Capitulo 11.

Gone—ROSÉ (BP)

           —Solo fué un beso —Dijo Xel haciendo rabieta cerca de Gea. Esta sonrió poniendo los ojos en blanco.

—Fué mi primer beso Xel —Respondió esta, se recriminó por aceptarlo a él habiendo estado sobre los brazos de Eros unos segundos antes. Pero eso, evidentemente fué hace varias horas ya que actualmente estaban en el departamento de ella.

—¿Quieres que sea tu segundo? —La mirada de ella se perdió en los ojos de Xel, ¿Acaso le gustaba? No, era obvio que no pero... Sus ojos, su forma de mirarla la provocaban. Él por su parte se acercó suavemente a ella y esta se quedó quieta.

—¡Maldita sea, Xel! —Soltó en reproche Gray entrando a la habitación luego de haber dado un paseo por dónde estaban. La biblioteca era interesante y tenía a personas interesantes.—Alejate de ella, deja ya de hacer eso.

El mencionado por su parte se alejó de Gea y esta volvió a su realidad —¿Que es lo que me haces? —Preguntó la chica en dirección a Xel y este solo la miró con una sonrisa.

—No te hago nada pequeña, tú solita te lo haces. Mis encantos de vampiro te hipnotizan y pues, ¿Que te puedo decir? Soy irresistible.

—¿Entonces era mentira? —Ella lo miró fijo.

—Claro que era mentira —Esta sacó todo el aire contenido aliviada. —¡Ey! No es tan malo tenerme como alma, no exageres.

—¿No pensaste en lo que sentiría Clarisse? Ha de estar destruida —La voz de ella salió baja y Gray por su parte entró a una de las habitaciones del departamento dando privacidad, la cual era de Jake pero no estaba. El vampiro y Gray se mudarian a su lado, solo para no invadir su entorno.

—¿No lo pensaste tú? Eres la cuerda de esta relación, debes pensar por ambos —Soltó burlón él.

—Yo lo hice pero... No sé, quería que pasara. Ahora que dices lo de tus "encantos" —Dijo, con sus dedos simulando ser comillas —No podía detenerme. Ella debe pensar que soy una cualquiera.

—No, no lo eres Gea. —Xel caminó hasta ella sentándose a su lado nueva vez, y haciendo que se recostara sobre su hombro —Yo no la amo, Clarisse es complicada. La aprecio sí, pero su forma de ser es desesperante, quería escapar con ella pero esos sentimientos desaparecieron de la nada.

—Puede que esté pensando en cómo matarnos a ambos —Una carcajada salió desde la garganta de Xel, la cual Gea sintió, esta puso una de sus manos sobre su pecho por lo cual ambos se relajaron.

—Ella no puede hacer eso, eres mi pequeña, eres su amiga y la mate de su hermano y sé, sé muy bien que tú lo amas a él —Una sonrisa triste se desplazó por los labios de ella.

—No puedo si quiera imaginarme al lado de Eros en estos momentos Xel, la forma en que se comportó fué... Tan inusual.

—Pero eres su mate, los lobos harían cualquier cosa por su mate —Ella simplemente asintió.

—¿Por qué tú no sientes eso por Clarisse?

—¿Quieres saber algo? —Esta asintió eufórica pero aún con la misma posición. —No me enamoré de ella porque es un tanto imposible que un vampiro y un hombre lobo sean parejas de vida. A menos obvio que sea un híbrido o híbrida. Hay un porciento muy alto de que se equivocara y que lo que decía sentir por mi no fuese genuino.

—¿Y como explicas su tiempo de relación?

—Yo... No lo sé, supongo que me engañé ese periodo de tiempo pensando tal vez que ella me amaba de verdad y no solo por ser un vampiro.

—Yo te amo, Xel y no es por tus encantos, es porque eres maravilloso y también eres el mejor amigo que he tenido. No seas imbécil —Ella levantó su rostro y se encontró con sus ojos, él depositó un pequeño beso sobre su frente asintiendo.

La comodidad de ella estando con él era un tanto extraña, pero, le gustaba. Podía hacer chistes, bromear de cualquier cosa y no se malinterpretaba, tenía a alguien con quién estar en cualquier momento. Su amistad era perfecta.

—¿Ahora sus muestras de afecto serán vistas por todos? —Dijo Jake enojado, no se habían percatado de que la puerta había sido abierta.

—Jaki —Se levantó como un resorte corriendo hasta él abrazándolo, este envolvió sus brazos alrededor de ella mirando a Xel, ambos batallaban con sus miradas la cual ninguno de los dos ganó.

—Bueno, me voy —Dijo Xel y Gray salió de la habitación corriendo tras él.

—¿Todo bien chicos? —Preguntó Gea alejándose de Jake. —Pueden quedarse, supongo que... Podemos salir a comer y conocer un poco más de la ciudad, yo nunca he... Ustedes saben —Un pequeño sonrojo se desplazó por las mejillas de ella.

—Podemos hacerlo más a la noche... —Expresó Gray mirando al vacío.

—Todo está bien, ¿Quieres hablar? —Preguntó Gea, los ojos de los tres hombres estaban sobre ella. Se sentía segura estando con ellos pero muy fácilmente alguien puede malinterpretar las cosas. Le daba igual. —¿Gray?

—Yo... Encontré a mi mate —Los ojos de Gea brillaron de felicidad y el corazón de él latió fuerte, caminó hasta él dándole un cálido abrazo.

—Eso es increíble, Gray —Ella se soltó y los dos chicos restantes palmearon su hombro.

—¿Por qué estás tan apagado, hum? —Xel se sintió curioso y su pregunta salió a flote.

—Ella es diferente... Muy diferente —La mirada de Jake fué hasta él.

—¿Y eso qué? —Dijo Jake extrañado —¿Que tiene de diferente? ¿Cómo es?

—Ella es morena... —Gea lo cortó.

—¿¡Eres racista!? —Gritó Gea lo cual alarmó a los chicos.

—Cállate loca, claro que no. Ella es morena, alta, tiene pelo rizado, está muy buena pero... Pero su aura —Xel se sintió curioso.

—¿Que pasa con su aura?

—Transpira muerte... Creo que es bruja —La sorpresa en el rostro de los chicos fué evidente y Gray por su parte chocó levemente su puño contra la pared —Maldita sea.

—¿No se supone que el mundo humano es solo... Humano? —Preguntó Gea.

—Hay humanos que prestan su alma para poder hacer hechizos pero... —Gray no pudo articular palabras —No sé si práctica magia negra o es simplemente una bruja que usa para bien su poder.