Gea: por siempre el deseo del alfa Eros.

Capitulo 4.


 


 


 

Lovely— Billie Eillish 
 


 

             
 


 

          La mirada de Eros estaba depositada en Gea, aquella chica humana que llegó a la manada teniendo él alrededor de cuatro años, recordaba pocas cosas entre ellos, cosa que lo confundía porque según sus padres solo quería estar con la pequeña bebé.
 


 

—Alfa, muevase por favor —Escuchó su vocecita, aquella chica lo volvía loco de mil maneras, la había visto como una mujer al su cuerpo empezar a formarse, al ver que ella tenía miedo de acercarse a él. 
 


 

Ella era su único deseo.
 


 

—¿Por qué no puedo sentir olor en ti, Gea? —La punta de su nariz pasaba por su cuello tratando de sentir algo en ella pero no podía sentir nada. Su puño chocó contra la pared —¿Que carajos hiciste con tu olor, Gea? 
 


 

Los ojos de ella se abrieron, impresionada, ¿Que se suponía que debía responder ante eso? ¿Tengo un anillo que oculta lo especial en mi? Estaba completamente jodida.
 


 

—Nada alfa —Dijo segura, se sorprendió a si misma por decir aquellas palabras sin titubear si quiera.
 


 

—Sal, sal de la habitación Gea —La chica no se movió si quiera, él aún la tenía contra la pared, no sabía cómo moverse si quiera. Ella no quería unir más sus cuerpos, estaba muy metida en el hoyo. Estaba metida en la boca del lobo.
 


 

—Alfa, yo... ¿Recibiré algún castigo?—Preguntó mirando nerviosa los ojos de él, este se fijó nuevamente en ella. Las palabras de este y sus acciones eran un tanto contradictorias, le había dicho que saliera pero aún tenía su mano sobre su cuerpo y ella estaba pegada a la pared.
 


 

—Puedes irte —Soltó borde. Se alejó de ella, tomando una distancia prudente para verla completamente, esta no lo dudó ni un segundo y salió de la habitación, estando completamente afuera respiró profundo estando aliviada. 
 


 

—Gea, joder, te busqué por todas partes —Escuchó a Risse decir frente a ella, la miró preocupada —Escuché lo que hiciste, ¿Estás loca? Ni siquiera yo he ignorado una orden de Eros.
 


 

—¿Podemos hablar? —Dijo aún pegada a la puerta de la habitación del alfa, sí, ahí estaban. Era la segunda vez que estaba en aquella habitación y sentía que no sería la última vez.
 


 

🐾 🐾 🐾
 


 

—Prométeme que no te vas a enfadar conmigo y que no te convertirás en loba por el enojo —La voz de Gea salió desesperada y agitada, debía sacar aquel secreto pero ya. Al estar con Eros y ver cómo reaccionó al no sentir su olor supo que si alguien más no sabía se ahogaría con el secreto. 
 


 

—Me enoja el simple hecho de que pienses que me voy a enojar. —Dijo esta burlona pero con seriedad en su voz.
 


 

—Yo... yo soy la mate del alfa —Una carcajada salió de los labios de su mejor amiga, esta la vió como si fuese loca, ¿Que estaba diciendo? Era imposible que fuese la mate de su hermano, si hubiese sido así él lo hubiese sabido.
 


 

—Eso es imposible, tu olor te delataría —Dijo esta viéndola obvia. —A menos que hayas hecho algo con tu olor, ¿No has hecho nada con tu olor, o sí? —Dijo Risse sonriendo nerviosa.
 


 

—Lo lamento, sé que él ha sufrido mucho —Dijo nerviosa levantando su cuerpo de la cama —Todo tiene su explicación, Ri, lo juro.
 


 

—Soy tu mejor amiga Gea, eso me lo podías haber dicho, te hubiese tirado a los brazos de mi hermano sí pero te apoyaría. —Esta la miró seria en todo momento, ni una sombra de sonrisa se asomaba en su rostro —Estoy esperando una explicación coherente para poder creerte.
 


 

—Bueno... yo—Carraspeó —Cuando era bebé llegué con un anillo, mis papás me recogieron con el. Cuando llegué ellos me llevaron la pieza hasta donde una bruja y esta les había dicho que era un medio de protección para mí. 
 


 

—¿Y por eso decidiste guardarte todo esto? ¿Preferiste ver a mi hermano sufrir, preferiste verme sufrir a mi cada que mi hermano quería rendirse? —Los ojos de Risse se habían vuelto negros, un negro intenso y peligroso. Mostraba odio, muchísimo odio —¡Eres una hipócrita mentirosa!
 


 

—Yo no quería, de verdad, lo siento mucho —Para ese momento los ojos de Gea estaban vuelto agua, sus manos pasaban innumerables veces por su rostro para evitar derramar sus lágrimas —Sabes que haría cualquier cosa por...
 


 

—¡Sabes TÚ que la manada haría cualquier cosa por ti, tú eres la jodida luna de la manada Fores! —Gritó enojada Risse, su voz sobrepasaba la habitación y por ende había alertado a su hermano.
 


 

—Cálmate favor —La voz de ella salió rota, tal vez nunca debió decirle la verdad.
 


 

—Eres una humana egoísta, como todos. Los años de amistad de ambas no sirvieron de nada. Nunca debiste haber existido, debiste morir cuando pequeña, nunca debiste haber nacido. 
 


 

Sus palabras fueron impacto, la dejaron en shock, ahí de pie. Sentía un pequeño pitido en sus oídos pero no escuchaba nada, sus ojos se habían perdido en un punto ciego mientras que su mente aún procesaba las palabras que le había dicho su "mejor amiga". Pudo escuchar a lo lejos una voz y sintió como era sacudida con fuerza y delicadeza a la vez.
 


 

—¿Que sucede, Gea? ¡Mírame! —La voz de Gray salió, él se había metido en la habitación de su superior pero no, no se arrepentía.
 


 

—Debí morir, ¿Verdad? Eso es lo que crees sobre mi realmente. —Sus palabras salieron bajas pero sabía que las dos personas en la habitación lo habían escuchado. El arrepentimiento corrió por las venas de Risse pero supo que no podía hacer nada en ese momento.
 



#470 en Fantasía
#67 en Magia
#323 en Personajes sobrenaturales

En el texto hay: hombres lobo, amor, vampiro

Editado: 30.06.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.