Capítulo 24

La zona se llenó rápidamente de soldados tras la huida de Denia del palacio. En la metrópolis, los esfuerzos conjuntos de Otpieg y los Napaleanos estaban resultando eficaces para asegurar la zona, con Alphine apareciendo en todas las naves de ataque.

Ryan llegó con un contingente de soldados Napaleanos justo cuando nuestros aliados comenzaban su descenso. Llevaba una carga importante: mi hermana, en sus brazos y acompañada por un escuadrón de Napaleanos, utilizando la nave más rápida que nos habían asignado. Cuando Ryan se acercó a la nave seleccionada, sentí una energía inusual.

—¿Qué es eso? —preguntó Axtrex, retrocediendo instintivamente, el miedo era evidente entre los demás. —¡Oh, Dios mío!

Lo que Axtrex sintió fue un notable aumento de energía.

—Diamante—informó Ryan mientras transfería el peso de mi hermana a mis brazos. —Su nivel de poder aumentó a Absoluto instantáneamente, nos supera a todos juntos.

—De extremo a Absoluto en un solo día— notó Arcy, visiblemente tensa. —Evolución. El artefacto la ha mejorado.

—Llevaré a mi hermana a la nave Alpo, prepárate para la partida, Ryan.

—¿Qué?

—Te necesito a mi lado en la batalla, somos los mejores pilotos del sistema.

Aunque la expresión de Ryan transmitía cierta reticencia, era una afirmación silenciosa, un emblema de la determinación de un verdadero guerrero. Al entrar en la nave, llevé a Geal a la sala de mando, colocándola en un asiento que aseguraba su descanso. Le puse el cinturón automático y controlé su temperatura, se sentía helada, pero su espíritu de lucha seguía amplificándose. Algo significativo estaba ocurriendo dentro de ella, pero me arrepentiría si permanecía inconsciente a nuestra llegada a la Tierra. Inmediatamente, ordené a todos que se prepararan para la partida, con el objetivo de llegar a nuestro destino antes que Denia, que no había utilizado un portal de transporte. Estableceríamos un perímetro de varios kilómetros antes de entrar en órbita, rodeando la Tierra a distancia.

—¡Axtrex! —la llamé, notando su expresión temerosa, probablemente influenciada por el aumento de energía de Geal. —Eres una de las más fuertes. Necesito todo tu apoyo.

—Sí— asintió Axtrex, tomando asiento mientras impulsaba la nave. —¡Rampas ascendentes! ¡Alphine! Necesito un portal de transporte — pidió, tocándose la oreja.

La nave comenzó su ascenso, y desde el amplio parabrisas del centro de mando, la formación del portal de transporte era visible. Las cápsulas de energía se fusionaron en un círculo, produciendo rayos de luz azules que crearon un vasto vacío, similar a un agujero negro. Cada miembro tomó sus asientos designados.

Líneas de comunicación: Arcry, Arcy.

Línea de Ingeniería: Are, Axtrex.

Línea de Defensa y Ataque: Ryan.

Línea de Ciencia: Mai.

Piloto y Jefe: Yo.

Ryan no muestra signos de nerviosismo. Su espíritu se intensifica con cada momento que pasa, el Napaleano sirve como un arma brutal cuando se le provoca. El equipo está cansado del encuentro anterior en el polo de Otpieg, pero su deseo de enfrentarse a Denia de una vez por todas es evidente. El hambre prolongada, sin consumir alimentos durante horas o tal vez días, alimenta aún más su ira.

—Diamante —Axtrex capta mi atención. —El portal está completo.

—Prepárense para entrar —respondo.

Mi madre fue transportada por soldados a la sala de curación del palacio, y esperamos no tener más decepciones cuando nos enfrentemos a Panos y Alfairos cerca de la órbita de la Tierra.

—¡Listos! —declara Axtrex, interpretando mi asentimiento.

Experimentamos una importante turbulencia a medida que nos acercamos al agujero negro, la nave a plena capacidad, el calor y la perturbación energética se sienten en todo el Alpo. Al entrar en el portal, unos rayos de luz nos envuelven; a medida que la nave atraviesa por completo, las luces disminuyen, revelando estrellas, seguidas de una oscuridad total, luego el impresionante planeta azul y la luna cruzando nuestro camino.

Llegamos antes de Denia y utilizamos el transportador, manteniéndonos alerta.

—Aquí Alpo 3000 GH —afirma Arcry, señalando el holograma. —¿Base Otpieg-Napan?

—Base Otpieg-Napan aquí —responde una voz masculina entre cortes de señal. La señal de los satélites en la tierra no es tan fuerte para nuestra nave, llega como frecuencias de sonidos molestos. — Hemos identificado su nave, confirmación recibida para Alpo 3000 GH. Correcto.

—Permiso para sigilo de detección humana —solicita Arcry.

—Satélites terrestres activados en modo simulación, la estación espacial está cerca, tengan la seguridad de que están bajo nuestro mando.

La voz cesa, siguiendo la señal de Arcry a la Tierra. Anticipamos un ataque de Panos y Alfairos en cuestión de horas.

Mientras me levanto apresuradamente de mi asiento, el cinturón de seguridad se desacopla, empujándonos hacia adelante y estabilizando la nave usando la gravedad de la Tierra para rotar sin descender.

—¡Geal! —Me acerco a mi hermana, sacudiéndola suavemente, pero ella permanece dormida, un escalofrío nos envuelve.