Gea: por siempre el deseo del alfa Eros.

Capitulo 27.




 

—¿Me vas a enseñar?

—¿Quieres aprender?

—¿Dejarás de responderme con otra pregunta?

—¿Lo harás tú?

—¡Klaus!

—¿Sí, Gea?

La mirada de ella fue fulminante, él se carcajeó haciendo que esta apartara la vista. Ambos llevaban casi un día juntos y no como si fuesen los mejores amigos del mundo, pero sí habían entrado en confianza –solo un poco.–

—Deberías decirme todo para que logre entender. —Dijo esta.

—No se aprende lo que uno ya sabe, digamos que vas a volverte un poco mejor.

Ella sonrió y lo miró fijo.

—Practicaba en Fores con Eros. Pero no duramos mucho, ya que heme aquí.—Se señaló a ella misma.

Él asintió levantándose del gran comedor en el que estaban. —Cuando seas lo suficientemente buena en el arco te contaré todo.—Esta se levantó tras él.

—Me acabas de decir que no se aprende lo que uno ya sabe, he reencarnado...—Carraspeó y se corrigió.—He llegado muchas veces y supongo yo que ya sé, ¿No?

—Tan informal. —Dijo este con una sonrisa. Él se volteó y vió que ella miraba unas pinturas, se acercó rápidamente evitando que chocara con Ana —Ten más cuidado encanto.

—¿Cuidado con qué? —Preguntó liberando su cuerpo de las manos de él.

—Con la servidumbre. No la puedes ver, pero están ahí y para ellos eres visible.

—¿Cómo es eso posible? —Preguntó ella.

—No hagas tantas preguntas, mejor vamos. Practiquemos el arco.

—No. —Ambos chocaron miradas —Quiero que me digas el porqué de yo ser tan importante, quiero que me hables con la verdad. Tengo veinte años, Klaus, no soy una jodida niña.

—Que vocabulario —Dijo este con picardía.

—Mueve ese culo, Klaus o no haré nada para recuperar a Vanessa.

La atención del mencionado fue obtenida por ella, una sonrisa de entera satisfacción adornó los labios de Gea.

—Puedes empezar a preguntar.

—¿Quien soy yo? —La pregunta más importante de todas era quien era ella, esta creía saber la respuesta, pero no era así.

—Eres Gea Luna Peace, mejor conocida como el deseo del alfa Eros. —Los ojos de esta casi se salen de sus órbitas.

—¿Disculpa? ¿Cómo se supone que sabes eso? ¿Quien eres? —Sus preguntas salían atropelladas. Ella caminaba al lado de Klaus mientras que este caminaba al campo del terreno que le pertenecía al castillo.

—¿Quien es el malo de la historia? —Sus miradas chocaron.

—Todos somos los malos Gea.

—Eso no es posible, si debemos de destruir a alguien ¿A quién sería? —Esa era una excelente pregunta, ¿Quien era el que debía ser destruido para que esa situación mejorara.

—Si queremos que eso se detenga todos deberíamos morir.

—¿Qué?

—Sí Gea, aquí todos somos culpables. Vanessa sí era avariciosa, pero no... Ella no mataba a nadie. Analí trató de hacer todo por mi en sus vida pasada y tú...—En ese momento quiso que se la tragara la tierra, lo que se aproximaba era algo malo y lo sentía.

—Cuando conociste a Xel te enamoraste de él a tal punto de desafiar a quién te creó, cuando conociste a Eros también caiste por él. Amabas a uno y estabas perdidamente enamorada del otro, pero yo no podía permitir que conocieras a alguien más y hice que los mataras, a ambos. Ellos son importantes en esta nueva reencarnación, pero antes eran simples seres sobrenaturales insignificantes.

—¿Por qué a mí me tocó la peor parte? —Un nudo en su garganta se había empezado a formar.

—Tu pasado es tan letal como tus ojos, tan letal como tus flechas, tan letal como tu sentir.

Su respiración se detuvo, sus manos fueron a sus caderas en forma de jarra y miró al cielo. Quiso gritar, patalear.

¿¡Por qué!? ¿¡Por qué yo!?

—Gea, lo siento.

—Tú no lo sientes como lo hago yo, Klaus. No sientas lastima, esto acabará pronto.

—Tú no tienes las respuestas.

—¡Las encontraré! —Gritó sofocada. Le dió la espalda mientras que una lágrima caía, la limpió de inmediato y volvió a darle frente.

—Encanto... —Klaus se dirigió hacia ella, pareció analizar las palabras con cuidado— Si Vanessa obtiene el cuerpo de Analí puede peliar con Isa, aquí la más poderosa es ella, ¿Pero sabes? Tú lo eres más. Analí te creó a ti y ustedes han estado junta por generaciones, tú debes destruir a Isa, debes matarla.

—¿Qué? No estoy entendiendo nada —La confusión se hacía dueña de ella, las cosas que había dicho Isa se habían volteado completamente.

—Isa quiere la destrucción del mundo, ella reinicia nuestras vidas y podemos volver a vivir cada cincuenta años. ¿Que creías?

—No, no, esto no puede ser cierto —La mirada de ella fulminó a Klaus.

—Sí, si es cierto. Mi Vanessa es fuerte, pero no lo suficiente como para matar a Isa.

—¿No se supone que cuando Analí le preste su cuerpo a Vanessa ustedes estarán juntos y nuestros días volverán a cero?

—¿Qué? ¡No! —Klaus negó —Ya han pasado varios días, si Analí ha presentando sus poderes quiere decir que todos los recuerdos de Isa volverán junto a su poder. Cómo tú eres la cazadora tú debes cazar a esa bruja.

—¿Por qué todo recae en mi? —Bufó en frustración.

—¿Quién sabe? ¿Será porque eres la mate del alfa? ¿Será porque no tenías compasión? ¿Será porque mataste a los hombres que amaste? ¿Será porque fuiste creada para ser la mejor? ¿Será porque fuiste creada para que en caso de algo pasara en las vidas de las personas a tus alrededores, tú las salvaras? ¿Será...? —Ella lo miraba en silencio —¿Sigo?

—Soy la responsable de la felicidad de todos, ¿No? ¿Y que hay de mi? —Preguntó angustiada.

—Gea... ¿No entendiste lo que acabo de decir?

—Sí, esto será una puta carecía de brujas.

—No, no lo hiciste. Tú eres la pieza más importante de este maldito rompecabezas, tu felicidad la encontrarás cuando todo acabe.

—Claro... ¿Y si muero en el proceso? —Fue ese momento de Klaus mirarla fijo.

—Si mueres perderás a todas las personas que conociste, a Eros, Gray, Clarisse y a Xel. —Su sorpresa fue evidente —Esa es tu razón para no morir.



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En el texto hay: hombres lobo, amor, vampiro

Editado: 30.06.2021

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