Minseok
Las cosas eran así, no debía simplemente venir y acostarme con Dae, y cuando lo hice no tuve justificación porque hasta donde yo conocía a Seung (y lo conocía muy bien) era el novio perfecto, jamás fue un patán conmigo y en las pocas discusiones siempre me daba la razón y después me hacía el amor, no obstante, me sentía incompleto aunque lo tuviera todo, sentía que Seung sí era el hombre ideal pero no para mí, era tan perfecto que no merecía que lo lastimaran, que lo engañaran y se burlaran de él, jamás me dio un motivo para engañarlo y no me entendía porque en mi raciocinio Jongdae no era mejor que él en nada, si los comparaba, Seung era listo, educado, con porte, atento y encantador. Por otro lado, Jongdae era lo contrario, irritante, mal hablado, un tanto altanero y no, para nada encantador, era ahí donde mi cerebro le decía a mi corazón a gritos "¡No latas así de rápido por Dae! ¿No ves que es un bueno para nada?" Pero no importaba lo que pensara y cuánto me resistiera a la idea de Dae metiéndose por cada poro de mi piel, al final, volvía a perder esa batalla mental.
Y si me pidieran razones por las que debería elegir a Seung podría decir tantas hasta cansarme y si tuviera que dar razones por las cuales elegir a Jongdae solo tenía una: Me estaba enamorando de él. A pesar de la diferencia de números el idiota ganaba, siempre volvía a ese lugar que (sin mi permiso) mi corazón le había hecho.
Ahora, lo tenía frente a mí mirándome a los ojos pidiéndome algo que desgraciadamente no podía darle. Con el teléfono aún en mi mano después de que Seung colgara lamí mis labios para lo que estaba por decir.
—Mañana iré a su casa y voy a componer las cosas con él —no titubeé, pero mi voz era apenas un susurro porque ambos sabíamos lo que eso significaba.
—¿Vas a dejarme?
—Lo siento —se suponía que debía estar molesto con él por lo que había hecho, pero no pensaba dañarlo más de lo que ya lo estaba haciendo, mis estupideces y errores habían roto el corazón de dos hombres y desgraciadamente ya era muy tarde para remediarlo.
—¿Realmente lo amas más que a mí?
—No sé —tragué saliva. —Pero supongo que sí, él fue primero en mi vida, Jongdae, jamás debimos hacer esto, es una locura si me decidiera por ti cuando no tiene mucho que te conocí.
—¿Pero no de eso se trata? —me tomó las manos— Minseok, no sé por qué ni cómo ni cuándo pasó esto entre los dos, pero puedo sentir que eres mío, que tú eres con quien debo estar.
—Ya lastimé lo suficiente a Seung, perdóname, pero estoy seguro de que encontrarás a una persona que realmente valga la pena.
Eso fue lo último quede dije antes de darme de baja en la universidad y volver con Seung, decidí tomar una pausa de todas mis actividades y fortalecer mi relación con él, tenía un corazón tan grande que después de suplicarle perdón, hizo como si no hubiera pasado nada y me recibió de nuevo en su casa y aunque ya todo estaba hecho no podía sacarme a Jongdae de la cabeza.
—¿Estás bien, bebé? —preguntó mi novio mientras entraba a la habitación con una toalla enredada en la cadera después de ducharse.
—Sí, muy bien —mentí cerrando mis ojos.
—Sabes —se sentó a mi lado—. Hace mucho no hacemos el amor —dijo esto soltando besos en mi cuello y tenía razón, ya hacía mucho.
—Lo sé —murmuré, lo sentí colocarse sobre mí con sus fuertes brazos a mis costados, sin pedir permiso comenzó a besarme, besos lentos y amorosos, succionaba mis labios y mordía despacio sin herirme.
—Te amo, Minnie.
No podía creer que el idiota me hubiera llamado así, ¿cuántas veces le había dicho a Jongdae que no me llamará así? Cientos de veces. De todas formas pasé por alto ese hecho porque estaba feliz de que me besara y con más ánimos que antes rodee su cuello con mis brazos profundizando el beso.
Gruñí porque sus labios ya no me sabían tan bien como antes, ya no olía igual y su cuerpo me parecía más pesado.
—Yo también te amo —susurré necesitando más roce, más caricias, con un rápido movimiento me coloqué sobre Jongdae y me permití abrir los ojos.
La magia del momento se vio arruinada cuando me di cuenta que quien estaba a punto de hacerme el amor era Seung, sin embargo, no me detuve, tenía que olvidarme de Kim, debía hacer lo posible, ya era bastante malo que no me lo pudiera sacar de la cabeza.
Así que cuando sentí a Seung entrar en mí, no lo detuve y por ese momento me olvidé de todo.
Jongdae
—Desde el principio fue una estupidez, ¿en qué estaba pensando? Era obvio que Minseok solo jugó conmigo.
—Sabes, yo pienso que sí te quería, pero también a Seung y no supo aclarar sus sentimientos —me dijo Baekhyun acariciando mi cabello.
Estaba en mi habitación tratando de hacer algo así como consolarme.