Yo era humana, una corriente, sin ningún poder, sin nada en especial pero sí con una gran marca y un peso en la espalda.
Era la mate del alfa pero él no lo sabía, vivía en su manada como la acogida de una familia lobuna que me encontró cuando yo era una bebé, tan pequeña, tan frágil, ellos eran mis padres.
Estaba por cumplir los diecinueve, pronto saldría de la manada aunque ese no era mi deseo, me había acostumbrado a las personas aquí. Nadie me rechazaba, todos me aceptaban pero alguien si odiaba mi persona y esa persona era el rey vampiro, ¿La razón? No la sabía pero si sabía que cuando Eros se diera cuenta de que yo era suya me protegería con su vida, y entre vivir a su lado o vivir sin que él lo supiera no sabía que me daba más miedo.