole un beso en los labios—. Eres maravillosa.

—Gracias, querido —respondió ella con suavidad a lo que el sonrió en respuesta.

***

Los meses transcurrieron, y tan pronto como pasaron Esul concibió a una niña tal como dijo el hechicero.

Y fue nombrada, Odelia.