Pasó mucho tiempo, sentía que alguien me estaba limpiando la sangre con un trapo o parte de sus ropas, hacía él lo mejor que pudo, abrí los ojos, era Mai, él me encontró antes que todos, y sonrió por la suerte que tuve.
—Naciste con suerte, Geal. Ya no se te ve nada, la nieve ayudó. Si es que esto es nieve. ¡Por aquí!—gritó tal vez a los demás.— Cualquier cosa morada es la piel por golpes. —todo respecto a mi sangre en voz baja.—¿Queda claro? ¡Está casi dormida!
Volvió a gritar. Moví un poco la cabeza, la verdad el rostro de Mai se veía peor que el mío, quiero creer.
—¡Geal! ¡Geal! — escuché a mi hermano pese al dolor de mi cuerpo. — ¡Geal despierta! —abrí mis ojos, quien me miraba era Frerick, su rostro estaba herido. En su mejilla había una línea roja y también bajo su ceja. — ¿Estás bien?
—Sí...—dije y traté de levantarme con su ayuda. — Me duele el cuerpo—me quejé.
Lo primero que vi fue humo a mi alrededor y la nave estaba en pésimas condiciones. Los ciborgs habían hecho un desastre. La sala de mando convertida en una nave de escape se hacía con grandes agujeros por el impacto, todos debieron salir volando y caer en la nieve, acaso era una especie de nieve lo que mi cuerpo tocaba.
—¡No hay armas! — Axtrex camina con una herida en su pierna derecha, pero no profunda, su sangre era naranja. —¡Ni comunicador! — se frustró, señalando su oreja que también estaba herida. —¡Estamos atrapados en la montaña!
—¡Ah! — escuché un grito de dolor. ¿Arcy?
La chica está sufriendo por algo que me hacía sentir incluso el mismo dolor. Me levanté lentamente y vi su sangre correr color verde.
Observé a Mai correr hacia ella para atenderla, estaba ella sentado en una roca, había mucha sangre. Mai revisó su traje, vi que esa pantallita prendida en rojo con 4%, pero estaba encendida. Mai es humano, lo necesita. Mai alzó la mano de la joven, lo que vi fue horrible, no tenía la mitad de su mano.
Mai colocó un poco de nieve para lograr tapar la herida, era terrible ver una herida como esa, y el doctor estaba improvisando.
Are llegó para tranquilizarla tocando su cabeza con suavidad, el Napaleano se quitó la chaqueta y debajo de esta había una camisa negra, se arrancó un pedazo de tela dándoselo a Mai. Luego se cerró el cierre de su chaqueta otra vez. El humano envolvió la mano con lo que Are le había entregado, tratando de hacer el cierre lo más despacio para no causarle más dolor a la joven, luego noté que las caricias de Are hacia Arcy eran otra cosa.
Era algo extraño para ser un Napaleano, la mayoría de su civilización no mostraba casi afecto al amor, eran discretos, pero Are, el hermano menor de Ryan, éste le daba entender que la quería.
—¡Are! — Ryan le gritó. Él no tenía ninguna herida.
Duro como una roca y seguía idiota.
Are se separó de Arcy, para Sato el Napaleano mayor a quien lo asemejaba con mi hermano por sólo poder, esas muestran de cariño no le agradaban.
Los Napaleanos no dejan ver sus sentimientos tal y como pensé. Are olvidó ser uno.
—Estará bien. — Ryan le susurra con seriedad.—Es fuerte.
No quería mirarlos, dejándome de importar si la mayoría de los príncipes estaban bien, decidí ir a caminar hacia el acantilado de la montaña, observé la altitud tanto que no podía ver ni donde comenzaba, si uno cayera era una muerte segura. El frío era unos grados más... pensé en Mai, es humano, cuando se acabe su pila, estará helado, hecho paleta. Teníamos que encontrar una forma de salir de allí y salvarnos. Había algunas montañas nevadas inmensas como en la que la nave se impactó, toqué la nieve para asegurarme de que lo sea, me quité el guante para sentirla y si lo era: agua hielo. Me puse el guante otra vez al ver que las miradas están en mí.
Escuché pasos hacia mi posición, Frerick respiraba lento, pero temeroso, buscándome con su mirada, quería que le dijera...
—¿Dónde está? — preguntó impaciente con los hombros hacia atrás, todos estamos hechos mierda, heridos y cansados, tal vez él sufriendo por dolores que no comprendía. — ¡Dime!
—No lo sé— respondí.
Frerick se enfureció tanto que sostuvo mi cuello con rencor. Vi que Ryan se acercaba.
—¿Dónde está? ¡Tonta! — gritó y me estaba dejando sin aire.
—¡Suficiente! — Ryan colocó su mano sobre el brazo de Frerick tratando de calmarlo.
Mi hermano me soltó pidiéndome disculpas, se convirtió en un ser horrible, él se sentía tan mal en ese momento, por haberme tratado así, incluso se arrodilló para que lo disculpara por su actitud, luego cuando le dije te perdono, él golpeó con su puño la roca más cercana rompiéndola por la gran fuerza que ejerció su frustración. Ryan observó alrededor analizando el lugar con ese ojo escáner.
—Los Napaleanos tienen ese tipo de violencia. — Axtrex le dijo con una risa burlona a Frerick. —Mejor guárdate las ganas para el enemigo.
—¡Cierra la boca! — Frerick menciona respirando lento, tratando de tranquilizarse. — Lo siento Geal, algo me ocurrió. ¿Qué hiciste con las coordenadas? ¿Por qué las cambiaste?
—Escuché...