Geal Ali Crónicas: Poder Absoluto.

Capítulo 17

FRERICK

«No podía resistir el hecho de perderla, no de nuevo.»

Es la única razón por la que continuo vivo, mi madre nunca me dio el cariño como lo que ha demostrado mi hermana en poco tiempo, la quité enseguida de los brazos del Napaleano, sentí algo de aliento cerca de mi cuello. Geal continuaba respirando.

—Quédate con ella— dije a Ryan. Confianza sentía, porque ha demostrado pelear a nuestro lado, pese a ser un puto Napeleano.

—Ve por Denia, eres más rápido que yo, no le pasará nada, ni siquiera Níquel querrá huir conmigo aquí— menciona Ryan y observó al ex visir.

Dejé a mi hermana acostada en el suelo de mármol hasta que lograra recuperar la conciencia. El brazalete con la cruz Otpieg se hacía en su muñeca. El latido de su corazón era débil y su nivel de espíritu se incrementaba. Corrí dando un gran salto empujándome hacia la pared, me incliné para dar otro salto sobre esta y que me llevara a la ventila de aire por donde Ryan y yo nos habíamos colado. En mi fase "de sangre" era más rápido, aunque nuestra piel se platinaba para el camuflaje con el entorno. Sentí el olor de aleita cerca.

Mi fase de sangre me asustaba a mí mismo cuando pasaba por partes donde podía ver mi reflejo. Pensando que Geal estaba en buenas manos, entre más me acercaba a la aeronave, sentía un nivel de pelea impresionante.

Rompí con mis pies la salida hacia la aeronave, caí encima de un Alpo, una nave de caza de la misma nave madre, un Alpo 3000.

Me levanté de inmediato al verme rodeado de naves de caza, frente a mí estaba un Pano con una cierta risa familiar en él, a su espalda la gran nave de escape tecnología Alfaira de los colaboradores de Denia, tan circular como platillo de cena y una medieval arte nicolaíta. Denia se encontraba en la entrada con el sable amenazando el rostro de mi madre. Luz, mi madre. Era obvio que aún no se calentaba su platillo volador, no tienen tal tecnología como la nuestra.

—Hola. —Millaje saludó con su arma lista arrastrándola por el suelo en una izquierda y derecha.

—¿Creí que Geal Ali vendría a detenerme? Tan fuerte la chica. — dijo Denia desde las espaldas del Pano— ¿Dónde está? Mi sobrina querida.

—En cuanto sentí el espíritu de Frerick— el deforme Pano habló— Supe que la chica ha caído. Muerta... Tal vez.

—¡No! — gritó mi madre de dolor, hizo que Denia la sostuviera más fuerte de su largo y rizado cabello negro.

Denia sometía a mi madre... no iba a decir nada, sólo quiero que mi madre no sufra, pero no podía decirle ni una palabra de lo que sentí.

—Denia, te salvé la vida una vez, varias veces.— mi madre sufre, sé que sufre.

—Mi hermana está muerta...—dije con seguridad observando los ojos de mi madre.

—El trono será mío— sigue Denia sosteniendo a mi madre con fuerza.

Denia no sabía nada, ni yo siento el nivel de pelea de Geal desde aquí y ese nivel está aumentando.

—Sí... está muerta. — Denia sonrió. —Níquel cumplió lo que le ordené, asesinar a Geal Ali. Así desaparece el artefacto. Ya no necesito a mi hermana— el sable de Denia se movió rápido hacia la garganta de mi madre.

—¡No, espera! — la detuve con mis manos a la vista. — Mira Denia, estoy desarmado. Mataron a mi hermana, por favor no maten a mi madre. Ella es tu hermana, aunque no lo creas: te ama.

—Denia— mi madre habla con una voz suave.

—Media hermana— dijo en el oído.—Siempre tan perfecta.

«Distracción: vamos Frerick pelea»

En un abrir y cerrar de ojos, mi madre se la quitó de encima con un golpe de su propia cabeza al rostro de Denia, la desarmó comenzado a golpearla con puños. Mi madre piensa que Geal está muerta, su nivel se elevó.

—¡Tú! — señalé a Millaje, el hombre se desarmó al no verme con un arma. —Bien, lo arreglaremos así.

«Sé que me escuchas, Frerick. Ve por él, tú puedes.»

Corrí tan rápido hacia el deforme en cuanto lo tuve enfrente, comencé a golpearlo, puño tras puño. Millaje era tan bueno como yo.

Dio un golpe tan fuerte que me hizo salir "de sangre" para ser humanoide con más carne en mi cuerpo, me dirigí a golpearlo con el doble de fuerza. La velocidad disminuyó, pero esta vez no iba a dejarlo vivir.

Mi madre golpeaba a su propia hermana mientras yo intentaba aniquilar al deforme, Millaje no era más que un vil sirviente neutral, necesitaba ejercer más fuerza. En un descuido Denia golpeó tan fuerte a mi madre que cayó inconsciente, eso me hizo distraerme. Millaje usó una patada que me hizo caer rompiendo mi labio, otra parte sangrante en mi labio, a lo lejos vi huir a Denia y Millaje atrás de ella.

El golpe me había mareado y otra vez había perdido a Millaje, quien se despedía mientras huía junto con Denia en su rampa. Un poder se sentía... algo grande venía, por eso se asustaron.

—Madre— dije, me levanté hacia el cuerpo inconsciente, su ropa blanca lucia manchada de sangre.

—Debemos detenerla— dijo y abrió los ojos con parpadeo. — Si los humanos ven la nave, estamos perdidos. Denia quiere plantar un falso mesías. Hará creer a los humanos que la envió Dios. Los humanos no deben saber nuestra existencia. No ahora.




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